miércoles

SALARIO PARA MATAR


Salario para matar (El Mercenario)
1968
Italia/ España
Director: Sergio Corbucci
Guión: Adriano Bolzoni
Fotografía: Alejandro Ulloa
Música: Ennio Morricone, Bruno Nicolai

Reparto:
Franco Nero, Jack Palance, Tony Musante, Franco Giacobini, Giovanna Ralli, Eduardo Fajardo, Álvaro De Luna, Raf Baldassarre, Remo De Angelis, José Canalejas, Vicente Roca, Franco Ressel, Guillermo Méndez, Enrique Navarro, Simón Arriaga, Ugo Adinolfi, José I. Zaldua, Francisco Niet, A. Jiménez Castellanos, Tito Garci­a, Franco Giacobini, Julio Peña.

Sergei Kowalski, apodado El Polaco (Franco Nero) es un mercenario que se une a Pancho Roman (Tony Musante) un líder mexicano revolucionario para asesorarle. Pero juntos tendrán que huir de un oficial del ejercito (Eduardo Fajardo) que no parará hasta acabar con ellos, y un pistolero llamado Rizos (Jack Palance) con una deuda personal con el Polaco y Roman.
Dos figuras del spaghetti wester, el director Sergio Cobucci y el actor Franco Nero, se unen en esta cinta. Además, como secundarios de lujos tenemos a Jack Palance y a Eduardo Fajardo. Todos ellos para contar la historia de el Polaco, un mercenario muy peculiar que a principios del siglo XX vende sus servicios en la frontera entre USA y México, ya que como él dice, "...siempre hay alguien que necesita un hombre experto en armas". Y así llega a conocer a Pancho Roman, un líder de una banda de mexicanos que se dedica a robar a los ricos para repartir entre los pobres, siendo él y su banda los principales beneficiarios, claro.

Uno de los primeros títulos del llamado "Zapata-western", "Salario para matar" (El Mercenario) es también la primera parte de la trilogia que su director Sergio Corbucci dedicó a México ("Compañeros" y "Que nos importa la revolución" fueron las dos restantes). Pese a todo, Corbucci no terminó de involucrarse en esta primera película en demasiados jaleos políticos, y su tratamiento de la revolución está más cercano a la leve comedia o la ironía que intentar inculcar ideas en el espectador, aunque no se puede negar que algo hay de esto si nos detenemos a analizar la película durante su visionado.

Franco Nero es el protagonista de la historia. En voz en off su personaje nos comienza a contar la primera parte de la película. Sin duda, y pese a que nos cuenta la historia de un revolucionario mexicano, Sergei Kowalski es el verdadero motor, y lo mejor del film. Kowalski es un europeo que se dedica a vender sus conocimientos en armamento y su experiencia en batalla. Ataviado con una estupenda gabardina, unos impecables guantes negros, lleva con orgullo su Medalla de Distinción "La Polonia Restituta" (condecoración que se otorgaba a los héroes de la unificación polaca) (1) y usa con precisión su pistola española Astra 400 del 9 largo (2).

Contratado para un "simple" trabajo de transporte de plata de una mina, el Polaco se ve en medio de un levantamiento en dicha mina por parte de los trabajadores, hartos de las condiciones infrahumanas en las que malviven. A la cabeza de la misma se encuentra Pancho Roman, un paleto, simple y embrutecido mexicano. El Polaco no duda en ponerse de lado de los revolucionarios, pero a cambio de un alto sueldo.
Así nace una sociedad entre ambos. Con la excusa de la revolución, todos empiezan a enriquecerse, aunque la banda pronto es perseguida por el Ejercito, mandado por el antiguo patrón de Pancho Roman, Alfonso Garcia (Eduardo Fajardo) y con la ayuda de "Ricitos", un asesino sin escrúpulos de la peor calaña, papel que recae sobre el siempre mal aprovechado Jack Palance.

Por desgracia para el Polaco, todo esto comienza a cambiar cuando se une a la banda una guapa muchacha, de nombre Columba (Giovanna Ralli), que poco a poco empieza a cambiar la mentalidad de Roman con ideales de justicia y de verdadera revolución. Desatendiendo los consejos del Polaco, Roman decide realmente luchar por la Revolución, y al final solo consigue que su gente muera arrasada por el ejercito, y a él no le queda otra que escapar y esconderse, aunque no logrará esquivar a su pasado bandolero, que se le presentará en forma de dos asesinos comandados por "Ricitos"...

Obviamente, con semejante demostración de que intentando perseguir los ideales justos uno no va a recibir nada bueno a cambio, podríamos pensar que estamos ante una historia bastante poco alentadora sobre la lucha revolucionaría, pero por suerte, creo que todo queda más claro en el ultimo dialogo entre los protagonistas, en el cual Roman le dice al Polaco que él tiene un sueño, y que por eso seguirá luchando, pese a tenerlo todo en contra. Pero más allá de la cuestión moral que encierra "Salario para matar", yo sin duda prefiero quedarme con la verdadera virtud de la película, que no es otra que las excelentes escenas de tiroteos y acción desenfrenada.Y si, volver a ver a Nero con una metralleta no tiene precio...

El cinismo y la chuleria del Polaco le queda perfecto a Franco Nero. "Ricitos", aparte de su velada homosexualidad ( diluida un poco en la versión que vimos en España) es un personaje que también se deja notar, y Tony Musante no desfallece pese a tener semejantes "rivales" en el reparto, y logra mantenerse a un buen nivel. Fajardo aporta su habitual saber estar, y la guapa Giovanna Ralli redondea un reparto notable. Corbucci se mantiene fiel a su estilo, que le convierten sin duda en el segundo mejor directo del genero, y dicen las malas lenguas que para algunos puede ser el mejor, pero eso ya es otro asunto. Su planificación de la escena del duelo en la plaza de toro es por si misma una autentica belleza, y justifica sobradamente una película.

Aunque no se puede negar tampoco que la música de Morricone ayuda bastante, y nos vuelve a regalar una banda sonora de antología, con un tema principal arrebatador. "Salario para matar" es un spaghetti ágil y que nunca aburre, que ha logrado que los años no le pesen demasiado, y una demostración del talento de Corbucci.
Lo que viene siendo un clásico, amigo... (TEXTO 800SW)

JACK PALANCE

Actor estadounidense (Pensilvania 1919-California 2006) cuyo verdadero nombre era Vladymir Ivanovich Palahniuk. De origen muy humilde (pertenecía a una familia ucraniana que emigró a los EEUU) desempeñó varias ocupaciones (boxeador, soldado, etc) antes de dedicarse a la interpretación en el teatro. Su debut en el cine vino de la mano de Elia Kazan en 1950 con el extraordinario thriller protagonizado por Richard Widmark “Pánico en las calles”. En la película interpretaba al personaje negativo (un matón infectado por un virus), rol, que dados sus particulares rasgos físicos y su mirada inquietante, repetiría una y otra vez.

Con Richard Widmark como protagonista volvería a trabajar ese mismo año en la notable cinta bélica “Situación desesperada” dirigida por Lewis Milestone; y en 1952 recibió su primera candidatura a un Oscar por el papel de marido con instintos asesinos, rechazado por Marlon Brando, en el film “Sudden fear”, película de suspense dirigida por David Miller y coprotagonizada por Joan Crawford y Gloria Grahame. Es en 1953, tras aparecer en varios largometrajes y serie de televisión, cuando le llegará uno de los papeles por el que siempre será recordado, el frío y sádico pistolero que vestía de negro en el clásico de George Stevens “Raíces profundas”, papel por el que estuvo de nuevo nominado al Oscar como mejor actor secundario. Ese mismo año rodaría otras dos interesantes películas: ”Hoguera de odios” con Charlton Heston como protagonista, en la que hacía de jefe indio, y “El hombre del ático” un thriller dirigido por el argentino afincado en los EEUU Hugo Fregonese.

A finales de esta década, tras haber protagonizado dos buenos films de Robert Aldrich (el drama ambientado en el mundo del cine “The big knife” y la cinta bélica “Attack” junto a Lee Marvin, con el que trabajaría en múltiples ocasiones) se le comenzará a ver en producciones europeas, principalmente británicas e italianas, que combinará con cintas rodadas en los EEUU tanto para la televisión como para la pantalla grande, y de entre las que se pueden destacar “Barrabás” (1961), “El desprecio” (1963), “Los profesionales” (1966), “Monty Walsh” (1970), “Bagdad Café” (1987) y "Batman" (1989).

En 1991 obtenía, por fin, el Oscar al mejor actor secundario (que vino a acompañar al Emmy que ganó en 1957 por su interpretación de un boxeador en la extraordinaria película para televisión dirigida por Ralph Nelson “Réquiem por un peso pesado”) por su papel de un viejo vaquero en la comedia “Cowboy de ciudad” dirigida por Ron Underwood; siendo su última aparición en el 2004 en un telefilm, “Back when we were grownups” junto a Faye Dunaway.

Por lo que respecta a este subgénero su debut en 1968 no pudo ser más afortunado, ya que Sergio Corbucci le ofreció el papel de Ricciolo, un pistolero un tanto extravagante, en “Salario para matar” también conocida como “El mercenario”, repitiendo con el director, de nuevo en un rol negativo, en otro Zapata western: ”Vamos a matar, compañeros”. El resto de su filmografía dentro del eurowestern, intervino en seis más, presenta menos interés.

Filmografía SW:

1968- Salario para matar (El mercenario)
1970- Vamos a matar, compañeros
1971- Chato el apache
1972- En el Oeste se puede hacer... amigo
1972- Tedeum
1973- Blu gang vissero per sempre felici e ammazzati
1975- La llamada del lobo
1976- Seis balas…Una venganza…Una oración
1977- Welcome to a Blood City

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