miércoles

POR QUÉ SEGUIR MATANDO



¿Por qué seguir matando? (Perché uccidi ancora?)
1965
Italia/España
Director: Jose Antonio de la Loma (co-dirigido con Edoardo Mulargia)
Reparto: Anthony Steffen, Ida Galli, Aldo Berti, Gemma Cuervo, José Calvo, Hugo Blanco, José Torres, Franco Latini,
Frank Oliveras, Ignazio Leone, Lino Desmond, Willi Colombini, Stelio Candelli, Giovanni Ivan Scratuglia, Armando
Guarnieri, Luis Induni
Guión: Vincenzo Musolino, Edoardo Mulargia
Fotografía: Vitaliano Natalucci
Música: Felice Di Stefano

Coproducción italo-española de 1965 dirigida por José Antonio de la Loma (guionista habitual en los spaghettis de Alfonso Balcázar) y Edoardo Mulargia (que no figura acreditado como tal), en la que se relata la venganza que llevará a cabo Steve McDougall, un soldado que no duda en desertar del ejército, sobre el clan de los López, una familia de mejicanos que se dedican al contrabando de armas y que había ajusticiado a su padre.

La película tiene un arranque sensacional con una afortunadísima, larga y muy bien dirigida escena en la que vemos como un hombre atado a un carro y rodeado por un grupo de pistoleros atraviesa un pueblo ante la atenta mirada de dos vecinos que se refieren al hecho señalando que: “López y sus hombres han mantenido hasta el final lo que juraron hacer. La vida de McDougall no vale nada. Prepara enseguida un ataúd”. A continuación lo llevan hasta un árbol situado a las afueras del pueblo, le atan y uno a uno, al ser nombrados por López, le disparan. Momento en que se da paso a los títulos de crédito con un tema cantado bastante resultón. Pero pronto las expectativas creadas por este gran inicio se vienen abajo por un guión (obra de ambos directores, además de Vicenzo Musolino que participó en varios spaghettis de Mulargia y del desconocido, para mí, G. V. Davis) bastante rutinario que pronto se olvida de las interesantes cuestiones planteadas durante la primera media hora del film, que le daban un aspecto un tanto sombrío, como la venganza, el odio, la violencia y sus consecuencias, temas que no saben o no quieren desarrollar, mientras que se decantan por la acción pura y simple con los habituales, aunque en ocasiones bien rodados, tiroteos, persecuciones y cabalgadas de un lado para otro. Incluso se inventan una segunda subtrama, el contrabando de armas al que se dedica el clan López, que en un momento dado queda aparcada sin que se sepa más de ella, por lo que parece una excusa para introducir un par de secuencias de acción y alargar el film. A ello hay que añadir que no se explica el origen del conflicto entre las dos familias que parecen vivir en mundos diferentes, ya que los McDougall son unos humildes rancheros, mientras que los López son unos ricos hacendados que tienen atemorizados a los escasos habitantes del pueblo y se dedican a actividades delictivas. Cuándo y cómo se entrecruzaron ambos mundos nunca lo sabremos, y tan sólo conoceremos el resultado, con el jefe del clan López paralítico como consecuencia de un disparo efectuado por el padre de Steve.

A pesar de este flojo y rutinario guión, los directores consiguen rodar buenas escenas, sobre todo en la parte inicial de la película, y al mencionado magnífico arranque podríamos citar la presentación del personaje de Steve en el cementerio, la llegada a la casa de su tío con el encuentro con éste y con su hermana a la que acompaña muy bien un gran tema de Felice Di Stefano de corte clásico o el duelo con Manuel, el hijo del cacique López. Sin embargo hay otras escenas rodadas con mayor desgana y en el que se sufre un montaje un tanto brusco entre las mismas.

El elemento más destacable, para mí, es la buena banda sonora de Di Stefano con temas que claramente se identifican con este género como la canción principal u otro que suena a lo largo del film en el que cobra gran protagonismo la trompeta, junto con alguno con fuerte influencia del western clásico que me remitió a autores como Dimitri Tiomkin. Aunque también cuenta con otro de carácter incidental, utilizado básicamente en las persecuciones, bastante flojo.
En cuanto a la ambientación del film creo que acusa la escasez del presupuesto con que se contó, lo que se aprecia sobre todo en las limitadas localizaciones (la película se desarrolla en un pueblo pequeño del que prácticamente sólo vamos a conocer el interior del saloon, la hacienda de los López y el rancho de los McDougall) o en el atrezzo, que es paupérrimo.
Por lo que respecta a los actores tanto Anthonny Steffen (en el que creo fue su primer papel protagonista en un spaghetti) como el vengativo Steve y José Calvo en el rol del poderoso López están bastante bien, dos hombres que son similares y que no dudan en sacrificar a lo que más quieren por el odio que sienten el uno por el otro (en el caso de Steve a su antigua novia, hija de López, ya que antepone su deseo de venganza al amor que siente por ella, y en el caso de López a su hijo al que ha transmitido su odio. Así, en un momento dado cuando su hijo le dice que va a acabar con Steve éste le responde: “No dude de que reaccionarías así. Bien hijo, estoy orgulloso de ti"). Junto a ellos dos personajes femeninos que serán las víctimas inocentes de la actitud de los protagonistas y que al contrario que éstos son los que muestran un ápice de cordura entre tanta locura y resentimiento. Por una parte Pilar, la ex novia de Steve, que llega a afirmar que detesta a todos y está correctamente interpretada por una joven Gemma Cuervo, y, por la otra, Judy la hermana de Steve, a la que presta su seráfica imagen la actriz italiana Ida Galli bajo el seudónimo de Evelyn Stewart, que pide al protagonista que olvide todo y pronuncia la frase que da título a la película.

Por último, tengo que referirme a la imperfecta copia sacada al mercado por Impulso con una imagen un tanto deficiente, no apreciándose con nitidez los colores (aunque también puede estar influida por el sistema de color escogido, el Eastmancolor) y con una duración de 76 minutos (por lo que he visto la copia original duraba unos 90) lo que sin duda tiene que afectar a la continuidad narrativa de la película.


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