Un dólar entre los dientes (Un Dollaro tra i denti) (A stranger in town)
1966
Italia/Usa
Director: Luigi Vanzi
Guión: Warren Garfield, Giuseppe Mangione
Fotografía: Marcello Masciocchi
Música: Benedetto Ghiglia
Reparto:
Tony Anthony, Frank Wolff, Jolanda Modio, Gia Sandri, Raf Baldassarre, Aldo Berti, Antonio Marsina, Salvatore Puntillo, Fortunato Arena, Rossella Bergamonti, Ugo Carboni, Giovanni Ivan Scratuglia, Lars Bloch, Angela Minervini, Elio Angelucci, Nicola Di Gioa, Enrico Capoleoni, Arturo Corso, Loris Bazzocchi.
SINOPSIS: Un enigmático pistolero tras llegar a un pueblo cuasi fantasma llamado Cerro Gordo le propone a Águila, jefe de un grupo de forajidos mejicanos, robar un cargamento de oro custodiado por el ejército estadounidense a cambio de quedarse con la mitad del botín. Pero, tras dar el golpe, es traicionado por los bandoleros por lo que desde ese momento ideará un plan para vengarse de los forajidos y recuperar el dinero.
Coproducción italo-estadounidense de 1966, aunque fue estrenada a principios de 1967, también conocida como “A Stranger in town” que, junto con “Un hombre, un caballo, una pistola” realizada al año siguiente y “El forastero silencioso” realizada en 1969, conforma la trilogía sobre “El extranjero” un enigmático pistolero con el que la Metro Goldwyn Mayer, que distribuyó la trilogía en los EEUU, quiso dar la replica al hombre sin nombre de Leone-Eastwood cuyos derechos en los EEUU correspondían a la United Artists.
El tríptico obedece a un proyecto personal de su protagonista, Tony Anthony (un inquieto actor de origen italiano cuyo verdadero nombre es Roger Pettito que participaría en el guión de las dos últimas películas de la trilogía e, incluso, coproduciría la tercera) en el que cobró gran importancia para ponerlo en pie la implicación de Allen Klein (manager de The Beatles) al que pudo acceder Tony gracias a su amistad con el director y guionista Saul Swimmer con el que había colaborado en un par de películas en los EEUU, y cuya dirección se encargó a Luigi Vanzi, bajo el seudónimo de Vance Lewis, un realizador con escasa experiencia tras la cámara pero que supo dar un toque personal a esta primera película.
La película presenta fuertes similitudes con la seminal “Por un puñado de dólares”, no solamente en la trama, aunque más esquematizada; sino también tanto en las situaciones, así por ejemplo se inicia con la llegada al pueblo del taciturno pistolero, hay una mujer joven con un hijo de corta edad que es secuestrada y se ve obligada a mantener relaciones sexuales con el jefe de la banda, el antihéroe recibe una enorme paliza justo antes de comenzar su venganza tras haberse repuesto y nos encontramos con un enfrentamiento final entre “El Extranjero” y Aguila calcado al de su modelo (aquí el protagonista se protege tras una vagoneta de hierro en vez de con una plancha y se repite el duelo cargando sus respectivas armas los dos contrincantes, aunque en esta película el antihéroe porta una escopeta de cañones recortados y el villano una ametralladora, en vez del colt y el Winchester que empuñaban los contendientes en el largometraje de Leone); como en los personajes ya que “El Extranjero” está inspirado en el hombre sin nombre ál que parodia, además de presentar un aspecto todavía más desastrado (en vez de un poncho lleva una manta vieja), mientras que el personaje de Águila es un calco de Ramón Rojo, incluso en las primeras escenas no se separa de su Winchester, y la secuencia en la que con la ametralladora acaba con los prisioneros mejicanos es un claro guiño a la escena del río en la que Ramón terminaba con los soldados yankis.
Pero aunque el largometraje está, por tanto, fuertemente inspirado en el de Leone (incluso creo que hay otro guiño al siguiente western dirigido por éste ya que los bandidos, como los hombres del Indio, tienen su guarida en una iglesia abandonada) presenta, a pesar del muy limitado presupuesto que se aprecia sobre todo en las escasas localizaciones, ciertas virtudes y elementos personales, no sólo al simplificar, como antes señalé, la trama, que aparece estructurada en dos partes diferenciadas, primando en la primera la avaricia representada tanto en el deseo o codicia de un bien ajeno (inicio del film y planteamiento del robo) como en la traición (interludio en el que el antihéroe se ve engañado por Águila), mientras que en la segunda predomina la ira bajo la forma de la venganza (la parte más larga con un intento fallido de recuperar el botín por parte del antihéroe, lo que le cuesta ser salvajemente golpeado, y el posterior enfrentamiento de éste con los miembros de la banda de Águila, a los que va aniquilando en un estupendo tramo final), o al reducir las líneas de diálogo a la mínima expresión, ya que en buena parte de la película no se habla y priman las imágenes acompañadas de los dos temas musicales (los ocho primeros minutos, por ejemplo, carecen de diálogos); sino también, al saber crear una atmósfera, a la que sin duda no es ajena la labor de Marcello Maschiochi como director de la fotografía, mucho más sombría y decadente que la de su modelo, con un pueblo prácticamente abandonado que da la sensación de estar cayéndose a pedazos y con unos personajes negativos caracterizados por su brutalidad y su avaricia.
Quizás el elemento menos acertado sea la banda sonora compuesta por Benedetto Ghiglia que ahonda en el carácter minimalista del film con un aceptable tema principal con predominio de la guitarra que, para mi gusto, se repite en exceso llegando a ser un poco pesado, y otro que prácticamente es un rasgueo de guitarra, para mí, bastante insoportable. Además también en la banda sonora hay otro guiño a “Por un puñado de dólares”, en esta ocasión con una especie de silbido (no sé si se trata de una flauta) que se suele identificar con el protagonista.
Por lo que respecta a los actores, tenemos como antihéroe a Tony Anthony, interprete que hasta ese momento sólo había protagonizado en Estados Unidos tres películas por lo que decidió probar suerte en Europa, que se limita a estar por ahí dado lo escasamente trabajado de su personaje, mientras que Frank Wolff, otro norteamericano emigrado al viejo continente, hace una buena composición, basándose para mi en Gian Maria Volonte, de Águila, un megalómano y sádico bandido (no duda en amenazar con una navaja a un bebé para obtener información de su madre o en fusilar a los soldados mejicanos para probar la ametralladora), además de necesitar constantemente que le confirmen sus hombres que es “un hombre justo”.
En papeles secundarios aparecen dos veteranos del spaghetti, el habitualmente malvado Raf Baldaserre, otro amigo de Anthony con el que contaría para sus futuros proyectos, como la mano derecha de Águila y Alberto Berti en el papel de Marinero, otro miembro de la banda apodado de esa forma porque disfruta ahogando a sus víctimas, entre ellas un sacerdote; además de dos actrices, Jolanda Modio, que también aparecería en “Cara a cara”, en un personaje, sin nombre, muy parecido al desempeñado por Marianne Koch en “Por un puñado de dólares” y Gia Sandri como Maruca, un personaje bastante curioso ya que se insinúa, por la forma cómo trata a Jolanda Modio, su tendencia lésbica e, incluso, su sadismo ya que lleva siempre un látigo y disfruta utilizándolo.
En resumen un brutal y violento spaghetti western que a pesar de su escaso presupuesto, alguna situación inverosímil (no se sabe, porque es prácticamente imposible, cómo escapa el protagonista de la guarida de la banda de Águila) y sus fallos (no se respeta la unidad de tiempo, así hay una escena que se desarrolla de noche en el interior mientras que en el exterior es de día) me ha parecido muy digno y entretenido, además de contar con un gran tramo final.
TONY ANTHONY
Actor, guionista, productor y director estadounidense (1937 Virginia) de origen italiano cuyo verdadero nombre es Roger Pettito. Tras estudiar en la Universidad de Carnegile Mellon en Pittsburg pronto se interesó por el mundo del cine en todos sus aspectos. Así su debut se produjo en el largometraje dirigido en 1966 por su amigo Saul Swimmer “Force of impulse”, una película independiente sobre el drama de las familias con hijos delincuentes en la que Anthony también participó en el guión y en la producción.
Tras colaborar de nuevo con Swimmer en su segundo proyecto “Without each other” en 1962 (ambos escribieron el guión, Swimmer lo dirigió y Anthony fue el actor principal) y aparecer en una coproducción dirigida por George Sherman, decide probar suerte en Italia donde rueda tres comedias hasta que gracias a la amistad de Swimmer con Allen Klein (manager de The Beatles) pudo poner en pie “Un dólar entre los dientes”, spaghetti de gran éxito (se lanzó en los EEUU por la MGM como rival de Eastwood y su hombre sin nombre cuyos derechos los poseía la United Artist) que dio lugar a una peculiar trilogía dirigida por Luigi Vanzi, en la que participó como protagonista en el rol de un pistolero denominado The stranger (personaje que más tarde retomaría en la delirante “Get Mean”, también producida por él), además de colaborar en los guiones de las dos últimas y coproducir la tercera.
Hombre inquieto, fruto de sus programas de investigación y desarrollo de la tecnología del cine fueron varios avances en cuanto a objetivos y a cámaras de pantalla ancha, lo que le permitió rodar en 1981 el film en 3D “Yendo hacia ti” realizada por Ferdinando Baldi (que ya le había dirigido en “Blindman”, con Ringo Starr en un papel destacado, y en la citada “Get Mean”) y en la que también participó su amigo Gene Quintano como coprotagonista, coproductor y coguionista.
Su última película como protagonista fue otro film en 3D, en este caso de aventuras, “El tesoro de las cuatro coronas” en la que volvió a contar con Baldi (director), Quintano (actor, guionista y productor) y Lloyd Battista (guionista, que había participado en los libretos de cuatro de sus westerns).
A partir de ese momento se retirará del cine y sólo participará de forma esporádica como productor en proyectos de sus amigos Gene Quintano (“Una espía en mi alcoba” y “Un dólar por los muertos” que constituyó, por la falta de respuesta en taquilla, un intento fracasado de hacer varios westerns coproducidos entre España y los EEUU) y Mark Damon (“Orquídea salvaje”).
Filmografía en SW:
1966- Un dólar entre los dientes
1967- Un hombre, un caballo, un colt
1968- El forastero silencioso
1971- El justiciero ciego (Blindman)
1976- Con el sol en los ojos y la pistola en la mano (Get Mean)
1981- Yendo hacia ti (Comin’ at ya!)
FRANK WOLFF
Actor estadounidense (1928 California-1971 Roma) cuyo verdadero nombre era Walter Hermann Frank Wolff. De familia acomodada (su padre era médico) y de ideología de izquierdas, durante la década de los cincuenta estudió en la UCLA, apoyado por sus padres, actuación y dirección, montando diversas obras de teatro como “El tiempo es mañana” (drama en el que se criticaba la guerra) y obteniendo por dos veces el premio a mejor actor. Es durante esta época de estudiante cuando va a conocer a realizadores de la talla de Monte Hellman (“A través del huracán”, “Carretera asfaltada en dos direcciones”) del que se hará un gran amigo y con el que montará varias obras de teatro en UCLA o del mítico productor-director Roger Corman (además de su labor como director fue el mentor entre otros de Coppola, Scorsese, Demne, Nicholson o De Niro).
Gracias a la amistad con este último participó en varias películas dirigidas por él que compaginó con apariciones en series de moda de la época (“Los intocables”, “Caravana” o “Rawhide”). En 1961 se trasladó a Grecia para rodar de nuevo con Corman “Atlas”. Una vez en Europa decide probar suerte en la industria cinematográfica de este continente y, sobre todo, en la italiana, destacando sus apariciones en el policiaco dirigido por Francesco Rosi en 1962 “Salvatore Giuliano”, el drama sobre los inmigrantes griegos en EEUU “América, America” realizada por Elia Kazan en 1963, la coproducción de 1966 “La Venus de la ira” de Daniel Mann en la que trabajó junto a Sofía Loren y Peter Finch o la comedia de ese mismo año de Dino Risi “Arreglo de cuentas en San Genaro” con Nino Manfredi.
Su debut en el spaghetti western, tras haber rechazado el papel del malo en “Por un puñado de dólares”, tuvo lugar en 1966 con “Alambradas de violencia” de Leon Klimovsky en la que compartía cartel con Anthonny Steffen y llegó a rodar en apenas cuatro años hasta diez eurowesterns entre los que destacan dos de los mejores films de este subgénero “Hasta que llegó su hora” en el rol del desafortunado marido de Jill y “El gran silencio” como el desdichado sheriff, ambas rodadas en 1968.
De su última etapa sobresale su participación en tres giallos, “Asesinada ayer” dirigida en 1970 por Duccio Tessari, película en la que compartía protagonismo con Raf Vallone, y dos coproducidos entre España e Italia realizados en 1971: “Los fríos ojos del miedo” película de Enzo G. Castellari (con el que había trabajado en un par de spaghettis) y “La muerte camina con tacón alto” dirigida por Luciano Ercoli. Ese mismo año, aquejado por una fuerte depresión, se suicidaba en el Hotel Hilton de Roma antes de que se estrenase su última película “Quando le donne persero la coda”.
Filmografía en SW:
1966- Alambradas de violencia
1966- Los cuatros salvajes
1967- Il templo degli awoltoi
1967- Un dollaro trai denti
1967- Tu perdonas… yo no
1968- Llego, veo y disparo
1968- El gran silencio
1968- Hasta que llegó su hora
1968- Mátalos y vuelve
1969- Yo soy vuestro verdugo
No hay comentarios:
Publicar un comentario