viernes

EL YANKEE


Yankee (L'Americano)
Italia/España
1966
Director: Tinto Brass
Guión: Tinto Brass, Alberto Silvestri, Giancarlo Fusco, Alfonso Balcazar
Fotografía: Alfio Contini
Música: Nino Rosso

Reparto:
Philippe Leroy, Adolfo Celi, Mirella Martin, Tomas Torres, Victor Israel, Valentino Macchi, Francisco Sanz, Franco De Rosa, Pasquale Basile, Jacques Herlin, Antonio Basile, Renzo Peverello, Cesar Ojinaga, Giorgio Bret Schneider

Un pistolero yankee cruza la frontera y entra en Mexico.
Allí se detiene en un pequeño pueblucho, que es controlado por el Gran Concho, un violento líder de una banda de forajidos.

Tinto Brass, que después se convertiría en director elevado a la categoría de culto por algunos con películas eróticas/pornográficas, se adentra en el spaghetti por primera y ultima vez y nos ofrece una personalisima versión del western. En cuanto al libreto, "Yankee" nos cuenta una historia que podríamos llamar "convencional" en el genero; un pistolero que se une a una banda con la única intención de lograr detenerlos a todos para cobrarse la recompensa que dan por ellos.

Quizas lo más original del argumento es que el Yankee no duda en ir a ver al Gran Concho con la idea de proponer el trato de entregar a los hombres de su banda y cobrar las recompensas...
Es este protagonista a primera vista un hombre distraido y en ocasiones hasta parece que poco avispado (el propio Gran Concho lo bautizará como el Bufón) pero pronto demuestra una inteligencia mayor que sus enemigos, y sobre todo un dominio del revolver endiablado.
El Gran Concho es el villano principal de la historia. Es una persona con un marcado narcisismo, capaz de hablar de si mismo en tercera persona. Como buen líder mexicano de todo spaghetti que se tercie, no duda en matar para lograr su mayor objetivo, que no es otro que atesorar dinero.

Para ambos papeles, se eligió a un par de actores pocos vistos en el genero; el francés Philippe Leroy como el Yankee, y Adolfo Celi como el Gran Concho.
Mientras que el primero no termina de asentarse en el papel, Celi se le ve bastante más suelto, aunque puede ser precisamente porque es el suyo un personaje muchisimo mejor para el lucimiento.
Pero donde reside la notoriedad de "Yankee" es en el tratamiento que se encarga de darle el director a la historia.
Estéticamente, tiene un toque Hippie bastante acentuado, desde la guarida que utiliza el Gran Concho, hasta la mayoría de los hombres que componen su banda.

Otro de los puntos curiosos es el uso de los planos e insertos que Brass usa a lo largo de todo el metraje. La cámara busca ángulos imposibles, extendiendo el uso que comenzó Leone unos años antes.
Una muestra de esto es sin duda la forma en que filma al protagonista. En la mayoría de los planos, parece como si el propio personaje no quisiera ser visto, ni siquiera por el espectador. Brass nos transmite la forma de ser de tan extraño pistolero, y nos hace que lo veamos como lo ven los demás en la película, distraido y alejado.

Obviamente, tan poco habitual despliegue de planos dislocados es bastante difícil de aguantar por espectadores poco acostumbrados a películas que se salen de lo convencional. La Banda sonora, que básicamente se sostiene en un único tema, y pese a que esa melodía principal es bastante buena, termina por hacerse insuficiente, y se echa de menos un mayor trabajo en la misma.

Bizarra y personalisima, este "Yankee" se presenta como un original spaghetti western, quizás demasiado bizarra en ocasiones, pero con un montaje y un trabajo de cámara bastante notable.

TINTO BRASS

Giovanni Tinto Brass (Milán, 26 de marzo de 1933) es un director de cine italiano. Bautizado "Tintoretto" por su abuelo, usó el acrónimo "Tinto" como nombre artístico.

Tras iniciarse en cine como colaborador de la Cinémathèque Française y ayudante de Joris Ivens, Alberto Cavalcanti y Roberto Rossellini, desarrolló durante los años 1960 y 1970 un estilo sumamente personal y vanguardista, que le llevaría en los años 80 a realizar un cine directamente provocador, entre la pornografía y el esteticismo.

Fascinado con el erotismo, filmó numerosas obras intimistas, con una fotografía veloz, plena de travellings, montaje rápido y guiones humorísticos y desconcertantes. Su obra más conocida es Calígula, sobre guion de Gore Vidal. Aunque Tinto Brass abandonó la postproducción de Calígula, insatisfecho con el montaje exigido por la productora, esta película le granjeó fama gracias sobre todo a su tratamiento histórico del sexo en la Roma antigua. Sin embargo, las escenas de sexo explícito que se incluyeron fueron realizadas sin ningún rigor histórico. Por ejemplo, se rodaron varias escenas de sexo oral en la cinta, siendo no sólo una práctica poco común[cita requerida], sino además un gran tabú de la época [cita requerida]. Hay que precisar, también, que las escenas de pornografía hardcore fueron añadidas por el productor Bob Guccione en contra del criterio de Brass y con la ayuda de otro equipo de rodaje.

Abandonó luego el cine convencional, dedicándose al género erótico para fustigar lo que considera la hipocresía y censura del cine imperante. Entre sus rasgos característicos está el relieve concedido a los aspectos más crudamente fisiológicos de la existencia. Del mismo modo, las pilosidades femeninas, la excreción y el sexo juegan siempre un papel importante.

La llave, Amor y pasión, Los burdeles de Paprika y Todas lo hacen suponen las obras maestras de esta segunda etapa profesional. En 2002 la Cinémathèque Française le dedica un homenaje titulado "Eloge de la chair". En 2005 realiza Monamour, su primer largometraje en Alta Definición.

A lo largo de su carrera, ha trabajado con actores tan prestigiosos como Alberto Sordi, Silvana Mangano, Monica Vitti, Stefania Sandrelli, Giancarlo Giannini, Jean-Louis Trintignant, Ewa Aulin, Tina Aumont, Vanessa Redgrave, Ingrid Thulin, Malcolm McDowell, Peter O'Toole, Helen Mirren, John Gielgud, Frank Finlay.

Filmografía esencial

Chi lavora è perduto (1963)
Il disco volante (1964)
Yankee - L'americano (1966)
Col cuore in gola (1967)
L'urlo (1968)
N(eros)ubianco (1969)
Dropout (1970)
La vacanza (1971)
Salón Kitty (1975)
Action (1979)
Calígula (1980)
La llave (1983)
Miranda (película) (1985)
Amor y pasión (1987)
Snack Bar Budapest (1988)
Los burdeles de Paprika (1991)
Todas lo hacen (1992)
El hombre que mira (1993)
Monella (1998)
Tra(sgre)dire (2000)
Relaciones Impropias (2002)
Hazlo! (2003)
Monamour (2005)


VICTOR ISRAEL

Su nombre verdadero es José María Soler Vilanova, nacido el 13 de junio de 1929 en Barcelona.
Víctor Israel es uno de los tantos actores que trabajaron a lo largo de más de una década en decenas de spaghetti westerns, casi siempre en papeles muy secundarios, pero aportando al género un toque muy personal.

Pese a que Víctor Israel no sea considerado una estrella, su peculiar rostro es de los que se quedan en la retina, dándonos una agradable sensación de familiaridad en cada película en la que interviene.
Y es que si miramos a fondo su biografía, vemos que pese a no tener papeles relevantes, el señor Israel ha trabajado con casi todos los mejores directores del western europeo, desde Leone hasta Corbucci pasando por Castellari.

Comenzó su carrera en el cine de los años sesenta, y además de en el spaghetti, se prodigó en muchos más géneros, debido a su aspecto siniestro. Todo ello hizo que al cabo de más de cuarenta años de profesión, su biografía completa sea impresionante. Victor Israel muere el 19-9-2009, a la edad de 80 años.

Filmografía SW:

1961- Tierra brutal
1965- Los cuatreros
1965- Un lugar llamado Glory
1966- Yankee
1966- Dinamita Jim
1966- Los cinco de la venganza
1966- Sugar Colt
1966- El bueno, el feo y el malo
1966- Texas Kid
1967- Siete mujeres para los Mac Gregor
1967- Bandidos
1968- Llego, veo, disparo
1968- Por techo las estrellas
1968- El Sabor del odio
1968- Comanche blanco
1968- Winchester, uno entre mil
1969- El Aventurero de Guaynas
1969- Vivos o preferiblemente muertos
1970- Los compañeros
1971- Viva la muerte tuya
1971- Arizona Kid
1971- Y le llamaban El Halcón
1971- El oro de nadie
1973- !Que nos importa la revolución¡
1974- El Blanco, el amarillo y el negro
1984- Al este del oeste

jueves

EL JUSTICIERO CIEGO


El justiciero ciego (Blindman)
1971
Italia/Usa
Director: Ferdinando Baldi
Guión: Piero Anchisi, Tony Anthony, Vincenzo Cerami
Fotografía: Riccardo Pallottini
Música: Stelvio Cipriani

Reparto:
Tony Anthony, Agneta Eckemyr, Lloyd Battista, Raf Baldassarre, Ringo Starr, Magda Konopka, Marisa Solinas, Franz von Treuberg, David Dreyer, Gaetano Scala, Mary Badin, Dominique Badou, Shirley Corrigan, Karin Skaresso, Lucretia Love, Isabella Savona, Elena Veronese, Malisa Longo, Katerina Lindfelt, Alice Mannell, Krista Nell, Maria Gentilini, Giuliana Giuliani, Solvi Stubing, Melu Valente, Diana Lorys, Mirta Miller, Remo de Angelis, John Friedrick, Guido Mannari, Tito Garcia, Tomas Rudy, Salvalore Billa, Fortunato Arena, Ennio Antonelli, Renato Romano, bearded rifleman, fat rifleman, David Petitto, Carla Brait, Janine Raynaud

Coproducción italo-estadounidense de 1971 dirigida por Ferdinando Baldi, que obedece a un proyecto de su protagonista Tony Anthony quien no sólo se reservó el papel principal sino que también participó en el guión y en la producción junto con su amigo de juventud Saul Swimmer y el ex manager de The Beatles Allan Klein, lo que podría explicar la presencia de Ringo Starr por aquella época empeñado en desarrollar una carrera como actor.

La película creo que muestra el agotamiento del subgénero y cómo se estaban acabando las ideas ya que se trata de una propuesta bastante extravagante que para funcionar mínimamente debe contar con la complicidad del espectador, puesto que el héroe-antihéroe de la misma es ciego y, claro, uno se pregunta ¿Cómo se podía defender un pistolero invidente? o ¿Cómo podía llegar a los distintos pueblos? En fin parece que Tony Anthony pensó: “Vamos a hacer el más difícil todavía y si Corbucci nos había presentado un pistolero mudo, en la sensacional “El gran silencio”, y Anthonny Quinn había interpretado a un agente sordo, en la mediocre “Los amigos”, yo me marco un triple mortal y doy vida a un pistolero ciego”.

El problema es que, para mí, aunque admitas que un ciego podía ir por esos mundos del Far West liquidando pistoleros con su rifle, la película no funciona por un escasamente imaginativo e inverosímil guión en el que intervinieron, además del propio Anthony, Lloyd Batista (otro de sus amigos, por lo que todo queda en casa) y otros dos escritores que se ocuparon, con más fortuna, del guión de “Tierra de gigantes”: Piero Anchissi y Vicenzo Cerami. Entre todos se cargan la parte más interesante y de triste actualidad que apuntaba la historia: la trata de blancas, ya que 50 mujeres que han viajado desde Europa para casarse en EEUU con mineros de un pueblo de Tejas son raptadas para, mediante amenazas y coacciones, ejercer la prostitución en un pueblo mejicano en la frontera con los EEUU; así como el tema apuntado sobre los malos tratos a la mujer (encarnada en la relación de Pilar con Candy que está obsesionada con ella y la considera su posesión).

Pero todo ello parece que es un simple pretexto para enseñar abundantes escenas de desnudos, no sé si como reclamo para obtener una mejor taquilla, y el spaghetti pronto se desliza por los caminos más trillados de este subgénero: que si cabalgadas interminables para allí y cabalgadas interminables para allá, continuas peleas y tiroteos que se me hicieron muy pesados, la tópica escena de tortura al héroe, la no menos tópicas secuencia de la comida con unos personajes caracterizados por su glotonería. Ya sé que a los spaghettis no se les puede pedir una gran transcendencia pero he visto bastantes que cuentan con una cierta profundidad y en los que se da tanta importancia a la acción como al desarrollo de los personajes y creo que en este caso perdieron esa oportunidad al decantarse por los caminos más trillados y típicos. Y a todo ello hay que añadir que cuenta con ciertos toques de humor, para mí, de dudoso gusto como cuando se presenta el protagonista ventoseando; así como con una serie de mensajes, entre pretendidamente chistosos y transcendentes, que el ciego dice mirando directamente a la cámara, como: “Si no tienes ojos eres medio hombre, pero si no tienes ojos ni dinero eres mierda”, “Cuando pierdes la cabeza por unos calzones, amigo, estás perdido, acabado”. Pues vale. La verdad es que ni en ésta, ni, mucho menos, en “Get Mean” he conseguido conectar con el peculiar sentido del humor de Anthony.

La banda sonora compuesta por Stelvio Cipriani tampoco me ha gustado aunque cuenta con bastantes temas. El problema, para mí, es que frente a algunos bastante apropiados de inspiración fronteriza, hay otros totalmente descontextualizados al ser más propios de la época en la que se rodó la película que del período narrado. Además llama la atención que en algunas escenas, como en la de la violación y exterminio de las mujeres que es una secuencia de gran carga dramática y de una extrema violencia, la banda sonora está muy mal utilizada hasta el extremo de estar a punto de cargarse la escena el tema musical empleado.

Ante tal cúmulo de despropósitos poco puede hacer la más que correcta puesta en escena de un director fiable como era Ferdinando Baldi (que volvería a colaborar con Anthony en la delirante “Get mean”, en la que también intervino Lloyd Batista como actor y guionista), aunque parece en algunos momentos dejarse llevar por la desidia alternando escenas muy bien dirigidas con otras mucho más convencionales. Por lo que respecta a la ambientación, que no me ha disgustado, es también producto de su tiempo con clara influencia del movimiento hippie bastante en boga en ese momento. Incluso algunos bandoleros parecen figurantes de la película “Hair”.

Por último en cuanto a los actores, Tony Anthony, que solía interpretar papeles de pistoleros alejados del estereotipo creado por Sergio Leone, me sigue sin convencer. En este caso da vida al pistolero ciego que se ayuda de su rifle con una bayoneta como si fuera un bastón y al que le ocurren distintas desgracias por ser un invidente: en el intercambio de las mujeres por Candy le timan aprovechando que no ve y un poco más tarde está a punto de ser atacado por una serpiente que habían colocado en su comida. Ringo Starr en el papel de Candy creo que demuestra que lo suyo no era la interpretación y eso que su look era muy apropiado. Lloyd Batista pienso que es el actor más acertado en su rol de Domingo, un amoral y sádico bandido hermano de Candy. Y un casi irreconocible Raf Baldassarre (otro colega de Anthony que había participado en la trilogía sobre el extranjero) nada puede hacer ante el regalito del patético y rijoso general mejicano, un personaje bastante absurdo. En cuanto a las dos actrices principales, la polaca Magda Konopka (mujer de gran belleza) recrea con acierto a una mujer despiadada, mientras que la sueca Agnete Eckemyr me pareció bastante sosa e inexpresiva en el papel de Pilar, el objeto del deseo de Candy.

En definitiva, para mí, un western mediocre que muestra la decadencia de este subgénero y que se me hizo tremendamente pesado y aburrido, lo que es imperdonable en este tipo de films. (TEXTO 800SW)

FERDINANDO BALDI

Fernidando Baldi, nacido en mayo de 1927 en Italia, cursó sus estudios como maestro. Pero pronto dejó las clases y se pasó a el mundo del cine. En 1952 dirige su primera película, "El Precio del honor". Sus primeros trabajos se acercaron a el genero de moda en Italia en aquellos años, el cine de romanos.

Y como muchos directores italianos, no tarda mucho en comenzar a dirigir cintas del nuevo estilo que comenzaba a llenar los cines, el spaghetti western. Su aterrizaje no puede ser mejor,en el año 1966 con "Adiós, Texas", una formidable película con un grandisimo Franco Nero. Un año después rueda un titulo menor, a mayor gloria de la actriz protagonista. Se trata de "Rita en el West". La película sirve, eso si, para que el director conozca a un rubio actor, al que después le daría un nuevo papel protagonista en su siguiente titulo, "El clan de los ahorcados". Estamos hablando de Terence Hill, actor que unos años más tarde tendrá una gran importancia dentro del spaghetti western.

En el año 1971 rueda "El justiciero ciego" (Blindman), protagonizada por Tony Anthony y Ringo Star. La película fue un gran éxito, sobre todo con el paso de los años.
En el año 74 el publico demanda otro tipo de western, y a Baldi no le importa hacerlo. "Nos llaman Carambola" y "Les llamaban los hermanos de Trinidad" son dos muestras de por donde discurre el SW en aquellos años, por la autoparodia lamentable creada unos años antes por Terence Hill y Bud Spencer. En 1981 termina su periplo en el western mediterraneo con una rareza como "Yendo hacia ti", película rodada en 3-D. Siete años más tarde abandona completamente la dirección, con una pequeña cinta como despedida, "Un Maledetto soldato" (1988).

En el 2005 aparece en un par de documentales sobre el spaghetti western, uno de los cuales estaba centrado en su carrera en el genero. En 2007, muere en Roma a la edad de 90 años.

Filmografía SW:

1966- Adiós, Texas
1967- Rita en el West
1968- Odia il prossimo tuo
1968- El clan de los ahorcados
1969- Il Pistolero dell'Ave Maria
1971- El justiciero ciego
1974- Nos llaman Carambola
1975- Les llamaban los hermanos de Trinidad
1975- Get Mean
1981- Yendo hacia ti (Comin' at Ya!)

UN HOMBRE, UN CABALLO, UN COLT


Un hombre, un caballo, un colt (Un uomo, un cavallo, una pistola)
1967
Italia/Alemania/Usa
Director: Luigi Vanzi
Guión: Tony Anthony, Bob Ensescalle, Giuseppe Mangione
Fotografía: Marcello Masciocchi
Música: Stelvio Cipriani

Reparto:
Tony Anthony, Dan Vadis, Daniele Vargas, Marco Guglielmi, Jill Banner, Marina Berti, Raf Baldassarre, Mario Novelli, Ettore Manni, Giuseppe Addobbati, Fortunato Arena, Silvana Bacci, William Conroy, Arturo Danesi, Antonio Danesi, Mario Dionisi, Silvana Catenacci, Renato Mambor, Filippo Antonelli, Arnaldo Mangolini, Fred Coplan, Franco Scala, Roberto Chiappa, Silvana Fiorini, Asaynoa Runachagua, Mario Castrichelli, Bruno Arié, Luciano Catenacci.

SINOPSIS:
El Extranjero en esta ocasión topará con la famosa banda conocida como “El tesoro de la frontera”, llamada así al haberse puesto precio a la totalidad de sus miembros por 10.000 dólares, que se ha apoderado, tras matar a todos sus ocupantes, de una diligencia cubierta de oro; por lo que decidirá enfrentarse a la banda con el objeto de cobrar la recompensa que ofrecen por ellos, además de apropiarse de la diligencia, para lo que contara con la ayuda de un peculiar predicador.

Coproducción italo-germano-estadounidense de 1967 también conocida como “The Stranger returns”, segunda película sobre el personaje del Extranjero realizada como consecuencia de la acogida muy favorable, sobre todo en los EEUU, de “Un dólar entre los dientes”, por lo que se contó con un mayor presupuesto gracias a la implicación de tres compañías, entre las que se encontraba la Primex Italiana (pequeña productora responsable a principios de los setenta de varios notables poliziescos como “La policia agradece” dirigida en 1972 por Steno o “Corrupción de menores” realizada por Massimo Dallamano dos años después), y en la que se contó, básicamente, con el mismo equipo que en la primera: el actor principal, con Tony Anthony dando vida de nuevo al personaje además de implicarse en el guión del film; el director Luigi Vanzi, de nuevo bajo el seudónimo de Vance Lewis, que realiza un trabajo más convencional; o el director de fotografía, elemento clave en la primera película, Marcello Masciochi.

El largometraje respeta el esquema y los temas de la primera película de la trilogía, así nos encontramos con un botín codiciado por unos forajidos, la presencia del ejército en un poblado fronterizo, la tortura al antihéroe, las traiciones (en este caso representadas en un integrante del grupo) y el posterior enfrentamiento, menos conseguido y espectacular que el del filme anterior, del Extranjero con los miembros de la banda a los que va aniquilando con una recortada, aunque en esta ocasión la escopeta cuenta con cuatro cañones. Es decir nos volvemos a encontrar con una historia presidida por la avaricia, la deslealtad y la venganza. Pero, al mismo tiempo, presenta notables diferencias con su antecesor
En primer lugar cuenta con un presupuesto más holgado, hecho que se aprecia tanto en las localizaciones (más abundantes que en su antecesora), como en la ambientación y en el reparto, con un incremento apreciable de los personajes.

En segundo lugar frente a la minimalista banda sonora de su predecesora, la compuesta en esta ocasión por Stelvio Cipriani, quien repetiría en el tercer film de la trilogía y volvería a colaborar con Anthony, entre otras, en “El justiciero ciego” (película ya comentada en este blog) se caracteriza por su variedad y riqueza. Así cuenta con un notable tema principal con claras influencias de las composiciones de Morricone, además de otro interesante pero que se utiliza sin ninguna finalidad dramática y de forma repetitiva (sobre todo en la escena de la tortura del antihéroe). También se escucha otra composición de influencia mejicana y, como en la primera película en un claro guiño a “Por un puñado de dólares”, una especie de silbido con el que se identifica al protagonista.

Por otra parte se introducen elementos humorísticos a través fundamentalmente de la figura del predicador o en determinadas escenas como aquella en la que le obligan a “El Extranjero” a cavar dos tumbas, lográndose, para mi gusto, una correcta dosificación de estas secuencias cómicas. Además consiguen no llegar al esperpento y a la chabacanería de otras producciones posteriores de Anthony como “El justiciero ciego” y, sobre todo, la delirante “Get Mean” (filme que cuenta con su correspondiente reseña). Por último, también se produce un importante aumento de los diálogos entre los personajes.

Pero todas estas virtudes, para mí, quedan bastante desdibujadas ante el hecho de que en esta segunda parte se pierde parte de la frescura, atmósfera sombría y malsana y, básicamente, capacidad de síntesis de la primera, con un trabajo del director menos original. Así nos vamos a topar con escenas que no aportan nada al filme, como la extraña, por surrealista, secuencia inicial en la que vemos al protagonista a lomos de su caballo en medio del desierto portando un parasol rosa, en lo que no sé si será un pequeño homenaje a aquella de “El bueno, el feo y el malo” en la que Elli Wallach también llevaba un quitasol mientras Eastwood se achicharraba, o la escena en la que el jefe de la banda dispara sobre una mejicana para quitarle el vestido de tirantes, sin que sepamos nada sobre el destino de la mujer ya que no vuelve a salir en la película; otras que, para mi gusto, se alargan en exceso mientras suena de forma repetitiva y machacona uno de los temas musicales, como la ya comentada de la tortura al protagonista, para la que los bandidos se sirven de una de las diligencias; y algunas sin sentido, como aquella en la que, en medio del tiroteo final, uno de los forajidos ve comida y tranquilamente se pone a devorarla y, claro, es pillado por “El Extranjero”, quien, en una decisión muy lógica, se siente en la mesa con el pistolero con el objeto de probar los manjares.


Por lo que respecta al elenco actoral, Tony Anthony vuelve a encarnar, mostrando para mí sus carencias interpretativas, al Extranjero, un individuo del que en esta película tenemos más información; así junto a su vulnerabilidad (se deja zarandear por el jefe de la banda) y su astucia, ambos rasgos ya apuntados en el primer largometraje, conoceremos su falta de habilidad manual (es incapaz de liarse un pitillo correctamente), su infalibilidad con el revólver (creo que en la primera no llegaba a desenfundarlo) o su generosidad (le cede la recompensa obtenida por la captura de los miembros de “El tesoro de la frontera” al predicador).

Marco Gugliemi, actor al que volveríamos a ver en “Bandidos” como uno de los miembros de la banda de Billy Kane y en “Corre Cuchillo…corre” como un asesor francés (ambas películas ya comentadas) se hace cargo del papel del predicador, un estrafalario charlatán que protagoniza algunas escenas cómicas y que como personaje no me pareció muy convincente, ya que aparece y desaparece a gusto de los guionistas y porta una serie de objetos, como la famosa escopeta de cuatro cañones o una especie de cohetes, que le restan credibilidad.

Daniele Vargas, sin duda para mí el mejor intérprete de todos, encarna convincentemente al oficial postal que en un giro de guión nos dará una pequeña sorpresa. Dan Vadis (uno de esos hercúleos actores, como Steve Reeves o Gordon Mitchell, habituales de la famosa Playa del Músculo, que formaría parte de la trouppe de Mae West para, posteriormente, probar suerte en Europa en el pujante “peplum” y, tras la decadencia de este subgénero, en el spaghetti aunque sin demasiada fortuna), da vida, como ya le ocurrió en “El hombre del Sur” (también reseñada en el blog), con su hieratismo habitual a En Plein el malévolo jefe de la banda de forajidos. Como miembros de la misma aparecen Raf Baldaserre, habitual en los filmes de Anthony, en un papel de pistolero con alguna deficiencia mental que siempre está riendo, y un casi irreconocible Mario Novelli en el papel de Austin, un maniaco sexual. El reparto se completa con la presencia casi testimonial de una madura Marina Berti, la inolvidable esclava enamorada de Petronio en “¿Quo Vadis?”, en el rol de Ethel, la mujer del oficial postal, y Ettore Manni, otro actor con amplia experiencia en el cine de sandalias y espadas, como el teniente Stafford.

En resumen un aceptable y entretenido spaghetti que, comparándolo con el primero de la trilogía, creo cuestiona el hecho de que un mayor presupuesto dé como resultado una mejor película.

TONY ANTHONY

Actor, guionista, productor y director estadounidense (1937 Virginia) de origen italiano cuyo verdadero nombre es Roger Pettito. Tras estudiar en la Universidad de Carnegile Mellon en Pittsburg pronto se interesó por el mundo del cine en todos sus aspectos. Así su debut se produjo en el largometraje dirigido en 1966 por su amigo Saul Swimmer “Force of impulse”, una película independiente sobre el drama de las familias con hijos delincuentes en la que Anthony también participó en el guión y en la producción.

Tras colaborar de nuevo con Swimmer en su segundo proyecto “Without each other” en 1962 (ambos escribieron el guión, Swimmer lo dirigió y Anthony fue el actor principal) y aparecer en una coproducción dirigida por George Sherman, decide probar suerte en Italia donde rueda tres comedias hasta que gracias a la amistad de Swimmer con Allen Klein (manager de The Beatles) pudo poner en pie “Un dólar entre los dientes”, spaghetti de gran éxito (se lanzó en los EEUU por la MGM como rival de Eastwood y su hombre sin nombre cuyos derechos los poseía la United Artist) que dio lugar a una peculiar trilogía dirigida por Luigi Vanzi, en la que participó como protagonista en el rol de un pistolero denominado The stranger (personaje que más tarde retomaría en la delirante “Get Mean”, también producida por él), además de colaborar en los guiones de las dos últimas y coproducir la tercera.

Hombre inquieto, fruto de sus programas de investigación y desarrollo de la tecnología del cine fueron varios avances en cuanto a objetivos y a cámaras de pantalla ancha, lo que le permitió rodar en 1981 el film en 3D “Yendo hacia ti” realizada por Ferdinando Baldi (que ya le había dirigido en “Blindman”, con Ringo Starr en un papel destacado, y en la citada “Get Mean”) y en la que también participó su amigo Gene Quintano como coprotagonista, coproductor y coguionista.
Su última película como protagonista fue otro film en 3D, en este caso de aventuras, “El tesoro de las cuatro coronas” en la que volvió a contar con Baldi (director), Quintano (actor, guionista y productor) y Lloyd Battista (guionista, que había participado en los libretos de cuatro de sus westerns).

A partir de ese momento se retirará del cine y sólo participará de forma esporádica como productor en proyectos de sus amigos Gene Quintano (“Una espía en mi alcoba” y “Un dólar por los muertos” que constituyó, por la falta de respuesta en taquilla, un intento fracasado de hacer varios westerns coproducidos entre España y los EEUU) y Mark Damon (“Orquídea salvaje”).

Filmografía en SW:

1966- Un dólar entre los dientes
1967- Un hombre, un caballo, un colt
1968- El forastero silencioso
1971- El justiciero ciego (Blindman)
1976- Con el sol en los ojos y la pistola en la mano (Get Mean)
1981- Yendo hacia ti (Comin’ at ya!)



miércoles

SEIS BALAS…UNA VENGANZA…UNA ORACIÓN


Seis balas...una venganza...una oración (Diamante Lobo)
1976
Italia/Israel
Director: Gianfranco Parolini
Guión: John Foncesa, Gianfranco Parolini
Fotografía: Sandro Mancori
Música: Sante Maria Romitelli

Reparto:
Lee Van Cleef, Jack Palance, Richard Boone, Sybil Danning, Leif Garrett, Rafi Ben Ami, Heinz Bernard, Chin Chin, Ricardo David, Didi Lukov, Zila Carni, Robert Lipton, Cody Palance, Ian Sanders, Pnina Golan, Carolyn Stellar

Menahem Golan es un productor israelí que, junto con su primo Yoram Globus y tras su estancia en los Estados Unidos bajo la tutela del rey de la serie b Roger Corman, regresó a su país con intención de desarrollar en éste una industria cinematográfica sólida, para de vuelta a los EEUU fundar la Cannon Group, compañía responsable de gran parte de la filmografía de Jean Claude Van Damme y de Chuck Norris. De entre los proyectos rodado en su país de origen destacan dos westerns de dudosa calidad interpretados por un Lee Van Cleef en decadencia junto a un pujante y jovencísimo Leif Garrett, que por aquel entonces se había convertido en ídolo de las adolescentes gracias a su participación en la serie “Tres en la carretera” (1975), y en los que aprovecharon las posibilidades de los desiertos israelíes para recrear el viejo oeste, siendo éste el primero y mejor de los dos (el otro se estrenaría en España con el nombre de “Venganza sangrienta” dirigida por el televisivo Joseph Manduke y con Jim Brown acompañando a la pareja protagonista).

Los Clayton, una banda de forajidos capitaneada por Sam Clayton, tras robar el banco de Crane City, se dirigen a Juno City con la intención de asaltar una diligencia próxima en llegar. Allí asesinarán a un ciudadano y tan sólo el padre John les hará frente. Tras acabar también con él, Johnny, un muchacho huérfano que mantenía una especial relación con el sacerdote, buscará al hermano de John, un antiguo pistolero refugiado en Méjico llamado Lewis, con el objeto de que acabe con los bandidos.

En esta ocasión el tándem Golan-Globus encargó la dirección a un habitual de este subgénero, Gianfranco Parolini (creador de dos personajes míticos del spaghetti: Sabata, interpretado en dos ocasiones por Lee van Cleef, y Sartana al que dio vida, principalmente, Gianni Garko) que, supongo para facilitar la comercialización del producto haciéndolo pasar por norteamericano, empleo el seudónimo de Frank Kramer. El resultado de su trabajo, alejado del obtenido en otros spaghettis, resulta bastante vulgar y no supera al de cualquier telefilm de la época; destacando tan sólo la idea (supongo que buscada) de que lo que estamos viendo no es real sino una representación (así tanto la imágenes del principio como las del final aparecen encuadradas en un teatro de guiñol) y la larga secuencia en la que Lewis acaba con los pistoleros sin emplear los revólveres y a la que Parolini dota de una estética sobrenatural y fantástica (utilización de niebla aunque no se sepa de dónde sale, distorsión de imágenes, empleo de encuadres torcidos, etc), no obstante desde el punto de vista narrativo dicha escena no tiene mucho sentido (uno no termina de comprender por qué un pistolero decide ayudar a Johnny y vengar a su hermano sin utilizar sus herramientas de trabajo).

Si la dirección es vulgar, el guión obra de Parolini junto con John Fonseca (escritor del que no tengo referencias) es un despropósito desde la premisa inicial (el chaval buscando en Méjico a Lewis y, claro, como el país es pequeño encontrándolo nada más llegar), pasando por el trastorno en el habla que sufre Johnny del que milagrosamente se recupera al final, hasta el giro en el guión en relación con el verdadero progenitor del chico. Además, como la historia no daba para mucho más, ambos se inventan varias escenas que nada aportan al desarrollo de la trama, sobre todo un largo flashback en relación con el pasado de Lewis. La banda sonora compuesta por Sante María Romitelli cuenta con un tema principal pasable, aunque el resto flojea mucho, en especial uno, que se repite constantemente y se me hizo insoportable, con un silbido seguido de un toque de guitarra.

En cuanto al elenco actoral está encabezado, como ocurriría en la posterior “Venganza sangrienta” (1977), por actores norteamericanos. En primer lugar, nos encontramos por partida doble, como el padre John y su hermano gemelo Lewis, con Lee Van Cleef cuya interpretación, aunque no está mal, dista mucho de las llevadas a cabo en su época de esplendor (los dos spaghettis con Sergio Leone, “El día de la ira”, “De hombre a hombre” o “El halcón y la presa”), además de portar una peluca realmente ridícula. Jack Palance, uno de los grandes malos que nos ofreció en este subgénero un par de personajes inolvidables bajo la batuta de Sergio Corbucci, está realmente sobreactuado en el rol de Sam Clayton, el jefe de los bandidos. Richard Boone, otro de los grandes secundarios de Hollywood (“La pradera sin ley”, “El Álamo”, “Río Conchos”) se limita a prestar su físico al cobarde sheriff de Juno, un personaje que desaparece a la media hora y no vuelve aparecer hasta el final en una pequeña escena. Leif Garrett, tan insoportable como en el era habitual, da vida a Johnny y la austriaca Sybil Danning interpreta a Jenny la madre de Johnny, personaje que guarda un terrible secreto en relación con el verdadero padre de su hijo, secreto que se desvelará a través de otro innecesario flashback.

Como curiosidad, el malogrado hijo de Jack Palance, Cody Palance, da vida en la película a Zeke Clayton, uno de sus sobrinos. En definitiva un spaghetti tardío que muestra claramente la decadencia de este subgénero y de uno de sus iconos, el gran Lee Van Cleef. Por lo que creo es sólo recomendable para fans del actor o incondicionales de este subgénero.

LEE VAN CLEEF

Lee Van Cleef (9 de enero de 1925 - 16 de diciembre de 1989) es uno de los iconos del genero. En los años 50, comenzó una discreta carrera como secundario en el cine, que no le fue muy bien, y le llevó a principios de los 60 a casi a abandonar la carrera, y en ello estaba, cuando en el 65 le llamó Leone para participar en "La muerte tenia un precio", y "El bueno, el feo y el malo" un par de años después. Estas dos películas hizo que su carrera se relanzara, hasta llegar a ser uno de los actores mas importante del genero, en el que protagonizó muchos spaghetti westerns, y que hasta en su país natal, USA, se le empezara a echar mucha más cuenta.

Aparte de las dos cintas de Leone, este actor tiene algunos de los mejores westerns europeos en su filmografia, como "El halcon y la Presa", "El dia de la ira" o "El gran duelo". Y ya no dejó de trabajar, hasta su muerte en 1989 en USA. Su peculiar rostro siempre nos acompañará a los amantes del Spaghetti western.

Filmografia SW:

1965- La muerte tenia un precio
1966- El halcón y la presa
1966- El bueno, el feo y el malo
1967- De hombre a hombre
1967- El dia de la ira
1968- Más alla de la ley
1969- Oro sangriento (Sabata)
1971- Texas 1870
1971- Capitán Apache
1971- El hombre de Rio Malo
1972- Gran duelo al amanecer
1973- Dio, sei proprio un padreterno!
1974- El karate, el colt y el impostor
1975- Por la senda más dura
1976- Seis balas... una venganza... una oración
1977- Vendetta (Venganza sangrienta)

SALARIO PARA MATAR


Salario para matar (El Mercenario)
1968
Italia/ España
Director: Sergio Corbucci
Guión: Adriano Bolzoni
Fotografía: Alejandro Ulloa
Música: Ennio Morricone, Bruno Nicolai

Reparto:
Franco Nero, Jack Palance, Tony Musante, Franco Giacobini, Giovanna Ralli, Eduardo Fajardo, Álvaro De Luna, Raf Baldassarre, Remo De Angelis, José Canalejas, Vicente Roca, Franco Ressel, Guillermo Méndez, Enrique Navarro, Simón Arriaga, Ugo Adinolfi, José I. Zaldua, Francisco Niet, A. Jiménez Castellanos, Tito Garci­a, Franco Giacobini, Julio Peña.

Sergei Kowalski, apodado El Polaco (Franco Nero) es un mercenario que se une a Pancho Roman (Tony Musante) un líder mexicano revolucionario para asesorarle. Pero juntos tendrán que huir de un oficial del ejercito (Eduardo Fajardo) que no parará hasta acabar con ellos, y un pistolero llamado Rizos (Jack Palance) con una deuda personal con el Polaco y Roman.
Dos figuras del spaghetti wester, el director Sergio Cobucci y el actor Franco Nero, se unen en esta cinta. Además, como secundarios de lujos tenemos a Jack Palance y a Eduardo Fajardo. Todos ellos para contar la historia de el Polaco, un mercenario muy peculiar que a principios del siglo XX vende sus servicios en la frontera entre USA y México, ya que como él dice, "...siempre hay alguien que necesita un hombre experto en armas". Y así llega a conocer a Pancho Roman, un líder de una banda de mexicanos que se dedica a robar a los ricos para repartir entre los pobres, siendo él y su banda los principales beneficiarios, claro.

Uno de los primeros títulos del llamado "Zapata-western", "Salario para matar" (El Mercenario) es también la primera parte de la trilogia que su director Sergio Corbucci dedicó a México ("Compañeros" y "Que nos importa la revolución" fueron las dos restantes). Pese a todo, Corbucci no terminó de involucrarse en esta primera película en demasiados jaleos políticos, y su tratamiento de la revolución está más cercano a la leve comedia o la ironía que intentar inculcar ideas en el espectador, aunque no se puede negar que algo hay de esto si nos detenemos a analizar la película durante su visionado.

Franco Nero es el protagonista de la historia. En voz en off su personaje nos comienza a contar la primera parte de la película. Sin duda, y pese a que nos cuenta la historia de un revolucionario mexicano, Sergei Kowalski es el verdadero motor, y lo mejor del film. Kowalski es un europeo que se dedica a vender sus conocimientos en armamento y su experiencia en batalla. Ataviado con una estupenda gabardina, unos impecables guantes negros, lleva con orgullo su Medalla de Distinción "La Polonia Restituta" (condecoración que se otorgaba a los héroes de la unificación polaca) (1) y usa con precisión su pistola española Astra 400 del 9 largo (2).

Contratado para un "simple" trabajo de transporte de plata de una mina, el Polaco se ve en medio de un levantamiento en dicha mina por parte de los trabajadores, hartos de las condiciones infrahumanas en las que malviven. A la cabeza de la misma se encuentra Pancho Roman, un paleto, simple y embrutecido mexicano. El Polaco no duda en ponerse de lado de los revolucionarios, pero a cambio de un alto sueldo.
Así nace una sociedad entre ambos. Con la excusa de la revolución, todos empiezan a enriquecerse, aunque la banda pronto es perseguida por el Ejercito, mandado por el antiguo patrón de Pancho Roman, Alfonso Garcia (Eduardo Fajardo) y con la ayuda de "Ricitos", un asesino sin escrúpulos de la peor calaña, papel que recae sobre el siempre mal aprovechado Jack Palance.

Por desgracia para el Polaco, todo esto comienza a cambiar cuando se une a la banda una guapa muchacha, de nombre Columba (Giovanna Ralli), que poco a poco empieza a cambiar la mentalidad de Roman con ideales de justicia y de verdadera revolución. Desatendiendo los consejos del Polaco, Roman decide realmente luchar por la Revolución, y al final solo consigue que su gente muera arrasada por el ejercito, y a él no le queda otra que escapar y esconderse, aunque no logrará esquivar a su pasado bandolero, que se le presentará en forma de dos asesinos comandados por "Ricitos"...

Obviamente, con semejante demostración de que intentando perseguir los ideales justos uno no va a recibir nada bueno a cambio, podríamos pensar que estamos ante una historia bastante poco alentadora sobre la lucha revolucionaría, pero por suerte, creo que todo queda más claro en el ultimo dialogo entre los protagonistas, en el cual Roman le dice al Polaco que él tiene un sueño, y que por eso seguirá luchando, pese a tenerlo todo en contra. Pero más allá de la cuestión moral que encierra "Salario para matar", yo sin duda prefiero quedarme con la verdadera virtud de la película, que no es otra que las excelentes escenas de tiroteos y acción desenfrenada.Y si, volver a ver a Nero con una metralleta no tiene precio...

El cinismo y la chuleria del Polaco le queda perfecto a Franco Nero. "Ricitos", aparte de su velada homosexualidad ( diluida un poco en la versión que vimos en España) es un personaje que también se deja notar, y Tony Musante no desfallece pese a tener semejantes "rivales" en el reparto, y logra mantenerse a un buen nivel. Fajardo aporta su habitual saber estar, y la guapa Giovanna Ralli redondea un reparto notable. Corbucci se mantiene fiel a su estilo, que le convierten sin duda en el segundo mejor directo del genero, y dicen las malas lenguas que para algunos puede ser el mejor, pero eso ya es otro asunto. Su planificación de la escena del duelo en la plaza de toro es por si misma una autentica belleza, y justifica sobradamente una película.

Aunque no se puede negar tampoco que la música de Morricone ayuda bastante, y nos vuelve a regalar una banda sonora de antología, con un tema principal arrebatador. "Salario para matar" es un spaghetti ágil y que nunca aburre, que ha logrado que los años no le pesen demasiado, y una demostración del talento de Corbucci.
Lo que viene siendo un clásico, amigo... (TEXTO 800SW)

JACK PALANCE

Actor estadounidense (Pensilvania 1919-California 2006) cuyo verdadero nombre era Vladymir Ivanovich Palahniuk. De origen muy humilde (pertenecía a una familia ucraniana que emigró a los EEUU) desempeñó varias ocupaciones (boxeador, soldado, etc) antes de dedicarse a la interpretación en el teatro. Su debut en el cine vino de la mano de Elia Kazan en 1950 con el extraordinario thriller protagonizado por Richard Widmark “Pánico en las calles”. En la película interpretaba al personaje negativo (un matón infectado por un virus), rol, que dados sus particulares rasgos físicos y su mirada inquietante, repetiría una y otra vez.

Con Richard Widmark como protagonista volvería a trabajar ese mismo año en la notable cinta bélica “Situación desesperada” dirigida por Lewis Milestone; y en 1952 recibió su primera candidatura a un Oscar por el papel de marido con instintos asesinos, rechazado por Marlon Brando, en el film “Sudden fear”, película de suspense dirigida por David Miller y coprotagonizada por Joan Crawford y Gloria Grahame. Es en 1953, tras aparecer en varios largometrajes y serie de televisión, cuando le llegará uno de los papeles por el que siempre será recordado, el frío y sádico pistolero que vestía de negro en el clásico de George Stevens “Raíces profundas”, papel por el que estuvo de nuevo nominado al Oscar como mejor actor secundario. Ese mismo año rodaría otras dos interesantes películas: ”Hoguera de odios” con Charlton Heston como protagonista, en la que hacía de jefe indio, y “El hombre del ático” un thriller dirigido por el argentino afincado en los EEUU Hugo Fregonese.

A finales de esta década, tras haber protagonizado dos buenos films de Robert Aldrich (el drama ambientado en el mundo del cine “The big knife” y la cinta bélica “Attack” junto a Lee Marvin, con el que trabajaría en múltiples ocasiones) se le comenzará a ver en producciones europeas, principalmente británicas e italianas, que combinará con cintas rodadas en los EEUU tanto para la televisión como para la pantalla grande, y de entre las que se pueden destacar “Barrabás” (1961), “El desprecio” (1963), “Los profesionales” (1966), “Monty Walsh” (1970), “Bagdad Café” (1987) y "Batman" (1989).

En 1991 obtenía, por fin, el Oscar al mejor actor secundario (que vino a acompañar al Emmy que ganó en 1957 por su interpretación de un boxeador en la extraordinaria película para televisión dirigida por Ralph Nelson “Réquiem por un peso pesado”) por su papel de un viejo vaquero en la comedia “Cowboy de ciudad” dirigida por Ron Underwood; siendo su última aparición en el 2004 en un telefilm, “Back when we were grownups” junto a Faye Dunaway.

Por lo que respecta a este subgénero su debut en 1968 no pudo ser más afortunado, ya que Sergio Corbucci le ofreció el papel de Ricciolo, un pistolero un tanto extravagante, en “Salario para matar” también conocida como “El mercenario”, repitiendo con el director, de nuevo en un rol negativo, en otro Zapata western: ”Vamos a matar, compañeros”. El resto de su filmografía dentro del eurowestern, intervino en seis más, presenta menos interés.

Filmografía SW:

1968- Salario para matar (El mercenario)
1970- Vamos a matar, compañeros
1971- Chato el apache
1972- En el Oeste se puede hacer... amigo
1972- Tedeum
1973- Blu gang vissero per sempre felici e ammazzati
1975- La llamada del lobo
1976- Seis balas…Una venganza…Una oración
1977- Welcome to a Blood City

UN DOLAR ENTRE LOS DIENTES


Un dólar entre los dientes (Un Dollaro tra i denti) (A stranger in town)
1966
Italia/Usa
Director: Luigi Vanzi
Guión: Warren Garfield, Giuseppe Mangione
Fotografía: Marcello Masciocchi
Música: Benedetto Ghiglia

Reparto:
Tony Anthony, Frank Wolff, Jolanda Modio, Gia Sandri, Raf Baldassarre, Aldo Berti, Antonio Marsina, Salvatore Puntillo, Fortunato Arena, Rossella Bergamonti, Ugo Carboni, Giovanni Ivan Scratuglia, Lars Bloch, Angela Minervini, Elio Angelucci, Nicola Di Gioa, Enrico Capoleoni, Arturo Corso, Loris Bazzocchi.

SINOPSIS: Un enigmático pistolero tras llegar a un pueblo cuasi fantasma llamado Cerro Gordo le propone a Águila, jefe de un grupo de forajidos mejicanos, robar un cargamento de oro custodiado por el ejército estadounidense a cambio de quedarse con la mitad del botín. Pero, tras dar el golpe, es traicionado por los bandoleros por lo que desde ese momento ideará un plan para vengarse de los forajidos y recuperar el dinero.

Coproducción italo-estadounidense de 1966, aunque fue estrenada a principios de 1967, también conocida como “A Stranger in town” que, junto con “Un hombre, un caballo, una pistola” realizada al año siguiente y “El forastero silencioso” realizada en 1969, conforma la trilogía sobre “El extranjero” un enigmático pistolero con el que la Metro Goldwyn Mayer, que distribuyó la trilogía en los EEUU, quiso dar la replica al hombre sin nombre de Leone-Eastwood cuyos derechos en los EEUU correspondían a la United Artists.

El tríptico obedece a un proyecto personal de su protagonista, Tony Anthony (un inquieto actor de origen italiano cuyo verdadero nombre es Roger Pettito que participaría en el guión de las dos últimas películas de la trilogía e, incluso, coproduciría la tercera) en el que cobró gran importancia para ponerlo en pie la implicación de Allen Klein (manager de The Beatles) al que pudo acceder Tony gracias a su amistad con el director y guionista Saul Swimmer con el que había colaborado en un par de películas en los EEUU, y cuya dirección se encargó a Luigi Vanzi, bajo el seudónimo de Vance Lewis, un realizador con escasa experiencia tras la cámara pero que supo dar un toque personal a esta primera película.

La película presenta fuertes similitudes con la seminal “Por un puñado de dólares”, no solamente en la trama, aunque más esquematizada; sino también tanto en las situaciones, así por ejemplo se inicia con la llegada al pueblo del taciturno pistolero, hay una mujer joven con un hijo de corta edad que es secuestrada y se ve obligada a mantener relaciones sexuales con el jefe de la banda, el antihéroe recibe una enorme paliza justo antes de comenzar su venganza tras haberse repuesto y nos encontramos con un enfrentamiento final entre “El Extranjero” y Aguila calcado al de su modelo (aquí el protagonista se protege tras una vagoneta de hierro en vez de con una plancha y se repite el duelo cargando sus respectivas armas los dos contrincantes, aunque en esta película el antihéroe porta una escopeta de cañones recortados y el villano una ametralladora, en vez del colt y el Winchester que empuñaban los contendientes en el largometraje de Leone); como en los personajes ya que “El Extranjero” está inspirado en el hombre sin nombre ál que parodia, además de presentar un aspecto todavía más desastrado (en vez de un poncho lleva una manta vieja), mientras que el personaje de Águila es un calco de Ramón Rojo, incluso en las primeras escenas no se separa de su Winchester, y la secuencia en la que con la ametralladora acaba con los prisioneros mejicanos es un claro guiño a la escena del río en la que Ramón terminaba con los soldados yankis.

Pero aunque el largometraje está, por tanto, fuertemente inspirado en el de Leone (incluso creo que hay otro guiño al siguiente western dirigido por éste ya que los bandidos, como los hombres del Indio, tienen su guarida en una iglesia abandonada) presenta, a pesar del muy limitado presupuesto que se aprecia sobre todo en las escasas localizaciones, ciertas virtudes y elementos personales, no sólo al simplificar, como antes señalé, la trama, que aparece estructurada en dos partes diferenciadas, primando en la primera la avaricia representada tanto en el deseo o codicia de un bien ajeno (inicio del film y planteamiento del robo) como en la traición (interludio en el que el antihéroe se ve engañado por Águila), mientras que en la segunda predomina la ira bajo la forma de la venganza (la parte más larga con un intento fallido de recuperar el botín por parte del antihéroe, lo que le cuesta ser salvajemente golpeado, y el posterior enfrentamiento de éste con los miembros de la banda de Águila, a los que va aniquilando en un estupendo tramo final), o al reducir las líneas de diálogo a la mínima expresión, ya que en buena parte de la película no se habla y priman las imágenes acompañadas de los dos temas musicales (los ocho primeros minutos, por ejemplo, carecen de diálogos); sino también, al saber crear una atmósfera, a la que sin duda no es ajena la labor de Marcello Maschiochi como director de la fotografía, mucho más sombría y decadente que la de su modelo, con un pueblo prácticamente abandonado que da la sensación de estar cayéndose a pedazos y con unos personajes negativos caracterizados por su brutalidad y su avaricia.

Quizás el elemento menos acertado sea la banda sonora compuesta por Benedetto Ghiglia que ahonda en el carácter minimalista del film con un aceptable tema principal con predominio de la guitarra que, para mi gusto, se repite en exceso llegando a ser un poco pesado, y otro que prácticamente es un rasgueo de guitarra, para mí, bastante insoportable. Además también en la banda sonora hay otro guiño a “Por un puñado de dólares”, en esta ocasión con una especie de silbido (no sé si se trata de una flauta) que se suele identificar con el protagonista.

Por lo que respecta a los actores, tenemos como antihéroe a Tony Anthony, interprete que hasta ese momento sólo había protagonizado en Estados Unidos tres películas por lo que decidió probar suerte en Europa, que se limita a estar por ahí dado lo escasamente trabajado de su personaje, mientras que Frank Wolff, otro norteamericano emigrado al viejo continente, hace una buena composición, basándose para mi en Gian Maria Volonte, de Águila, un megalómano y sádico bandido (no duda en amenazar con una navaja a un bebé para obtener información de su madre o en fusilar a los soldados mejicanos para probar la ametralladora), además de necesitar constantemente que le confirmen sus hombres que es “un hombre justo”.

En papeles secundarios aparecen dos veteranos del spaghetti, el habitualmente malvado Raf Baldaserre, otro amigo de Anthony con el que contaría para sus futuros proyectos, como la mano derecha de Águila y Alberto Berti en el papel de Marinero, otro miembro de la banda apodado de esa forma porque disfruta ahogando a sus víctimas, entre ellas un sacerdote; además de dos actrices, Jolanda Modio, que también aparecería en “Cara a cara”, en un personaje, sin nombre, muy parecido al desempeñado por Marianne Koch en “Por un puñado de dólares” y Gia Sandri como Maruca, un personaje bastante curioso ya que se insinúa, por la forma cómo trata a Jolanda Modio, su tendencia lésbica e, incluso, su sadismo ya que lleva siempre un látigo y disfruta utilizándolo.

En resumen un brutal y violento spaghetti western que a pesar de su escaso presupuesto, alguna situación inverosímil (no se sabe, porque es prácticamente imposible, cómo escapa el protagonista de la guarida de la banda de Águila) y sus fallos (no se respeta la unidad de tiempo, así hay una escena que se desarrolla de noche en el interior mientras que en el exterior es de día) me ha parecido muy digno y entretenido, además de contar con un gran tramo final.

TONY ANTHONY

Actor, guionista, productor y director estadounidense (1937 Virginia) de origen italiano cuyo verdadero nombre es Roger Pettito. Tras estudiar en la Universidad de Carnegile Mellon en Pittsburg pronto se interesó por el mundo del cine en todos sus aspectos. Así su debut se produjo en el largometraje dirigido en 1966 por su amigo Saul Swimmer “Force of impulse”, una película independiente sobre el drama de las familias con hijos delincuentes en la que Anthony también participó en el guión y en la producción.

Tras colaborar de nuevo con Swimmer en su segundo proyecto “Without each other” en 1962 (ambos escribieron el guión, Swimmer lo dirigió y Anthony fue el actor principal) y aparecer en una coproducción dirigida por George Sherman, decide probar suerte en Italia donde rueda tres comedias hasta que gracias a la amistad de Swimmer con Allen Klein (manager de The Beatles) pudo poner en pie “Un dólar entre los dientes”, spaghetti de gran éxito (se lanzó en los EEUU por la MGM como rival de Eastwood y su hombre sin nombre cuyos derechos los poseía la United Artist) que dio lugar a una peculiar trilogía dirigida por Luigi Vanzi, en la que participó como protagonista en el rol de un pistolero denominado The stranger (personaje que más tarde retomaría en la delirante “Get Mean”, también producida por él), además de colaborar en los guiones de las dos últimas y coproducir la tercera.

Hombre inquieto, fruto de sus programas de investigación y desarrollo de la tecnología del cine fueron varios avances en cuanto a objetivos y a cámaras de pantalla ancha, lo que le permitió rodar en 1981 el film en 3D “Yendo hacia ti” realizada por Ferdinando Baldi (que ya le había dirigido en “Blindman”, con Ringo Starr en un papel destacado, y en la citada “Get Mean”) y en la que también participó su amigo Gene Quintano como coprotagonista, coproductor y coguionista.
Su última película como protagonista fue otro film en 3D, en este caso de aventuras, “El tesoro de las cuatro coronas” en la que volvió a contar con Baldi (director), Quintano (actor, guionista y productor) y Lloyd Battista (guionista, que había participado en los libretos de cuatro de sus westerns).

A partir de ese momento se retirará del cine y sólo participará de forma esporádica como productor en proyectos de sus amigos Gene Quintano (“Una espía en mi alcoba” y “Un dólar por los muertos” que constituyó, por la falta de respuesta en taquilla, un intento fracasado de hacer varios westerns coproducidos entre España y los EEUU) y Mark Damon (“Orquídea salvaje”).

Filmografía en SW:

1966- Un dólar entre los dientes
1967- Un hombre, un caballo, un colt
1968- El forastero silencioso
1971- El justiciero ciego (Blindman)
1976- Con el sol en los ojos y la pistola en la mano (Get Mean)
1981- Yendo hacia ti (Comin’ at ya!)

FRANK WOLFF

Actor estadounidense (1928 California-1971 Roma) cuyo verdadero nombre era Walter Hermann Frank Wolff. De familia acomodada (su padre era médico) y de ideología de izquierdas, durante la década de los cincuenta estudió en la UCLA, apoyado por sus padres, actuación y dirección, montando diversas obras de teatro como “El tiempo es mañana” (drama en el que se criticaba la guerra) y obteniendo por dos veces el premio a mejor actor. Es durante esta época de estudiante cuando va a conocer a realizadores de la talla de Monte Hellman (“A través del huracán”, “Carretera asfaltada en dos direcciones”) del que se hará un gran amigo y con el que montará varias obras de teatro en UCLA o del mítico productor-director Roger Corman (además de su labor como director fue el mentor entre otros de Coppola, Scorsese, Demne, Nicholson o De Niro).

Gracias a la amistad con este último participó en varias películas dirigidas por él que compaginó con apariciones en series de moda de la época (“Los intocables”, “Caravana” o “Rawhide”). En 1961 se trasladó a Grecia para rodar de nuevo con Corman “Atlas”. Una vez en Europa decide probar suerte en la industria cinematográfica de este continente y, sobre todo, en la italiana, destacando sus apariciones en el policiaco dirigido por Francesco Rosi en 1962 “Salvatore Giuliano”, el drama sobre los inmigrantes griegos en EEUU “América, America” realizada por Elia Kazan en 1963, la coproducción de 1966 “La Venus de la ira” de Daniel Mann en la que trabajó junto a Sofía Loren y Peter Finch o la comedia de ese mismo año de Dino Risi “Arreglo de cuentas en San Genaro” con Nino Manfredi.

Su debut en el spaghetti western, tras haber rechazado el papel del malo en “Por un puñado de dólares”, tuvo lugar en 1966 con “Alambradas de violencia” de Leon Klimovsky en la que compartía cartel con Anthonny Steffen y llegó a rodar en apenas cuatro años hasta diez eurowesterns entre los que destacan dos de los mejores films de este subgénero “Hasta que llegó su hora” en el rol del desafortunado marido de Jill y “El gran silencio” como el desdichado sheriff, ambas rodadas en 1968.

De su última etapa sobresale su participación en tres giallos, “Asesinada ayer” dirigida en 1970 por Duccio Tessari, película en la que compartía protagonismo con Raf Vallone, y dos coproducidos entre España e Italia realizados en 1971: “Los fríos ojos del miedo” película de Enzo G. Castellari (con el que había trabajado en un par de spaghettis) y “La muerte camina con tacón alto” dirigida por Luciano Ercoli. Ese mismo año, aquejado por una fuerte depresión, se suicidaba en el Hotel Hilton de Roma antes de que se estrenase su última película “Quando le donne persero la coda”.

Filmografía en SW:

1966- Alambradas de violencia
1966- Los cuatros salvajes
1967- Il templo degli awoltoi
1967- Un dollaro trai denti
1967- Tu perdonas… yo no
1968- Llego, veo y disparo
1968- El gran silencio
1968- Hasta que llegó su hora
1968- Mátalos y vuelve
1969- Yo soy vuestro verdugo

martes

DJANGO EL TACITURNO


Título original
Bill il taciturno (Django le taciturne)
Año
1968
Duración
85 min.
País
Italia
Director
Massimo Pupillo
Guión
Lina Caterini, Paul Farjon, Marcello Malvestito, Renato Polselli
Música
Berto Pisano
Fotografía
Mario Parapetti
Productora Coproducción Italia-Francia; Avis Film

Reparto
George Eastman, Luciano Rossi, Liana Orfei, Mimmo Maggio, Peter Hellman, Spartaco Conversi, Federico Boido, Giovanna Lenzi

Sinopsis
Bill Django ayuda a una pequeña caravana de colonos que está luchando contra el ataque de unos bandidos mexicanos. Se encuentran en territorios bajo el dominio de El Santo. Luego salva a una mujer llamada Linda, cuyo marido fue asesinado previamente por Thompson, un contrabandista de armas. Linda, que tiene información sobre una mina de oro perdida, viaja con Bill hacia Santa Ana, donde se encuentran reunidos Thompson y su banda.

Aceptable spaghetti western, obra de un desconocido en el género, Massimo Pupillo. Aunque la trama es deslavazada,contiene los elementos que aprecian los seguidores del género: héroe justiciero temible con las pistolas y con los puños (que también se llama Django, cómo no), bandido mexicano jefe de una banda salvaje de "manitos, malo muy malo amo del pueblo y algo enloquecido...y sobre todo muchos tiros y muchos puñetazos. El valor añadido de la película lo supone el apartado de los duelos, donde hay varios y uno de ellos, el de Django y un pistolero con ridículos (y graciosos) tics, al que da vida el gran Federico Boido, muy bueno.

La chica, en esta película, es una Liana Orfei venida a menos, que pasa por varias manos antes de que Django se la lleve con él al finalizar la historia. Como de costumbre, luce un pelucón amarillo, típico en las féminas del género, y es tan boba como las demás (con las excepciones correspondientes, aunque no muchas. Geoge Eastman, otro clásico del género aunque no en papeles de protagonista, es un mal actor, cosa que a nadie sorprende, pero en vez de poner cara de duro como los demás, cara de duro sin mover un solo músculo (Franco Nero, Anthony Steffen y demás), se ríe sin venir a cuento. Además es un gigante que deja enanos a todos los actores que se emparejan con él, lo cual, a veces, resulta grotesco. No es actor para encarnar al personaje de Django, sino más bien a malvados segundones.

Luciano Rossi es un actor especializado en hacer de malo, pero no de malo malísimo, sino de malo esquizofrénico. Con su tinte amarillo y sus muecas, encarna a Thompson, el amo del pueblo y de la comarca, y no se explica como un tipo así puede acumular tanto poder. Además es un cobardica, lo cual entorpece el duelo final de la película, que debería de haber sido el mejor de todos: el más bueno contra el más malo. En el papel de "El Santo", el jefe de los bandidos mexicanos, Mimmo Maggio cumple, pero sin la maestría a la que nos tienen acostumbrados nuestros Fernando Sancho o José Bódalo.

GEORGE EASTMAN

Actor y guionista italiano nacido cerca de Génova en 1946 cuyo verdadero nombre es Luigi Montefiori, aunque a lo largo de su dilatada carrera ha utilizado otros seudónimos.

A mediados de los años sesenta se traslada a Roma y en 1966 se produce su debut en el cine con un spaghetti dirigido por Maurizio Lucidi y protagonizado por Robert Woods “Due once di piombo”. A partir de ese momento y favorecido por su espectacular físico, mide más de dos metros, trabajará con gran regularidad en las dos décadas siguientes tanto en spaghettis (apareció en unos quince) como en otros géneros: aventuras, ciencia ficción, terror, eróticas, destacando su participación en “Satyricon” de Fellini en 1969, “La selva blanca” película dirigida por Ken Annakin en 1972 y protagonizada por Charlton Heston, “Pata de palo” en 1973 que supuso la primera incursión en la dirección de Kirk Douglas que también la protagonizó, “Cani arrabiati” un giallo dirigido por el especialista Mario Bava en 1974, “Rey David” en 1985 que le permitió trabajar junto a Richard Gere encarnando a Goliath o “Regalo de Navidad” (1986) de Pupi Avati, un drama en el que se le pudo ver en un rol muy diferente.

A partir de la década de los noventa sus apariciones en pantalla son cada vez menores siendo su último trabajo como actor la película estadounidense de 2008 “Grindhouse Universe”.

Paralelamente a su carrera como actor ha desarrollado otra muy fructífera como guionista (cuenta con más de cuarenta guiones, entre ellos el de “Ciakmull” y el de “Keoma”, tanto para la gran pantalla como para la televisión) que junto a sus interpretaciones le han convertido en uno de los iconos del cine denominado Eurotrash, al haber colaborado con directores tan representativos como Ruggero Deodato (“Los bárbaros”), Umberto Lenzi (“La Guerra del Hierro”), Sergio Martino (“2019 tras la caída de Nueva York”, “Caimán”), Enzo G. Castellari (“Los nuevos bárbaros”, “1990, el guerrero del Bronx”) y, sobre todo, Joe D’Amato con el que ha trabajado en múltiples ocasiones destacando entre éstas la mítica y controvertida “Gomia”, terror en el Mar Egeo” de 1980 que fue prohibida en varios países, entre ellos Gran Bretaña, y en la que interpretaba a un antropófago.

Hombre polifacético también ha dirigido dos films: “Anno 2020-I gladiatori del futuro” en 1982 junto con su amigo Joe D’Amato y “Metamorphosis” también conocida como “Reanimator 2” de la que además escribió el guión. Su último trabajo, este mismo año (2010), ha sido un guión para la televisión italiana “Il pecato e la vergogna”.

Filmografía en SW:

1966- Due once di piombo
1966- Yo soy Trinidad
1967- El último pistolero
1967- Bill il taciturno
1967- Un poker di pistole
1968- El clan de los ahorcados
1968- Odia il prossimo tuo
1968- Il mio corpo per un poker
1969- La colina de las botas
1970- La puerta del infierno (Ciakmull)
1971- Bastardo, vamos a matar
1971- Quel maledetto giorno della ressa dei conti
1972- Les llamaban y les llaman dos sinvergüenzas
1972- La selva blanca
1973- Todos para uno, golpes para todos
1975- La tigre venuta dal fiume Kwai

TIERRA BRUTAL


Tierra brutal (The Savage Guns)
1961
España/EEUU
Director: Michael Carreras
Guión: Edmund Morris, Jose Gutierrez Maesso
Fotografía: Alfredo Fraile
Música: Antón García Abril

Reparto:
Alex Nicol, Richard Basehart, Paquita Rico, Don Taylor, Fernando Rey, María Granada, José Nieto, Víctor Israel, Rafael Albaicín, Manolita Barroso, Víctor Bayo, Xan das Bolas, Pilar Caballero, Francisco Camoiras, Félix Fernández, Antonio Fuentes, José Manuel Martín, Sergio Mendizábal, Manolo Peiia, Alfonso Rojas, Rafael Vaquero.

Primer western rodado en tierras españolas en 1961 que mostró las posibilidades de los paisajes almerienses para recrear el mundo del Far-west. Además fue la primera de numerosas coproducciones hispano-estadounidenses (la todopoderosa Metro Goldwyn Mayer se implicó en la distribución internacional de la película) en las que las productoras norteamericanas buscaban abaratar los costes rodando en España westerns que, generalmente, seguían miméticamente los cánones de los films serie b, eran dirigidos por realizadores curtidos en este tipo de productos (George Sherman, Roy Rowland, Sidney Pink, Paul Landres, Lesley Selander) y al frente de sus repartos solían figurar estrellas estadounidenses en decadencia (Jeffrey Hunter, Broderick Crawford) o de segunda fila (Audie Murphy, Russ Tamblyn, Rory Calhoun, Don Murray) con el objeto de facilitar su comercialización.

Steve Fallon, un temible pistolero que quiere olvidar su violento pasado, es recogido por Mike Summers, un ex oficial sudista que ha hecho del pacifismo su bandera tras su experiencia traumática durante la Guerra de Secesión, y su mujer, de origen mejicano. El problema es que la región, en la frontera con EEUU, está controlada por Ortega y su cuadrilla de pistoleros, entre los que destaca otro norteamericano llamado Danny Pose, que actúan como una auténtica mafia exigiendo a los rancheros el pago de una especie de impuesto a cambio de asegurarse su protección. El conflicto pronto alcanzará al rancho de Mike y Steve tendrá que actuar de nuevo.

La película me ha parecido bastante floja y muy lenta, sobre todo en su parte inicial, con un guión, obra de Edmund Morris, premioso, escasamente imaginativo (incluso cuenta con la tópica historia de amor muy mal desarrollada), con diálogos un tanto pretenciosos y forzados como el que mantiene la mujer de Mike con Steve al señalar la primera “Si el fuerte no quiere proteger al débil ¿A quién puede recurrir éste?”, a lo que le contesta el segundo “Si el débil siempre busca protección nunca se hará fuerte” y que se limita a repetir situaciones vistas en infinidad de westerns anteriores, como “Raíces profundas” puesto que el personaje de Steve recuerda a Shane y su intento, fallido por las circunstancias, de abandonar las armas o “Una vida por otra” en el que Howard Keel (actor de cierto parecido físico con Don Taylor) encarnaba a un ex oficial confederado que debía hacer frente con su mujer a los ataques de los bandidos mejicanos.

La dirección corrió a cargo de Michael Carreras productor y realizador ligado a la Hammer, que hizo de éste un proyecto personal ante la negativa de la mítica productora británica de financiar un western, y contó con la colaboración de otro compañero de la Hammer en labores de producción, el guionista de varios títulos emblemáticos de la citada productora Jimmy Sangster. Su labor en la dirección me ha parecido solamente correcta, destacando la escena del enfrentamiento entre Danny y Ortega cuyo inicio, curiosamente, parece más propio de un film gótico.

En cuanto a los actores cabe señalar que al frente del reparto se encuentran tres norteamericanos. En primer lugar Richard Basehart, que a pesar de haber participado en cintas de calidad como “Fixed Bayonets” de Samuel Fuller o “Moby Dick” de John Huston distaba mucho de ser una estrella, da vida a Steve Fallon, pero a pesar de sus esfuerzos creo que su físico está bastante alejado del de un temible pistolero, por lo que su elección, con independencia de su calidad como actor, me parece un error. Don Taylor, actor al que creo no había visto nunca y que dirigiría la notable “Un ejército de cinco hombres”, como el pacifista Mike Summers me ha parecido muy limitado. En cuanto Alex Nicol borda el papel de Danny Pose, el fanfarrón, brutal y ambicioso pistolero a sueldo de Ortega. Junto a ellos varios actores españoles: la folclórica Paquita Rico, que se encontraba en la cima de su popularidad, como la valiente y decidida mujer de Summers; un gran José Nieto como el “padrino” Ortega, un hombre que, como se afirma en su magnífica presentación, no hace la guerra a mujeres y niños pero sí deja viudas y huérfanos; y un correcto Fernando Rey en el rol de un antiguo hacendado al que Ortega le arrebató sus posesiones.

Por lo que respecta a los aspectos más destacables, para mí son la estupenda labor de Alfredo Fraile como director de fotografía que convierte Almeria en Sonora y la bella, variada y acertada banda sonora del maestro Antón García Abril.
En definitiva, pienso que es un eurowestern bastante flojo y aburrido, pero que tiene el indiscutible valor de haber sido el primero rodado en Almería con la transcendencia que supuso este hecho para el desarrollo de este subgénero.

JOSÉ NIETO

Actor español (Murcia 1902-Huelva 1982), cuyo verdadero nombre era José García Nieto, que desarrolló una brillante y prolífica carrera cinematográfica, habiendo intervenido en más de ciento cincuenta películas y episodios para televisión.

Tras desempeñar varios trabajos (botones en una compañía de seguros, novillero, caballista, etc) se decantará por la interpretación, comenzando a dar sus primeros pasos en el teatro en donde fue descubierto por Florián Rey, quien le proporcionó un papel en la adaptación a la pantalla grande del clásico de la novela picaresca española “El Lazarillo de Tormes” (1925).

De esta época destacan sus interpretaciones en “Gigantes y cabezudos“(1926) también de Florián Rey o “La condesa María” dirigida en 1928 por Benito Perojo. Con el comienzo de la nueva década y la llegada del cine sonoro, es contratado por la Paramount para hacer, junto a su amigo José Crespo, adaptaciones al español de éxitos rodados en inglés. El contrato con la todopoderosa compañía lo prolongaría durante unos años como actor de doblaje una vez que se perfeccionó este sistema.

Tras la guerra civil vuelve a España y se convierte durante las décadas de los cuarenta y cincuenta en uno de los grandes galanes del cine español, generalmente interpretando héroes militares, aunque no desdeñó los papeles de villano. Así se le pudo ver en películas de marcado carácter propagandístico como “Escuadrilla” (1941) que dirigida por Antonio Román le emparejó con Alfredo Mayo, otro de los grandes galanes de la época;“Raza” (1942) dirigida por Saenz de Heredia y con guión del mismísimo Francisco Franco bajo el seudónimo de Jaime de Andrade, en la que volvió a coincidir con Alfredo Mayo; la modélica película de aventuras “Los últimos de Filipinas” (1945) realizada por Antonio Román en la que compartía protagonismo con Armando Calvo; o “El tambor del Bruch” (1948) de Ignacio F. Iquino con Ana Mariscal. También participó en películas religiosas entre las que cabe señalar “La señora de Fátima” (1951) de Rafael Gil y, sobre todo, “Marcelino pan y vino” (1954) un gran éxito debido a Ladislao Vajda; además de aparecer en dramas de la calidad de “Alba de sangre” (1948) de Rafael Gil, que le emparejó con la gran diva mejicana María Félix, el estupendo filme desmitificador de la figura del bandolero “Carne de horca (1953) de Ladislao Vajda con Rossano Brazzi y Emma Penella, o la adaptación de la novela de Blasco Ibáñez realizada por Juan de Orduña “Cañas y barro” (1954).

A mediados de los cincuenta y durante la siguiente década, gracias a su perfecto inglés y a sus habilidades como jinete, se convertirá en una presencia habitual de las producciones rodadas por los estadounidenses en España, lo que le permitió trabajar con grandes directores internacionales y con gran parte de las más importantes estrellas de la época. En estas superproducciones tendría pequeños papeles pero muy bien retribuidos pudiéndosele ver en filmes tan conocidos como son ”La princesa de Éboli” (Terence Young, 1955) con Olivia de Havilland y Gilbert Roland, “Alejandro el Magno” (Robert Rossen, 1956) con Richard Burton y Frederich March, “Orgullo y pasión” (Stanley Kramer, 1957) que, ambientada en la Guerra de la Independencia, estuvo protagonizada por Cary Grant, Sofía Loren y Frank Sinatra, “Salomón y la reina de Saba” (King Vidor, 1959) interpretada por Gina Lollobrigida y Yul Brynner, sustituto a última hora de Tyrone Power que había muerto de un ataque al corazón, la adaptación de la vida de Jesús, realizada por Nicholas Ray en 1961, “Rey de reyes”, director con el que repetiría en la magnífica “55 días en Pekín” (1963) con Charlton Heston, David Niven y Ava Gardner, la epopeya romántica “Doctor Zhivago” (David Lean, 1965) o la excelente película de Orson Welles “Campanadas a medianoche” (1965).

Durante la década de los sesenta también se le vio en las típicas coproducciones europeas originadas por el auge del cine de género, entre las que se encuentran los euro western; así tras participar en “Tierra brutal” (1961), el primer western rodado en España, su nombre formaría parte de los títulos de crédito de otros once westerns hechos en Europa.

Con la siguiente década y al haber cambiado los gustos del público comienza su decadencia y, aunque no le faltó trabajo, los títulos en los que intervino carecen de relevancia dentro de su filmografía, salvo honrosas excepciones como “El jardín de las delicias” dirigida en 1970 por Carlos Saura, el estupendo thriller de Isasi-Isasmendi “Un verano para matar” (1973) junto a Karl Malden, “Hay que matar a B.” (1975) de José Luis Boreau con Darren McGavin, Stèphane Audran y Patricia Neal y “El huerto del francés” (1978) dirigida e interpretada por Paul Naschy. José Nieto se despedía de la pantalla grande, tras más de cincuenta años, en 1980 con “Hijos de papa”, una olvidable comedia que no hace justicia ni a su talento ni a su curriculum.

Filmografía SW

1961.- “Tierra brutal”.
1964.- “El hombre del valle maldito”.
1964.- “Los rurales de Texas”.
1965.- "El proscrito del río Colorado"
1966.- “Kid Rodelo”.
1966.- “Pampa salvaje”.
1967.- “Los despiadados”.
1971.- “El bandido Malpelo”.
1971.- “El sol bajo la tierra”.
1971.- “El oro de nadie”.
1972.- “Una cuerda al amanecer”.
1973.- “Caballos salvajes”.

FERNANDO REY

Actor de origen español (Galicia 1917-Madrid 1994) cuyo verdadero nombre era Fernando Casado Arambillet.
De familia acomodada, su padre fue un oficial que se mantuvo fiel al gobierno republicano, comenzó a estudiar arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid al mismo tiempo que intervino de forma ocasional en algunos films como “Fazendo Fitas” su debut en 1935 o “Nuestra Natacha” (1936) de Benito Perojo. Pero tanto sus estudios como su incipiente carrera como actor se vieron interrumpidas por el estallido de la Guerra Civil. Se enroló en el bando republicano y tras escaparse del campo de detención en Mestalla donde fue confinado consiguió llegar a Madrid.
A partir de 1940 retomará su carrera como actor y gracias a su profunda voz y su excelente dicción también se dedicará al doblaje de grandes estrellas (Tyrone Power, Laurence Olivier).

Durante esta época participará en papeles secundarios en las típicas películas históricas de la época, la mayoría producidas por CIFESA; así se le pudo ver en “Los últimos de Filipinas” (1945) de Antonio Román con Armando Calvo y José Nieto como los héroes de Baler, “Locura de amor” (1948) de Juan de Orduña en la que dio vida a Felipe el Hermoso frente a una sufrida Doña Juana interpretada por Aurora Bautista o “Agustina de Aragón” (1950) de nuevo con Orduña y Aurora Bautista.
De ideas progresistas, en la década siguiente participará en varios proyectos tendentes a renovar el cine español, así se convierte en socio de la UNINCI, trabaja con Berlanga en “Bienvenido Mister Marshall” (1952) y colabora con Juan Antonio Bardem en tres films: “Cómicos” (1954), “La venganza” (1957) y “Sonatas” (1959) basada en las obras de Valle Inclán en las que Paco Rabal (otro miembro de la UNINCI) interpretó al Marqués de Bradomín.

En la década de los sesenta se produce su decisivo encuentro con Luis Buñuel en la película “Viridiana” (1961) en la que volvió a coincidir con Paco Rabal y con la que se obtuvo, por primera vez para una película española, la Palma de Oro en Cannes. A ésta le siguieron sus colaboraciones en “Tristana” (1970) en la que interpretó al libertino Don Lope y tuvo como compañeros a Catherine Deneuve y Franco Nero, “El discreto encanto de la burguesía” (1972) que obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera y “Ese oscuro objeto del deseo” (1977).

Al mismo tiempo, la década de los setenta (en 1965 había intervenido en el film realizado por Orson Welles en España “Campanadas a medianoche”) se caracterizará por su participación en infinidad de producciones internacionales, trabajando con directores de la talla de William Firedkin en “French Conection” (1971) junto a Gene Hackman, John Frakenheimer (“French Connection II” de nuevo con Gene Hackman), Vincente Minelli (“Nina” con Ingrid Bergman y Liza Minelli), Valerio Zurlini (“El desierto de los tártaros” con Vittorio Gassman y Giuliano Gemma), Stuart Rosenberg (“El viaje de los malditos”), Luigi Comencini (“El gran atasco” con Marcello Mastroiani y Hugo Tognazzi entre otros) o Robert Altman (“Quintet” con Paul Newman y Vittorio Gasman). Durante los años ochenta y hasta la fecha de su fallecimiento sigue trabajando sin descanso en películas como “El crimen de Cuenca” polémico film dirigido por Pilar Miró, “Bearn” adaptación de Jaime Chavarri de la novela de Agustí de Villaronga, “Padre nuestro” dirigida por Francisco Regueiro, la adaptación de la novela de Ernesto Sábato “El túnel”, la serie de televisión rodada por Manuel Gutiérrez Aragón “El Quijote de Cervantes” o la superproducción de Ridley Scott “1492: la conquista del paraíso”, siendo su último trabajo la intrascendente comedia “El cianuro ¿sólo o con leche?” (1994).

En el género del eurowestern debutó con el primer western rodado en España “Tierra brutal” (1961) para participar en diez eurowesterns más, siendo su mejor papel el del pacífico y culto revolucionario de “Los compañeros”, papel que junto con el de sacerdote repitió en la mayoría de sus westerns. Además intervino en otros tres películas del Oeste rodadas en España pero con capital estadounidense: “Villa cabalga” con un gran elenco encabezado por Yul Brynner, Robert Mitchum y Charles Bronson, “Al infierno, gringo” y “La furia de los siete magníficos” con George Kennedy sustituyendo a Yul Brynner en el papel de Chris.

Entre los galardones obtenidos a lo largo en su dilatada carrera (más de 230 películas y series de televisión) caben señalar la Palma como mejor actor en Cannes por “Elisa vida mía”, sus dos Conchas de Plata en el Festival de San Sebastián, el Goya por su interpretación en “Diario de invierno” y el Premio Nacional de Cinematografía concedido en 1990.

Filmografía SW:

1961.- Tierra brutal.
1965.- El hijo del pistolero.
1965.- El último rey de los incas.
1966.- El regreso de los siete magníficos.
1966.- Joe el Implacable.
1969.- La muerte de un presidente.
1970.- La cólera del viento.
1970.- Los compañeros. (Vamos a matar)
1971.- Una ciudad llamada bastarda.
1973.- Colmillo Blanco.
1985.- Esos locos cuatreros.

lunes

UNA LARGA FILA DE CRUCES


Una larga fila de cruces (Una lunga fila di croci )
1969
Italia
Director: Sergio Garrone
Guión: Sergio Garrone
Fotografía: Franco Villa
Música: Vasco and Mancuso

Reparto:
Anthony Steffen, William Berger, Nicholetta Machavelli, Riccardo Garrone, Mario Brega, Gilberto Galimberti, Emilio Messina, Giancarlo Sisti, Maria Angela Giordano, Franco Ukmar, Giovanni Ukmar, Angelo Susani, Renzo Peverelli, Alejandro Barrera Dakar, Fred Robsham, Teodoro Corra, Giorgio Dolfin, Giulio Mauroni, Gabriele Torrei, Roberto Messina.

Película dirigida por Sergio Garrone en 1969 que cuenta con una historia un tanto original, con un cierto contenido social (aunque no profundice, ya que estamos hablando de un spaghetti) y de triste actualidad: los grandes terratenientes de una región estadounidense lindante con Méjico (representantes del capitalismo más feroz) necesitan peones ya que sus compatriotas no quieren realizar ciertos trabajos y “ya no quedan esclavos negros” por lo que se aprovechan de la miseria de los habitantes de sus vecinos del sur contratándolos a bajo precio. Éstos intentando huir de la pobreza pagan por el viaje, sin saberlo, a una banda de mafiosos para que les introduzcan de forma ilegal en los EEUU, banda que no dudará ante el menor problema en deshacerse de ellos y quedarse con todo el dinero. Ante la imposibilidad por parte del ejército de controlar la frontera, ya que ésta es muy amplia, se ha optado por poner precio a la cabeza de la mayoría de los miembros de esa banda, lo que atraerá a dos cazadores de recompensas que, como en “La muerte tenía un precio”, se aliarán para acabar con todos los bandidos y repartirse la recompensa.

Creo que nos encontramos ante un spaghetti bastante cuidado desde el punto de vista formal ya que cuenta, a mí modo de entender, con una buena dirección de Garrone lo que se aprecia en la preocupación y cuidado por la composición de las distintas escenas como la del duelo final, una correcta fotografía obra de Franco Villa y una más que aceptable ambientación. Además el guión, también de Garrone, me parece que está un poco más trabajado de lo habitual en los spaghettis, aunque es una lástima que en el último tercio de la película haya varios giros que me parecieron un tanto simples y poco creíbles.

En el lado negativo se encuentra, para mí, una floja banda sonora compuesta por el tándem Kojucharov-Mancuso (por lo que he leído colaboraron juntos en varios spaghettis) que cuenta con temas incidentales horrorosos (tipo serie Z) y que además está bastante mal utilizada en varias secuencias.

En cuanto a los actores, me sorprendió Anthony Steffen más convincente de lo habitual en él, quizás porque su personaje mira mucho y habla muy poco (no obstante tengo que señalaros que a medida que voy viendo películas interpretadas por él y a pesar de sus limitaciones, más me va gustando). Como su compañero, al que llaman el predicador y que porta una especie de rifle ametrallador, está el habitualmente eficaz William Berger; mientras que el malo, un inteligente y maquiavélico individuo que no duda en aprovecharse de la pobreza de la gente, está interpretado por un correcto Riccardo Garrone que, por el comentario que en su día me hizo Julio, al parecer es el hermano del director de la película. Junto a ellos Mario Brega en un papel insustancial y la presencia femenina, en un papel bastante interesante, de una guapa Nicoletta Machiavelli, actriz que me recuerda ligeramente a Stefanie Sandrelli de joven.

En resumen y a pesar de los aspectos negativos (pocos), me ha parecido un spaghetti muy entretenido que cuenta, además, con buenos y abundantes tiroteos y al que sitúo por encima de la media, lástima la banda sonora que, creo, no está a la altura y le baja bastante la media. (TEXTO 800SW)

SERGIO GARRONE

Director italiano nacido en 1926 en Roma. Comenzó su carrera en el cine como guionista y ayudante de dirección.
En el año 1967 dirige su primer trabajo como realizado, el spaghetti "Se vuoi vivere ... spara", al que le seguirian más de media docena de westerns, la mayoría de bajo presupuesto. "Django el bastardo" es problabemente su titulo más conocido en el genero, con un guión escrito entre el propio Garrone y el actor protagonista, Anthony Steffen.

A partir del año 74 comienza a dirigir películas de terror, con Klaus Kinsky como protagonista, y algún que otro Thiller al uso. Tambien hay que resaltar la película "S.S. Experiment"(1976), historia sobre unos supuestos experimentos de los nazis en la segunda guerra mundial. En el año 81 dirige su ultima película, "El último harén", para unos años despues, y tras un par de trabajos como guionista, "Perverse oltre le sbarre" (1984) y "Detenute violente" (1985), abandonar el cine completamente.

Filmografía SW:

1967- Se vuoi vivere ... spara
1968- Tre croci per non morire
1969- Django el bastardo
1969- Una larga fila de cruces
1971- Tequila (Uccidi Django... uccidi per primo!)
1971- Quel maledetto giorno della resa dei conti

WILLIAM BERGER

Actor austriaco nacido el 20 de enero de 1928 en Innsbruck. Berger se trasladó a los EEUU, donde comenzó a participar en Teatro y en series en la pequeña pantalla. Tras un viaje a Italia, decide quedarse en Europa a rodar westerns. Berger logró crear una galeria de buenos personajes a lo largo de su filmografía en el genero, que abarca más de una veintena de spaghettis. Sin duda que estuviera en el cartel de una película era sinonimo de calidad. Ademas, tuvo el honor de participar en dos de las más famosas sagas que se rodaron en aquellos tiempos, como fueron Sartana y Sabata.

Acabada ya la epoca de los pistoleros, Berger siguió trabajando, tanto en televisión como en el cine, hasta el mismo año de su muerte, en 1993 en California.

Filmografía SW:

1965- Trampa para un forajido
1966- El Cisco
1966- Cara a cara
1968- Ojo por ojo
1968- Si te encuentras con Sartana, reza por tu muerte
1968- Il suo nome gridava vendetta
1969- Oro sangriento (Sabata)
1969- Una larga fila de cruces
1970- Sartana en el valle de oro
1971- Y dejaron de llamarle Camposanto
1972- Un Colt in mano del diavolo
1973- ...E il terzo giorno arrivò il corvo
1973- Il Giustiziere di Dio
1973- Kung Fu nel pazzo west
1973- Mano rápida (Lo chiamavano requiescat Fasthand)
1973- La Banda de Jaider
1974- El hijo del zorro
1976- Keoma
1977- California
1985- Tex y el señor de los abismos
1987- Django 2: il grande ritorno

domingo

EL DESPERADO


EL DESPERADO
1967
Italia
Director: Franco Rossetti
Guión: Ugo Guerra, Franco Rossetti, Vincenzo Cerami
Fotografía: Angelo Filippini
Música: Gianni Ferrio

Reparto:
Andrea Giordana, Rosemarie Dexter, Franco Giornelli, Dana Ghia, Piero Lulli, Aldo Berti, Giovanni Petrucci, John Bartha, Giuseppe Castellani, Giorgio Gruden, Gianluigi Crescenzi, Sandro Serafini, Antonio Cantafora, Pino Polidori, Andrea Scotti, Dino Strano, Claudio Trionfi, Osiride Pevarello

Spaghetti de nacionalidad italiana de 1967 producido por la pareja Ugo Guerra y Elio Scardamaglia, este último con bastante experiencia en el péplum, a través de las productoras Daiano Film y Leone Film, dos pequeñas compañías que nos ofrecieron algunas muestras notables en este género como, las ya comentadas en este blog, “Johnny el vengador” (Enzo G. Castellari, 1968), “Forajidos implacables” (Alberto Cardone, 1969) o “Los desesperados” (Julio Buchs, 1969).

En esta ocasión contaron como director, en su única incursión en este subgénero, con Franco Rossetti, un cineasta más conocido por su faceta como guionista, sobre todo en el spaghetti western con títulos como la imprescindible “Django”, la magnífica “Adiós Texas”, o las interesantes “El clan de los ahorcados” y “La puerta del infierno” (todas ellas cuentan con sus correspondientes reseñas); que como director, ya que tan sólo se puso detrás de la cámara en siete ocasiones más, con resultados discretos. Por lo que es una lástima, dado el nivel alcanzado con esta película, que no rodara más westerns.

SINOPSIS:
Steve Blasko, un forajido sin escrúpulos, tras ser salvado de la horca por su amigo Jonathan topará con un moribundo oficial sudista que antes de morir le revelará la existencia de 75.000 dólares custodiados por su padre en Overton. Con la finalidad de apoderarse del preciado botín no dudará en suplantar la personalidad del oficial muerto y se dirigirá a la citada ciudad, en realidad un pueblo abandonado debido a una epidemia de cólera, en donde todavía habita el padre invidente del oficial sudista. Pero hasta allí llegarán dos desertores confederados y un grupo de pistoleros que pretenden apoderarse de un cargamento de oro confederado, y cuya presencia trastocará trágicamente los planes de Steve.

Película amarga, dura y sin concesiones con la codicia como tema principal, un deseo que termina por matar a los hombres, tanto desde el punto de vista moral (la mayoría de los personajes se convierte, ante la promesa de una riqueza futura, en bestias despojadas de cualquier atisbo de humanidad), como física (la avaricia les conducirá a un único camino criminal y a su propio aniquilamiento). Al mismo tiempo que se caracteriza por su tono desesperanzado, ya que prácticamente niega a aquellos que han tomado este camino la posibilidad de redimirse y con ella la esperanza de una nueva vida alejada de la violencia y el delito.

El filme cuenta con un guión bastante elaborado en el que participaron, entre otros, Vincenzo Cerami (novelista, dramaturgo y guionista, coautor de la ya reseñada en el blog “Tierra de gigantes” y nominado al Oscar por “La vida es bella”), el propio director, que retomará de “Django” el escenario en donde se desarrolla la parte central del filme (un pueblo prácticamente abandonado y lleno de barro que contrasta con los paisajes soleados y secos de sus alrededores) y Ugo Guerra (que en la posterior “Los desesperados” volvería a la idea de la epidemia como elemento dramático fundamental en el desarrollo de la historia), que presta especial atención a los diálogos, constituyendo un claro ejemplo el interrogatorio, con respuestas profundamente escépticas, al que somete Jonathan a Steve tras salvarlo de la horca ("¿Qué has hecho en estos últimos dos años? ¿Dónde has estado?". “Aquí y allá”. "¿Haciendo qué cosa?". “Viviendo”. “¿A dónde vas ahora?”. “Lejos de aquí”. "Siempre solo ¿no?". "Nací de esa manera"); y estructura el largometraje en tres partes:

- La introducción en la que se plantea la historia, se abre con una gran y violenta escena y sirve para mostrarnos la catadura moral del protagonista que no duda en disparar por la espalda a los individuos que quisieron lincharlo, al mismo tiempo que se plantea dejar sin enterrar al oficial moribundo porque según sus propias palabras no tiene tiempo.
- La parte central que se desarrolla en el pueblo fantasma de Overton, todo ella magnífica por el suspense y la atmósfera opresiva creados. En la que destacan las imágenes tormentosas nocturnas del pueblo como metáfora del explosivo carácter de los bandidos y del conflicto que se va a vivir, idea que me recordó a otros westerns tanto hechos en Europa (“Keoma”), como en Estados Unidos-(la mismísima “Sin perdón”) y, sobre todo, la larga y excepcional secuencia que se inicia tras ser capturado Steve y finaliza con un plano general en el que se ve a los pistoleros marcharse tras haber provocado la desolación, que por su fuerza, dramatismo, crueldad, brutalidad, planificación y montaje, creo, debería formar parte de la antología del euro western. Supongo que es por esta escena por lo que éste es uno de los spaghettis favoritos de Tarantino.
- El final en el que Steve, tras “resucitar”, da rienda suelta a su salvaje venganza. Lástima que, para mí, sea la parte más convencional y floja del filme, con un plan bastante simple y en la que se pierde el tono de profunda amargura, con unos Estados Unidos devastados por la guerra y unos soldados sudistas a los que sólo les espera la muerte o la deserción y el bandidaje, que presidía la película. Tono sólo recuperado al final de la misma.

Además, desde el punto de vista técnico, es una película con una factura impecable en la que destaca la estupenda labor del director de fotografía, Angel Filippini, y una gran labor de ambientación, fundamentalmente en el pueblo de Overton. Y a ello hay que añadir una buena banda sonora del habitual Gianni Ferrio con una melodía, “El desperado”, muy bien cantada por John Balfour que se repite con distintas variaciones, además de contar con varios temas muy acertados, bien utilizados y apropiados para la historia narrada.

El último elemento sobre el que se sostiene el filme son los actores, que en esta ocasión cuentan con personajes bastante interesantes caracterizados todos ellos por vivir al margen de la sociedad. Para el papel de Steve se escogió al galán Andrea Giordana, actor nacido en el seno de una familia relacionada con el cine (su madre, por ejemplo, era la actriz británica Marina Berti), que sólo rodó cuatro westerns pero de gran calidad (al año siguiente lo encontraríamos en “Johnny el Vengador” y en “Cuanto cuesta morir”, ambas ya reseñadas).

En este filme, bajo el horroroso seudónimo de Chip Gorman, creo que transmite con acierto la complejidad de su personaje, un brutal pistolero que pierde toda posibilidad de regeneración al dejarse llevar por sus instintos asesinos y por su lado más oscuro en el tramo final de la película. Junto a él dos personajes femeninos que, como en “Arizona Colt” (película ya comentada en la que también participó en la producción Elio Scardamaglia) representan tipos muy diferenciados, por un lado la virginal Katy, a la que da vida Rosemary Dexter, quizás la última oportunidad de Steve para reinsertarse en la sociedad, y por otro la mundana Lucy, a la que prestó su rostro Dana Ghia, antigua amante de Steve y todavía enamorada de él que en un momento dado jugará un papel importante.

Además también aparecen un flojo Franco Giornelli, actor de exigua carrera, en el rol de Asher, el líder de los bandidos que, creo, hubiera necesitado de un actor con mayor presencia, y el recurrente en este género Aldo Berti como Jonathan, un peculiar personaje, que recuerda al interpretado para “Un dólar entre los dientes” (película con su correspondiente entrada en este blog) al que le gusta disfrazarse de sacerdote y de juez, en lo que, creo, constituye una crítica velada a ambas instituciones. Mención aparte hay que hacer de Piero Lulli dando vida a Sam, el padre ciego de Steve, un personaje inhabitualmente positivo en su carrera con el que vuelve a demostrar que era uno de los grandes secundarios con los que se contó en este subgénero.

En definitiva, “El desperado” me ha parecido, a pesar de ciertos aspectos menos logrados (por ejemplo parece bastante improbable que Steve pueda timar a Sam haciéndose pasar por su hijo o el comentado e inferior tramo final) una pequeña joya poco conocida a descubrir por cualquier aficionado al spaghetti. (TEXTO 800SW)