martes

TU PERDONAS...YO NO


Tú perdonas...yo no. (Dio perdona... Io no!)
1967
Italia/España
Director: Giuseppe Colizzi
Música: Angel Oliver Pina
Guión: Giuseppe Colizzi
Fotografia: Alfio Contini

Reparto: Terence Hill, Bud Spencer, Frank Wolff, Gina Rovere, José Manuel Martín, Luis Barboo, Joaquín Blanco, Tito García, Frank Braña, Antonietta Fiorito, Francisco Sanz, Franco Gulà, José Canalejas.

Primera película de la trilogía rodada por Giuseppe Colizzi con Terence Hill y Bud Spencer como protagonistas que no me ha convencido.

SINOPSIS: Una banda ha atracado un tren llevándose una fuerte suma de dinero y ha asesinado a todos los viajeros. El robo tiene la firma de Bill San Antonio, pistolero ya fallecido. Dos hombres, Doc o Cat Stevens (jugador de cartas y antiguo compañero de San Antonio) y Earp o Hutch Bessy (empleado de la compañía) intentaran recuperar el dinero y descubrir la verdad sobre la muerte de San Antonio.

Me ha parecido un spaghetti regularcillo. Lo más destacado e interesante para mí han sido los primeros cuarenta o cuarenta y cinco minutos del film en los que, mezclando elementos de varios géneros (western y policíaco) y con una estructura un tanto compleja a base de flashback no ordenados cronológicamente, los protagonistas localizarán el lugar donde se encuentra el botín y conocerán la verdad sobre San Antonio. Pero a partir de la llegada de ambos a la guarida de los bandidos la peli se hace más previsible, aburrida y tópica, rellenándose el resto del metraje con las típicas peleas que en algunos casos resultan un tanto forzadas (como la que mantienen Hill y Spencer en la orilla del río), con escenas de torturas que se hacen interminables, y con algún que otro tiroteo que no resulta demasiado espectacular; todo ello para llegar a un final un tanto flojo y decepcionante.

En cuanto a la labor de dirección de Giuseppe Colizzi me pareció muy corriente, lo que se aprecia, a mí juicio, en las dos escenas iniciales. Así en la primera abusa del efectismo y no termina de sacar todo el partido a un comienzo que podría haber sido sensacional con la llegada al pueblo del tren cargado de muertos. Mientras que la presentación de Doc jugando una partida de poker, que es bastante buena, se ve deslucida por la pelea posterior torpemente rodada.

Por lo que respecta a los actores, creo que Terence Hill cumple en su papel de héroe ambiguo (pretende encontrar el botín para quedárselo), mientras que Bud Spencer parece cómodo en su papel de honrado y fortachón empleado de la compañía. Sin embargo, para mí, ambos quedan eclipsados por la actuación de Frank Wolff como el taimado jefe de la banda. Además están secundados por un buen número de habituales del género como José Luis Martín, Frank Braña, José Canalejas o Paco Sanz que no lo hacen mal. En relación con la banda sonora cabe señalar que la misma me pareció bastante desafortunada, pesada, inapropiada y muy mal utilizada. (TEXTO 800 SW)

GIUSEPPE COLIZZI

Giuseppe Colizzi nace en Roma en 1925. Sin duda tiene el merito de haber creado la pareja de oro de la segunda generación del spaghetti western. Estamos en 1966 y Colizzi llama por teléfono a Carlos Pedersoli con la idea de proponerle actúar en un western, junto al semi-desconocido actor Mario Girotti.
Nace "Tú perdonas...yo no", y "nacen" también Bud Spencer y Terence Hill.

Collizi comenzó a trabajar en el cine en 1948 en Roma con el joven director Luigi Zampa originalmente como asistente y luego como gerente de producción. Participó en algunos éxitos del cine italiano de los años cincuenta/sesenta, como "Il bidone", "L’arte di arrangiarsi", "L’onorata società", "Anni facili", "Omicron", "Questa volta parliamo di uomini" o "Le belle famiglie". En esa misma epoca tambien trabaja en el guión de la película "I nuovi angeli".
Entre 1958 y 1960 Colizzi se dedica a la edición de novelas.
Pero la gran fama le llegó a mediados de los años sesenta, cuando decidió regresar al cine, por primera vez detrás de la cámara. Su experiencia en los guiones y la edición le valió para decidirse a crear su propia película.

La idea básica en la mente de Colizzi era crear un westen del mismo tipo de los que tenían exito en esos años. Inicialmente la historia se basaba en una fabula Isopiana y la película tendría el titulo de "El perro, el gato y el zorro". Una película desde tres puntos de vistas; Mario Girotti (Terence Hill) jugando como gato, Pietro Martellanza como el perro y Frank Wolf como el zorro.
Después de un tiempo de trabajo sobre el guión, cambia de opinión y piensa en una historia con solo dos actores.

"La primera película rodada junto con Giuseppe fue un poco de casualidad. En verdad la iba a hacer Peter Martellanza en un principio, pero se rompió una pierna. Collizí me llamó directamente él por telefono, y de allí salió "Tu perdonas...yo no". Personalmente nunca pensé que me fueran a llamar a mi, ya que Peter Martellanza era un actor atractivo de ojos azules, practicamente igual que Terence Hill"
(Bud Spencer)
La película tras su estreno pronto se cuenta como un gran éxito y las salas de los cines están repletas. La criticas, frías en un principio, comienzan a hablar como un nuevo genio en el cine italiano. A los pocos meses, con mucho entusiasmo, el director comenzó a trabajar en la segunda parte de la película. La pareja Hill-Spencer se convierte en el motor que acelera el guión, y en 1968 estrena "Los cuatros truhanes", con el añadido del actor Eli Wallanch al proyecto.
"La colina de las botas" cierra la trilogía un año más tarde.

Pasado unos años (1972), Giuseppe tiene la idea de volver a dirigir a la pareja, ya famosa por las películas de "Trinidad", pero esta vez los saca del western y los lleva a la época actual en una película rodada íntegramente en un aeropuerto abandonado y los bosques de Colombia. el titulo de la producción fué "Más fuerte, muchachos". Giuseppe añade todos los trucos de Barboni, aunque con algunas leves modificaciones. Está seria su ultima película con la pareja.
Dos años después rueda "Arrivano Joe e Margherito", que no es otra cosa que una de Hill/Spencer pero sin ellos en el reparto. Por desgracia para el, esta película no es un éxito como sus anteriores trabajos.

Llegamos a 1975, cuando en Italia hay una especie de revolución de los medios de comunicación, en especial de las televisiones privadas que están emergiendo en aquella época en el país. Colizzi se convierte en el director general del primer canal privado de Roma, hecho que le lleva a escribir y dirigir una película sobre ese singular tema, que trata sobre dos jóvenes editores de un primerizo canal privado y sus problemas, que les llevará hasta a ser secuestrados.
"Switch" aparece en la primavera de 1978, siendo una propuesta inovadora. Por desgracía, una mala distribución hace que pase sin pena ni gloria.

Olvidado el mal trago, Colizzi comienza a preparar una nueva historia para Hill y Spencer. Por desgracía en 1980 muere a la eda de cincuenta y cinco años en su Roma natal.
"Estoy con los hipopotamos" tuvo que ser dirigida al final por Italo Zingarelli. Tres años más tarde, Terence Hill dedicará la serie "Don Camilo" a la memoria de Giuseppe Colizzi.
(Texto traducido y adaptado de la web "SW Il Data Base Western Italiano") (800 SW)

Filmografía SW:

1967- Tú perdonas...yo no
1968- Los cuatros Truhanes
1969- La colina de las botas

BANDIDOS


Bandidos
1967
España/Italia
Director: Massimo Dallamano
Guión: Luis Laso, Juan Cobos, Romano Migliorini, Gianbattista Mussetto
Fotografía: Emilio Foriscot
Música: Egisto Macchi

Reparto:
Terry Jenkins, Enrico Maria Salerno, Venantino Venantini, Maria Martin, Fred Robsahm, Chris Huerta, Marco Guglielmi, Víctor Israel, Roberto Messina, Valentino Macchi, Antonio Pica, Arthur Chase, Jesus Puente, Massimo Scarchielli, Renzo Pevarello, Aysanoa Runachagua, Gino Barbacane, Giancarlo Sisti, Claudio Scarchilli, Luciano Pallocchia, Giancarlo Bastianoni, Juan Jose Milian, Franco Morici, Osiride Pevarello

Extraordinario spaghetti de 1967 en régimen de coproducción entre España e Italia y dirigido por Massimo Dallamano (director de fotografía de, entre otras, “Por un puñado de dólares” y “La muerte tenía un precio”) bajo el seudónimo de Max Dillman, que supuso su única y brillantísima aportación a este subgénero, ya que a partir de este año, y hasta su prematura muerte a mediados de los setenta, se especializó en dramas y, sobre todo, giallos como “¿Qué habéis hecho con Solange?” o “El medallón ensangrentado”.

Nos encontramos ante una gran historia, perfectamente desarrollada por un guión estupendo que carece de tiempos muertos escrito, entre otros, por Juan Cobos y una de las mejores labores de dirección que he visto hasta ahora en un spaghetti.

Como toda buena película nos relata temas universales, en este caso trasladados al oeste americano; así, no sólo nos cuenta la típica historia de una venganza tan propia de este subgénero sino también el dolor que produce la traición de los seres queridos o la necesaria rebelión del hijo contra el padre (aquí del discípulo contra el maestro) para poder afianzar su personalidad el primero y poder recorrer su propio camino.

El film cuenta con un grandísimo prólogo que marcará el devenir de los tres protagonistas. Un tren es asaltado por la banda de Billy Kane en colaboración con un grupo de forajidos mejicanos comandados por Vigonza. Del asalto sólo se salvarán dos pasajeros: un joven, Ricky Shot, que es arrojado del mismo y Richard Martin un feriante, antiguo maestro de Kane del que éste aprendió todo sobre el manejo del revólver y al que abandonó para dedicarse a la delincuencia, modo de vida más lucrativo. Kane, en recuerdo a los viejos tiempos y rompiendo una de sus máximas (”Dejar testigos es cosa de principiantes. Jamás lo hago”), le perdonará la vida, no sin antes dispararle a las manos en una gran secuencia con una fuerte carga simbólica que recuerda ligeramente a la protagonizada por James Stewart y Alex Nicol en “El hombre de Laramie”. A partir de ese momento Richard planeará acabar con Kane en una decisión en la que cobra tanta importancia el deseo de vengarse como el dolor por haber sido traicionado por aquel al que más quiso. La oportunidad le llegará al conocer a un joven, Shot, al que adiestrará en el manejo de las armas de fuego como lo hizo con Kane; lo que desconoce es que éste es el otro superviviente y tiene sus propios planes ya que le acusaron del asesinato de un pasajero que uno de los hombres de Kane cometió con su cuchillo. Traicionado por segunda vez, Richard tomará una decisión que será trágica.

Si el guión me ha parecido muy bueno por su dinamismo lo que, creo que, destaca sobre todo es el montaje (en la larga escena del robo del tren es prodigioso), y la labor de Emilio Foriscot (responsable también ese mismo año de “Dos cruces en Danger Pass” o “Cara a cara”) como director de fotografía y de Dallamano en la dirección, que huye de los clichés del spaghetti como los primerísimos planos de la miradas de los personajes que se alargan hasta la extenuación o el abuso del zoom (recurre a éste en contadísimas ocasiones y siempre de forma justificada) para ofrecernos toda una lección sobre el uso del travelling (maravilloso el inicial en el que se van viendo las víctimas del tren o el que precede al tiroteo final en el que sólo se ven las piernas de Kane mientras se desplaza), de la utilización de la cámara subjetiva (grandioso el inicio del enfrentamiento que sostienen en el salón Kane y Shot con los hombres de Vigonza), con secuencias perfectamente planificadas (extraordinario el enfrentamiento de Kane con uno de sus hombres que viene precedido con un precioso plano de una botella deslizándose por la barra) y planos de una gran originalidad (el del mejicano mirando a través del agujero de su sombrero o el del pistolero cuya imagen, al ser abatido, se ve reflejada en un cristal) y belleza, además de rodar de forma magistral las escenas de acción, sobre todo el tiroteo final y, como ya indique, el asalto al tren. Demostrando, así, que partiendo de los elementos propios de este subgénero se podía contar una buena historia de forma original.

A ello hay que añadir una gran banda sonora de temas variados compuesta por Egisto Machi que acentúa el tono amargo y melancólico de la película y una muy buena labor de ambientación a pesar de que no se dispuso de un gran presupuesto.

Y para redondear el film nos encontramos con unos estupendos actores que dan vida a unos personajes perfectamente perfilados. En primer lugar a un gran Enrico María Salerno capaz de transmitir en todo momento el sufrimiento (físico y moral), las ansias de venganza, la desesperación y la derrota (gran escena la del enfrentamiento con su ex discípulo) de su personaje, Richard; lástima que no se prodigara mucho en el género (creo que tan sólo apareció en cuatro spaghettis). Un estupendo Venantino Venantini (actor, que si no recuerdo mal, es la primera vez que veía) que hace una gran composición como Billy Kane, uno de los más despiadados pistoleros del spaghetti (incluso sus hombres lo temen y pretenden liquidarlo) que se caracteriza por desarmar a sus oponentes antes de matarlos a sangre fría, pero también con su propio código del honor (respeta el acuerdo con Shot) e, incluso, capaz de mostrar ciertos sentimientos respecto a quien fue su maestro. Un más que correcto Terry Jenkins (actor británico que tan sólo rodaría “La leyenda de la ciudad sin nombre”) como Ricky Shot, el inteligente y nuevo discípulo de Richard que también lo traicionará, aunque al final rectificará al darse cuenta de su error. Un competente Cris Huerta como el bandolero mejicano Vigonza, casi tan despiadado como Billy pero mucho menos hábil con el revólver, que, traicionado por éste, pretenderá acabar con él; es en la película en la que mejor le he visto aunque creo que ese personaje lo hubiera bordado Fernando Sancho. Y la colaboración de María Martín como Betty Starr, una madura prostituta.

Como único elemento negativo destacaría, para mi gusto, el personaje del pianista travestido que, creo, está fuera de contexto y no aporta absolutamente nada a la película.
En resumen un grandísimo spaghetti, de una gran riqueza visual (pienso que para apreciar su grandeza hace falta verla más de una vez), extraordinariamente dirigido (viendo esta película no sé si Dallamano fue un discípulo aventajado de Sergio Leone o, incluso, pudo influir en el maestro en su obra cumbre, “Hasta que llegó su hora”) y cuya visión creo que es imprescindible para cualquier amante de este subgénero en particular y del cine en general; por lo que sólo me queda recomendaros que la veáis y la paladeéis plano a plano y secuencia a secuencia.

lunes

DUELO A MUERTE EN O.K. CORRAL


DUELO A MUERTE EN O.K. CORRAL (Título original: DOC)
USA 1971
DURACIÓN 96 min.
DIRECTOR Frank Perry
GUIÓN Pete Hamill
MÚSICA Jimmy Webb
FOTOGRAFÍA Gerald Hirschfield
PRODUCTORA UA

REPARTO

Stacy Keach, Faye Dunaway, Harris Yulin, Mike Witney, Denver John Collins, Dan Greenberg

El Dr. John Holliday, "Doc", pistolero y jugador profesional, se dirige a Tombstone para ver a su amigo Wyatt Earp. En el camino conoce a Kate, una prostituta dispuesta a todo con tal de huir del pueblo y la miserable cantina en la que ejerce. Al final decidirá ayudar a Earp en su enfrentamiento con los Clanton.
Nueva revisión del mítico duelo sostenido por los Earp, ayudados por Doc Holliday, y los Clanton, en un western poco apreciado que, sin embargo, dota de realidad a la leyenda, dando una versión menos épica del enfrentamiento. A recordar la lapidaria frase de Wyatt Earp cuando, acompañado de sus hermanos Morgan y Virgil, y del doctor Holliday responde a la sentencia de un asustado espectador. Dice éste: "Con los revólveres no se arreglará esto". Y contesta Wyatt Earp: "Amigo, no se imagina usted la de cosas que se pueden arreglar con un revólver".

En Tombstone, Wyatt tenia "intereses" en el bar Oriental, que tenia por rival al Eagle Brewery. Los Earp se hicieron notar enseguida y también se dieron cuenta de la tension política que había como mar de fondo en el lugar, aunque no hay pruebas de que se involucraran mas que en la candidatura de Wyatt al cargo de sheriff.Por desgracia , ganó el democrata John Behan que no encajaban con el republicano Wyatt, lo que mas adelante tuvo repercusiones importantes.
En un aspecto mas amplio, sin embargo, estaba el tema de las actitudes de la gente y la ley. Los rancheros locales se resentían del flujo de individuos atraidos a la zona por el oro y la plata y por su parte los frecuentadoes de los locales de juego y los bares detestaban a los rancheros, que se creían los dueños de Arizona. Esto condujo a una profunda desconfianza y a la amenaza de la violencia. La facción de los Earp estaba justo en medio porque ademas del papel de Wyatt como sheriff delegado (sirvió en ese cargo durante un periodo breve)Virgil era comisario de la ciudad. Su situación llevo a un conflicto con los Clanton y los McLaury cuyas actividades combinadas de rancheros-ladrones de ganado estaban en boca de todo el territorio. Pero continuaron obteniendo contratos del gobierno para alimentar las reservas apaches (algunos alegaron que el ganado necesario para ello había sido robado a los mexicanos).Los Earp tuvieron poco contacto con los "ladrones de ganado" hasta que Wyatt perdió un caballo muy preciado. Se entero de que Billy Clanton lo tenía, pero cuando lo reto admitió que había sido un error.Sin embargo cuando desaparecieron seis mulas de un puesto del ejercito y llamaron a Virgil como comisario delegado de los US para que las recuperara las cosas se pusieron al rojo vivo. Acompañado por Wyatt y un escuadrón de soldados, el grupo descubrió los animales en el rancho de McLaury donde estaban a punto de borrar los hierros del ejercito ¡¡

Enfrentados con la amenaza de un juicio y posiblemente una temporada en la cárcel del estado, los McLaury decidieron devolver las mulas y pagar una cuantiosa multa al ejercito. Por desgracia, al poco de marcharse la tropa , resulta que otros cuatreros les robaron las propias mulas que habían quedado en devolver al puesto militar , jugadas del destino.
Esta clase de comportamientos, el robo de diligencias y la aparicion de tipos como los Clanton, McLaury y compinches peligrosos como Billy Clairborne, Curly Bill Brocious o Johnny Ringo (personaje de mucho cuidado) no ayudaba a las buenas relaciones. Las cosas no mejoraron tampoco cuando se rumoreo que Doc Holliday se habia metido tambien a atracar diligencias, aunque no se probo. Para complicar todo mas Virgil preocupo al sheriff del condado Behan cuando en el ejercicio de su cargo de comisario delegado arresto a dos de sus delegados, Frank Stilwell y Pete Spence, acusados de atraco a diligencias.
Morgan Earp se encontro un día en la calle con Frank McLaury que lo reto a un duelo, pero el se nego. Despues, el 25 de octubre, Ike Clanton tuvo una riña con Doc Holliday en un bar, Ike intento suavizarla, pero Doc "se habia picado". "Eh, tu maldito vaquero, hijo de perra ¡¡", grito , "coge tu pistola y solucionemos esto".
Añadio otros cuantos insultos escogidos y afirmo que Ike habia estado amenanzandole a el y a sus amigos, cosa que Ike nego. En consecuencia Ike se sintió acobardado cuando le reto Holliday , entonces aparecio Morgan y Ike salio corriendo del bar mientras suplicaba a ambos que no le dispararan. Parece ser que ademas habían acusado a Ike de jugar a dos bandas y se rumoreaba que Wyatt, cuando supo que el viejo Clanton había muerto y que Ike era el cabeza de familia , había tratado de sobornarlo, para que diera los nombres de los asaltadores de diligencias. Se afirmaba que Wyatt pensaba que esa información lo ayudaría en su candidatura para sheriff en las siguientes elecciones y el dinero de las recompensas iría a parar a Ike. Cuando después de aquel supuesto arreglo, Ike dijo que había sido obligado a ello, para que nadie se enfadara.
En la mañana del 26 de octubre, Ike apareció en la calle con muy mal aspecto después de una noche de juego y bebida. Todavía en estado de embriaguez empezó a lanzar amenazas contra los Earp, seguidamente cogió su revolver y un rifle , alguien sensato sugirió que Wyatt debía saberlo para estar alerta. Wyatt busco enseguida a Virgil y fueron juntos a por Ike. Lo encontraron, le quitaron el rifle y cuando sacaba el revolver, Virgil se lo quitó de las manos y le atizó con el en la cabeza.
Ike cayo de rodillas, entonces Virgil le arresto por llevar armas dentro de los limites de la ciudad y los dos hermanos lo arrastraron hasta el tribunal donde le impusieron una multa de 25 dolares. Wyatt le dijo a Ike que le pagaba la multa si aceptaba un reto a tiros con el , a lo que Ike respondió que que ya se verían las caras y que lo unico que necesitaba era un metro y medio de tierra para enterrarlo.
Fuera del tribunal Wyatt se enzarzo en una discusion con Tom McLaury que acabo con un golpe del revolver de Wyatt en su cabeza, seguidamente los Earp se marcharon dejando a McLaury tendido y sangrando en la calle. Se habia declarado la guerra. Todo el mundo sabia que era cuestion de tiempo que empezaran los tiros.
Advertidos de que los Clanton , los McLaury y Billy Clairborne se habian apostado en el O.K. Corral, los Earp comprendieron que habia llegado la hora de la verdad. Al enterarse de lo que pasaba, Doc Holliday se unio a ellos con una de sus pistolas favoritas fabricada por W.W. Greener de Birmingham , Inglaterra. Como comisario de la ciudad Virgil debia evitar el derramamiento de sangre, pero es dudoso que le pasara por la cabeza.
El sheriff John Behan estaba en la barberia en Allen Street cuando se entero de lo que iba a pasar y corrio al bar de Hafford donde los Earp se estaban preparando para el "acontecimiento". Behan dijo a os Earp que el mismo les quitaria las armas ,que no intervinieran.
En la esquina de Freemont Street se encontro con Frank McLaury que aseguro a Behan que no querian pelea, pero que tampoco depondrian las armas los dos se fueron entonces hacia el OK Corral , allí Ike y Tom McLaury aseguraron a Behan que no estaban armados.Desesperado Behan urgio a los demas a que les dieran sus armas. "Solo si desarma primero a los Earp" contesto Frank. Billy Clanton dijo que deseaba irse a casa y Billy Claiborne declaro que habia intentado convencerles de que se fueran de la ciudad. Behan les estaba pidiendo que le acompañaran a su despacho cuando aparecieron los Earp y Holliday al final de la calle andando los unos al lado de los otros. No se muevan dijo Behan y corrio a encontrarse con ellos.
"Por el amor de Dios, no vayan allí", suplico.Virgil le miro fijamente y lo aparto a un lado."Voy a desarmarles", dijo, y los cuatro hombres siguieron adelante. Behan les grito que volviera, pero no le hicieron caso. Consciente de que la situación podia degenerar en violencia, Virgil habia designado a Holliday y sus hermanos comisarios delegados de la ciudad. Algunos historiadores creen que Virgil realmente queria desarmar a los hombres que estaban en el OK Corral , pero Wyatt no estaba por la labor.
Los Earp y Holliday particularmente este ultimo , eran un ejemplo del tipico pistolero en su forma de vestir y en sus modales. Llevaban sombreros negros de ala muy ancha y abrigos largos al estilo "Prince Albert". Wyatt iba armado no con un colt 45 ( o el mitico "Buntline Special") si no con un Smith & Wesson New Model nº3 americano calibre 44 que le habia regalado John P. Clum, editor del Epitaph. Los demas llevaban colt Peacemaker calibre 45 a excepcion de Holliday que ademas de su arma corta portaba un escopeta de dos cañones que le habia cogido a Virgil.(Segun algunos de los testigos fue el quien comenzó el tiroteo con dicha escopeta provocando a que Tom McLaury intentase sacar el rifle de su caballo , para acto seguido dispara sobre el los dos tiros)
Pero bueno vayamos a los datos "supuestamente" mas oficiales del tiroteo. Al acercarse los Earp, los Clanton y los McLaury se agruparon en Fremont Street, casi enfrente de una galeria fotografica y la casa de Fly, al aire libre y no dentro del propio OK Corral como algunos han afirmado. Cuando las dos facciones se encontraban como a tres metros se hizo un silencio roto solo cuando Billy Claiborne corrió de repente a casa de Fly donde se le unió Behan. John Behan dio testimonio despues de que Wyatt habia empezado la lucha gritando: "Hijos de perra, habeis estado buscando peleay ya la habeis conseguido ¡¡". Sin embargo Wyatt mantuvo que Virgil ordeno primero que mostraran sus armas y cuando Billy y Frank fueron a sacarlas Virgil grito: "Quietos, no es eso lo que digo. He venido a desarmaros ¡¡" Billy Clanton dijo entonces : "No me dispareis, yo no quiero luchar". Tom McLaury se abrio el abrigo para desmotrar que no estaba armado.
wyatt Earp afirmaria despues que Behan les habia dicho que los habia desarmado, pero que la vision de los revolver en manos de Frank y Billy Clanton le convenció de que todos estaban armados de modo que abrio fuego.Sin hacer caso a Billy disparó a Frank que le parecia el mas peligroso de la banda (segun otros testimonios el que disparó a Frank fue Holliday , pues al parecer tenia dos disparos de escopeta que llevaba el mismo)Sonaron dos disparos al unisono Wyatt fue a por Frank y Billy a por Wyatt."No se quien disparo antes . Lo hicimos casi a la vez. Entonces la pelea se generalizó" Virgil ordeno que se retiraran a la calle donde se aposto Holliday. Ike Clanton aprovecho la oportunidad para arrojarse sobre Wyatt y agarrarle el brazo izquierdo. A darse cuwenta de que estaba desarmado Wyatt le dijo que luchara o se fuera. Ike escapo corriendo lebrandose literalmente por los pelos de un disparo de Holliday.
El primer tiro de Wyatt habia herido a Frank en el estomago, pero este tambaleandose saco el winchester de la silla de montar de su hermanoy se puso a cubierto detras del aterrorizado caballo.Mientras tanto Morgan consiguio dar en la muñeca derecha y en el pecho a Billy Clanton. El chico se acercó a duras penas a la galería y trató desesperadamente de usar su pistola con la otra mano. En ese momento el caballo de Frank dio un salto asustado y dejo a la vista a Tom , momento que Holliday aprovechó a descargar dos disparos al pecho de Tom McLaury y matarlo.
Virgil aun no había disparado y habia recibido un disparo en la pierna que lo hizo caer al suelo, Morgan recibio un disparo en el hombro desde el suelo a manos de un moribundo Billy , a la vez que Wyatt disparaba sobre el y lo mataba. Frank McLaury consiguio ponerse en pie y disparar sobre Holliday al que hizo un herida superficial en la cadera, Frank murio posiblemente a manos de Holliday o de Morgan todo fue un poco rápido y confuso.

La lucha del OK Corral duro unos 30 segundos y se dispararon entre 17 y 20 tiros , murieron tres miembros de los "malos" Virgil y Morgan heridos de gravedad , Holliday herido leve y solo Wyatt y Ike (que huyo cobardemente) salieron ilesos , ademas de Billy Cliborne que se borró de la pelea a ultima hora. Despues de una serie de juicios de la que salieron absueltos los Earp y Holliday , Wyatt hizo un grupo compuesto por el mismo, su hermano Warren(realmente eran cinco hermanos) , Holliday,Texas Jack Vermillion,Turkey Creek Jack Johnson y Sherman McMasters dedicados a buscar al resto de cómplices e irlos eliminando Curly Bill Brocious (que después de matar al marshall Fred White escapo de los calabozos) murió a manos de Wyatt, también cazaron a Pony Deal, Billy Claiborne(aunque realmente tambien hay quien acusa de su muerte a Frank Leslie) y se supone que Holliday se encargo de finiquitar a Johnny Ringo (también se hablo de que Ringo se podría haber suicidado peros algunos detalles alrededor del lugar de los hechos , lo contradicen) se dice que Wyatt tenia bastante respeto , a Johnny Ringo , por lo que se comento , que Doc le hizo el avor de acabar con el , en fin.....conjeturas. La historia y leyenda se entremezclan, pues hubo opiniones contradictorias de los distintos testigos del duelo y los sucesos de venganza que ocurrieron despues.

EL HALCON Y LA PRESA


El Halcón y la presa (Resa dei conti, La)
1967
Italia/ España
Director: Sergio Sollima
Guión: Tulio Demicheli, Sergio Donati, Sergio Sollima
Argumento: Fernando Solinas, Franco Morandi
Director de fotografía: Carlo Carlini
Música: Ennio Morricone

Reparto:
Lee Van Cleef, Tomas Milian, Walter Barnes, Nieves Navarro, Fernando Sancho, Gerard Herter, María Granada, Roberto Camardiel, Angel del Pozo, Antonio Casas, Lorenzo Robledo, Luisa Rivelli, Calisto Calisti, Benito Stefanelli, Nello Pazzafini, Barta Barry, Luis Gaspar, Antonio Molino Rojo, Fernando Sánchez Polack.

Si una de las características del cine de Corbucci, para mí, es la visión desencantada de la construcción de los EEUU y, por extensión, del proceso revolucionario en Méjico; los tres spaghettis que rodó Sollima, creo que tienen en común una profunda carga ideológica. En ésta cuenta la historia de un mítico cazador de recompensas, llamado Corbett, bastante heterodoxo (su trabajo lo realiza fundamentalmente para imponer la justicia y no solamente para cobrar la correspondiente recompensa) al que un rico empresario le propone su apoyo económico con objeto de llevarle al Senado para que se apruebe su proyecto de unir, mediante el ferrocarril, Tejas y Méjico, pero antes deberá dar caza a un humilde mejicano al que acusan de haber violado y asesinado a una adolescente.

El mensaje social aparece desde el principio. Así la escena que se desarrolla en la mansión del hacendado, tras el estupendo prólogo, nos muestra la opulencia de éste y de sus invitados, y el desprecio que sienten por el personaje interpretado por Tomas Milian al que tachan de mejicano vagabundo; escena que contrasta con la siguiente al mostrarnos la miseria en la que viven los mejicanos asentados en Tejas. Esta carga ideológica también se aprecia en los personajes principales, sobre todo al enfrentar a un rico terrateniente con el suficiente poder, como ya he comentado, para llevar a un hombre al Senado, en lo que entiendo como una clara crítica al sistema electoral de los EEUU, y que se comporta de forma casi feudal ya que es dueño y señor de tierras y personas (incluso le llega a decir a Corbett “usted me pertenece”), con un paria llamado Cuchillo (el chivo expiatorio) que ha sido traicionado por la revolución y que según sus propias palabras en la vida sólo le queda huir. En este sentido cobra gran importancia la conversación que mantiene Cuchillo con Corbett en la que le indica que tras haber luchado en la revolución la situación ha vuelto a ser la misma, subrayándose, por tanto, la idea de que en todo proceso revolucionario los que siempre pierden son los pobres y miserables. Y entre ambos se encuentra Corbett, un hombre recto (se presta a ser el hombre del potentado en el Senado sólo para favorecer el desarrollo de Tejas) cuya máxima preocupación es hacer justicia.

Por otra parte y con independencia de lo señalado en los párrafos anteriores, me ha parecido una gran película, muy entretenida que, no obstante, se caracteriza, para mí, por sus contrastes. Creo que la mayoría de las escenas están muy bien dirigidas como por ejemplo la de la conversación entre los dos protagonistas sobre la ley con la posterior falsa picadura de una serpiente o la larga escena que se desarrolla en el rancho inmediatamente antes de comenzar la caza del hombre y en la que Corbett se dará cuenta del engaño. Por otra parte el director maneja muy bien la grúa en los exteriores y nos ofrece estupendos travellings (son preciosas la escena de la llegada de Corbett al pueblo en el que están afeitando a Cuchillo y la de su encuentro con los mormones). Pero junto a éstas aparecen otras rodadas, a mí entender, de forma atropellada como la del toro.

La presentación del personaje de Corbett es sensacional con un magnífico prólogo que nos engancha a la película y nos aporta importante información sobre el protagonista. Sin embargo, la primera escena larga en la que aparece Cuchillo (la del río) me parece un tanto grotesca y falsa (nos quieren hacer creer que es el asesino de la chica). El guión, obra entre otros de Sergio Donati y del propio Sollima, es bastante bueno, con una progresión continua de la trama, sin que ésta decaiga y que culmina en un estupendo doble duelo con ¿un homenaje a “El bueno, el feo y el malo”?. Pero se inventan, a mi entender, una larga secuencia en un rancho dirigido por una mujer (la estupenda Nieves Navarro) que no aporta nada a la película y que me parece un pegote, además de contar con un montaje un tanto caótico (Cuchillo aparece toreando, a continuación se deja seducir por la dueña para, sin solución de continuidad, aparecer siendo castigado a golpe de látigo). Además, me parece un auténtico disparate la resolución de la misma con un tiroteo, magnífico por otra parte, en el que los empleados disparan sobre la casa en la que se encuentra su patrona.

Hay en general una buena labor en el montaje interno de las distintas escenas de la película con proliferación de planos largos que a mí me gustan mucho. Esto contrasta con la forma abrupta con la que están unidas varias de ellas, dando la sensación que están rodadas, en la mayoría de los casos magníficamente, de forma independiente y que el director no sabe cuál es la siguiente escena que viene a continuación, montándolas con posterioridad como buenamente pudieron. Desde el punto de vista técnico la película está muy cuidada y cuenta con una gran labor de ambientación y una amplia variedad de localizaciones bellamente fotografiadas por Carlo Carlini. A todo ello hay que añadir la estupenda labor en la producción de Alberto Grimaldi y la magnífica banda sonora, con homenaje incluido a “Para Elisa”, del maestro Ennio Morricone.

En cuanto a los actores, Lee Van Cleef está de nuevo estupendo con ese estilo sobrio y contenido que le caracterizaba, mientras que Tomas Milian (un actor que en otras películas me ha gustado mucho) me parece en algunas secuencias sobreactuado, quizás es que su papel lo precise. También destacan Fernando Sancho como un capitán, personaje que simboliza el resultado del proceso revolucionario, y Walter Barnes como Brockston, el rico terrateniente empeñado en dar caza a un pobre diablo para evitar que se haga público un terrible secreto.

En resumen, a pesar de sus defectillos, una gran película indispensable para todo aquel que quiera introducirse en este subgénero y que está entre los diez mejores spaghettis de la historia.

PLAZO PARA MORIR


Plazo para morir (All'ombra di una colt)
1965
España/Italia
Director: Giovanni Grimaldi
Guión: ldo Barni, Aldo Luxardo, Giovanni Grimaldi, Maria del Carmen Martinez Roman
Fotografía: Stelvio Massi, Julio Ortas
Música: Nico Fidenco

Reparto:
Stephen Forsyth, Aldo Sambrell, Conrado San Martín, Anna Maria Polani, Helga Line, Franco Ressel, Graham Sooty, José Calvo, Javier de Rivera, Andrea Scotti, Rafael Albaicín, Hugo Blanco, Xan das Bolas, Gino Cassani, Alvaro de Luna, Tito García, Sancho Gracia, Franco Lantieri, José Marco, Hugo Ricardo.

Coproducción hispano-italiana bastante irregular dirigida en 1965 por Giovanni Grimaldi, guionista y director ocasional especializado en comedias (dirigió en varios films a los inefables Franco Franchi y Ciccio Ingrassia) que desarrolla un tema, el de la condición trágica del pistolero y sus dificultades para redimirse, tratado por el western clásico norteamericano en infinidad de ocasiones (en la película se dejan ver las huellas de films como “Horizontes lejanos”, “El pistolero” o “Raíces profundas”) y que tratarían, entre otros, en este subgénero, para mí, con más acierto Rafael Romero Marchent en su más que estimable “Ocaso de un pistolero” rodada ese mismo año y Alfonso Balcázar con la notable “Clint el Solitario” de 1967.

Duke y Steve son dos pistoleros. Este último está cansado y desea abandonar esa vida casándose con Susan, la hija del primero, a pesar de la oposición del padre que le advierte de que le mataría si se casa con ella. No obstante Steve, aprovechando que Duke queda malherido en un enfrentamiento con unos bandoleros mejicanos, decide llevar a cabo sus planes. Pero abandonar esa vida es más difícil de los que Steve pensaba, máxime al instalarse en un pueblo, Providence, controlado por un grupo de facinerosos, a cuyo frente se encuentran Jackson y Buck, que se han ido adueñando de todos los comercios y ranchos de la zona.

Uno de los aspectos destacados del film, que te predisponen a favor del mismo, son los títulos de crédito a base de dibujos mientras se escucha un acertado tema recitado que nos introduce en el tema principal de la película, al señalar que: “Ansias tengo de sentir entre mis manos la cálida madera del arado, del rubio trigo la punzante espiga y las mejillas de la esposa amada. Mas no puedo que debo matar”. El nivel se mantiene bastante alto tanto con la primera escena, caracterizada por su naturalidad, con los dos pistoleros a caballo mientras Steve rebela sus planes a Duke y éste le advierte de la práctica imposibilidad de llevarlos a cabo ya que su vida está ligada a un revólver y siempre habrá un pistolero que quiera hacerse famoso matándolos; como con el posterior enfrentamiento, que recuerda en cierta forma a “Los siete magníficos”, de los dos pistoleros con unos bandoleros mejicanos que tenían sometido a los habitantes de un pueblo.

Pero a partir de ese momento la película se hace cada vez más aburrida debido a un guión obra, entre otros, del propio director incapaz de desarrollar los aspectos más dramáticos de la historia y en el que se intenta dar importancia a las escenas más intimistas que, sin embargo, quedan bastante ridículas y falsas. A ello hay que añadir una labor poco inspirada y bastante desacertada tras la cámara del director en esta parte central, que contrasta con el magnífico desenlace de la película con un duelo, un tiroteo y un enfrentamiento final entre los dos antiguos camaradas realmente buenos, en los que destacan un sobresaliente montaje y una acertadísima planificación de las escenas con bellísimos planos y encuadres hasta el punto de que parecen realizados por otro equipo, aunque en su debe hay que señalar que recurren en alguna ocasión a la cámara rápida.

Junto a los créditos y al gran final destaca como elemento positivo la banda sonora compuesta por Nico Fidenco que cuenta con un buen tema principal de inspiración clásica (el inicio me recordó a la canción de los títulos de crédito compuesta por George Dunning para el western de Delmer Daves “El tren de la 3:10”). La única pega, para mí, es que se repite en exceso.

La irregularidad de la película se repite en el casting; así Steve está encarnado por el actor canadiense Stephen Forsyth que tan sólo intervino en diez films, hecho que no me extraña porque es uno de los peores protagonistas que he visto en un spaghetti y se muestra incapaz de transmitir la más mínima emoción a un personaje, en principio, bastante interesante. Por el contrario nos encontramos con un gran Conrado San Martin como Duke, un pistolero que se rige por un estricto código del honor en el que la palabra dada es ley. Lástima que su personaje desaparezca durante buena parte del metraje porque la película gana mucho cuando está presente. El personaje de la anodina Susan está interpretado por Anna María Polani, actriz también de carrera muy corta a la que no conocía, que pasa totalmente desapercibida.

En roles negativos aparecen una desaprovechada Helga Liné (mujer de turbadora belleza) en un tópico papel de ambiciosa vampiresa (incluso es francesa), antigua amante de Duke pero enamorada de Steve, al que traicionará por despecho aliándose con Jackson; Franco Ressel como un caricaturesco Jackson que caerá rendido ante la belleza de Helga Liné y protagonizará junto a ella alguna escena verdaderamente ridícula; y Franco Pesce que nada puede hacer ante un personaje, el del Buck socio del anterior, que se caracteriza por tener paralizada la mano derecha y resulta bastante grotesco. Junto a ellos algunas caras conocidas de este subgénero como un convincente José Calvo que aporta su mirada y gestos cansados al personaje del honrado sheriff, aunque se ve impotente para frenar las tropelías de Jackson y Buck, un joven Sancho Gracia que pagará muy cara su osadía de enfrentarse a Steve (un experimentado pistolero que parece tener ojos en la espalda) o el recientemente fallecido Aldo Sambrell en su típico papel de bandolero mejicano que recuerda vagamente a Calvera.

En definitiva un spaghetti del montón fuertemente influido por el western norteamericano (incluso se rinde homenaje a la escena inicial de “Centauros del desierto”), bastante soso en su parte central pero con un gran final. (TEXTO 800SW)

domingo

DJANGO EL REGRESO DE UN HEROE


TÍTULO ORIGINAL: Django 2: il grande ritorno
AÑO: 1987
DURACIÓN: 88 min.
PAÍS: Italia
DIRECTOR: Nello Rossati
GUIÓN: Franco Reggiani, Nello Rossati (Personajes: Sergio Corbucci)
MÚSICA: Gianfranco Plenizio
FOTOGRAFÍA: Sandro Mancori
PRODUCTORA: National Cinematografica

REPARTO: Franco Nero, Donald Pleasence, Christopher Connelly, Licinia Lentini, William Berger, Roberto Posse, Alessandro Di Chio.

En plena oleada de spaguetti western en los años 60, uno de los máximos exponentes de aquel cine fue Sergio Corbucci, creador de uno de los westerns más violentos y logrados que existen. No era pretencioso, pero si que cumplió con sus intenciones, que era emular la historia de Yojimbo (Akira Kurosawa, 1961) y que Sergio Leone aprovechó en su primera incursión a la trilogía del dólar con Por un puñado de dólares (Sergio Leone, 1964).

Fue dos años después cuando apareció el citado "exploit", Django (1966), radicalizando el argumento con momentos de gran crudeza visual, y una puesta en escena asquerosamente sensacional, con ese barro por las calles que incluso hoy en día sorprende y crea la gran pregunta de cómo se pudo rodar en esas condiciones la película. Pero es que nada tenía que envidiar a la obra de Leone, Corbucci dotó la película de otro protagonista carismático, un Franco Nero simplemente espectacular que encarnó un personaje machista a rabiar y silenciosamente inesperado, un antihéroe de durísimas reacciones. Incluso la música tenía gancho, creada por Luis Enrique Bakalov, es hoy en día pegadiza, algo complicado y siempre buscado cuando se hace una producción cinematográfica.

Pero Italia fue Italia, y si no te llamas Sergio Leone dentro del western no eres nadie en el exterior. Muy tristemente Django cayó en el olvido aunque Corbucci siguió haciendo westerns y solamente quizás Franco Nero triunfó minimamente en el exterior (hoy es ya actor de culto, actuando en Hollywood aún). Tuvo que ser un japonés quien la recuperó del olvido, un Diós llamado Takashi Miike y que hizo su propio remake libre, llamado Sukiyaki Western Django (Takashi Miike, 2007), con Tarantino actuando. Una obra maestra.

Pero antes de llegar a este remake, 21 años después del estreno de Django, se hizo una segunda parte prácticamente desconocida por el público y que llegó a estrenarse en España en contados cines. El regreso de un heroe (Nello Rossati (a.k.a Ted Archer),1987), daba un giro radical a la historia y al tipo de producción. Para empezar Corbucci ya no estaba en la dirección (ser retiró del cine en el año 1983), la dirigió un tal Nello Rossati con el seudónimo de Ted Archer, claramente influenciado por la década en que se rodaría la película, los ochenta, creando así un producto ochentero, más cercano a la acción que al western pero que seguía las bases de los westerns de carácter modernista. Ya no encontramos las típicas villas, el saloon, prostitutas, etc. sino una historia completamente diferente a lo que se vio en el año 1966:

Django, ahora convertido en un hombre pacifico de monasterio, se ve obligado a empuñar las armas (y su característica ametralladora) nuevamente a causa de la sinceridad de su antigua amante, quien antes de morir le confiesa haber tenido una hija de ambos. La muchacha, una adolescente, ha sido raptada por el sádico y cruel príncipe Orlowsky, un alemán.Franco Nero repite como Django, y esa es la base de lo que podría funcionar, sin él esto nunca funcionaría. Para empezar, con ese argumento perdemos uno de los tiros más característico de Django, su carácter, ahora, el antihéroe que fue se convierte en héroe, luchando contra la tiranía y la esclavitud como si de un defensor de la justicia fuera. No es Django, pero se acepta esa nueva personalidad, no se corta un pelo a la hora de matar y ser alguien cargado de violencia interior, una especie de Rambo del western. Incluso otro actor clásico aparece en el reparto, un Donald Pleaseance que siempre se agradece aunque lógicamente se ve relegado a un personaje secundario y sin interés.

Otro aspecto diferente respeto a la de Corbucci es la música. La inolvidable canción de Luis Enrique Bakalov cae en el olvido y se apuesta por otra música, creada por Gianfranco Plenizio, un músico creador de obras menores, pero con un largo currículum a sus espaldas. Si bien no estamos ante otra canción pegadiza y que nos haga olvidar la original, si que se consigue una excelente banda sonora que le da un mayor aspecto de producto de calidad. Lógicamente, 21 años son muchos para los tecnicismos.

En resumen, esta secuela es una muy digna continuación, que aunque poco tenga que ver con la original apuesta por el cine ochentero de acción aprovechando esa obra de culto que fue la de Corbucci. Quizás más que un western es más una película de lucha de clases, de la pobreza, y a los más puritanos del género quizás les defraudará, pero a lineas generales, una secuela es lo que tiene que ofrecer, más de lo que había, aunque haya desproporción. Una pequeña joya a descubrir, con sus fallos (como la mala introducción de la historia al principio) pero que su violencia, y un Franco Nero espectacular, hará que no se olvide en el tiempo.


¡EH, AMIGO!


Clint Eastwood

(San Francisco, 1930) Actor y director de cine estadounidense. Tras acabar los estudios primarios, en plena época de la Gran Depresión, tuvo que ganarse la vida en diversos trabajos: fue leñador, albañil y obrero metalúrgico. Después de pasar cuatro años en el ejército, a partir de 1954 trató de hacerse un lugar en Hollywood como actor secundario. Debutó en la Universal, en títulos relacionados con la serie La mula Francis; su primera actuación fue en Francis Joins de Wacs (1954), de Arthur Lubin, a la que siguieron algunos trabajos para la televisión.

Pero fue en Italia donde hizo fama y fortuna con el personaje del "Hombre sin nombre", el héroe de los geniales westerns de Sergio Leone: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965), y El bueno, el feo y el malo (1966), consideradas obras canónicas del spaghetti western (producciones de bajo presupuesto basadas en el western americano realizadas en Europa, especialmente en Italia).

De las tres, El bueno, el feo y el malo es el spaghetti western por excelencia, a caballo entre la contundente efectividad expositiva de las anteriores y la grandilocuencia bien entendida de la posterior Hasta que llegó su hora (1968). Con el trasfondo lejano de la guerra de Secesión, tres malhechores sin escrúpulos conocidos por los sobrenombres del título se dedican a seguir por separado la pista que les lleve a la localización de un botín, sembrando de cadáveres los áridos paisajes que atraviesan. En lo que respecta a la imagen, es una película sorprendente tanto en cuanto a la planificación como a la fotografía en tecnicolor y en el panorámico Techniscope, obra de Tonino delli Colli, o en el vigoroso montaje de Nino Baragli. Filmada en Almería, la banda sonora de Ennio Morricone merecería por sí sola todos los honores.

Esta especie de trilogía catapultó a Eastwood al estrellato, ayudándolo a consolidar su imagen. Su carisma, su perfil alto y algo desgarbado y un rostro seco, con una reducida gama de gestos aunque de gran expresividad, le convertirían con el tiempo en uno de los actores más apreciados de Hollywood.

De regreso a los Estados Unidos, Eastwood fundó la productora Malpaso y acrecentó su prestigio a partir de su colaboración con el director Don Siegel, en especial a través del personaje de Harry Callahan, un policía con maneras muy particulares, duro, violento, autosuficiente y no desprovisto de cinismo. El primer título de esta serie fue Harry el Sucio (1971), filme que le dio el espaldarazo definitivo y del que se rodarían cuatro secuelas.

Harry Callahan es el arquetipo del rudo y violento defensor a ultranza de la ley. Hombre de acción, violento y amargado, se toma la justicia por su mano y no tiene otra salida que rebelarse contra las normas que considera injustas. Movido por su propia ley, respeta poco o nada las decisiones de la autoridad. En Harry el Sucio, Eastwood empieza persiguiendo a un asesino, pero, tras detenerlo, la justicia lo pone otra vez en libertad. Callahan no se conforma con esta decisión y comienza su propia guerra particular contra el delincuente, que termina con la muerte de éste; entonces, Callahan tira su placa al suelo.

Calificada por la crítica como película de tono fascistoide, sus seguidores sólo ven en Callahan a un personaje creado en base a los principios del más puro romanticismo, con su propia moral, independencia de normas y libertad de acción. Poco a poco, en las siguientes películas, el personaje adquirió mayor sentido del humor y perdió parte de su violencia. Las siguientes entregas serían Harry, el Fuerte (1973), de Ted Post, sobre un guión de John Milius y Michael Cimino; Harry, el Ejecutor (1976), de James Fargo; Impacto súbito (1983) dirigida por él mismo; y La lista negra (1988) de Buddg Van Horn.

A lo largo de los años setenta, Eastwood trabajó para otras productoras con las que obtuvo importantes éxitos, como La leyenda de la ciudad sin nombre (1969), con dirección de Joshua Logan, un western atípico rodado en clave musical que no obstante logró conectar mayoritariamente con el público. Eastwood dio muestras de poseer un especial olfato cinematográfico no sólo para intervenir en filmes que le proporcionaban dinero y fama, sino también para descubrir valores jóvenes a los que ofreció la oportunidad de intervenir en un cine con importante proyección comercial; es el caso Michael Cimino, con quien trabajó en Un botín de 500.000 dólares (1974).

En el terreno de la interpretación, Eastwood se iba convirtiendo en un actor que entroncaba con la antigua tradición de Hollywood, un artista cuya presencia se hacía sentir en la taquilla y que conseguía dotar de personalidad a las películas. Todavía en los 90, más de un título logró un triunfo de público y hasta buenas críticas como consecuencia de la interpretación de Eastwood; tal es el caso de En la línea de fuego (1993), de Wolfgang Petersen, en la que encarnaba a un guardaespaldas presidencial a quien los años comienzan a pesarle física y moralmente.

RELEVO PARA UN PISTOLERO


RELEVO PARA UN PISTOLERO
1964
Dirección: Ramón Torrado
Guionista: Antonio Giménez Escribano,Luis Gaspar
Fotografía: Ricardo Torres
Música: Daniel Montorio

Reparto:

Alex Nicol, Luis Dávila, Silvia Solar, Laura Granados, José Guardiola, Esperanza Roy, Alfonso Rojas, Rogelio Madrid, Xan das Bolas, Rafael Albaicà­n, Francisco Sanz, Antonio Jiménez Escribano, José Sepúlveda, Josefina Serratosa, Lorenzo Robledo, Juan Cortés, Aldo Sambrell, Rafael Hernández, Hilario Flores, Eugenia Vera, Tito Garcàia, José Villasante, Antonio Orengo, Manuel Lugris, Francisco Orduras, Agustà­n Bescos, E. Martín Peàña, Luis Chinchilla, José Guardiola, Magda River.

Primer western rodado por Ramón Torrado, con la particularidad de ser en blanco y negro. Siguiendo más la linea de las películas de J.L. Romero más que las de Leone (aunque "Por un puñado de dolares" y "Antes llega la muerte" realmente se rodaron a la misma vez que esta),"Relevo para un pistolero" es de los primeros spaghetti rodados en España antes del boom tras Leone.

A un pueblo del oeste llega un joven de Boston llamado Edwins, preguntando por Relámpago, un antiguo pistolero y atracador de bancos, pero que ya hace años que ha dejado los revolveres. Edwins es un hijo de un viejo amigo de Relámpago, que pide que le ayude a montar una tienda de ropa en el pueblo. Lo malo es que Edwins se mete en problemas con Jake, un pistolero que tiene atemorizado al pueblo. Relámpago, pese a no querer en un principio, le enseña a Edwins a disparar para que este puede enfrentarse a Jake, con la condición de que después olvide los revólveres. Lo malo es que cuando Edwins vence a Jake, se da cuenta de que esos revólveres le conceden un gran poder...

Como ya he dicho, rodada en un elegante blanco y negro (algo muy raro en los spaghetti westerns de aquellos años ya),"Relevo para un pistolero" nos enseña como una buena persona se puede corromper sabiendo que todos hacen su voluntad. Quizás la cinta tiene algunos momentos en los que el ritmo decae, pero solo por ver la forma en que Relámpago dispara sus revólveres en los duelos merece la pena ( con una curioso cinto que no esta fijo y que hace que dispare sin sacar los revólveres de la cartucheras).

Posiblemente algo irregular en general, pese a todo, por lo menos si te gusta mucho el spaghetti es bueno saber cuales fueron las primeras cintas del genero. (TEXTO 800SW)

ALEX NICOL

Actor y director de origen estadounidense (New York 1916-California 2001) cuyo verdadero nombre era Alexander Livingston Nicol.
Comienza a trabajar en el teatro a los 19 años pero su carrera se ve interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. Al terminar el conflicto ingresará en el Actor’s Studios de Lee Srtasberg, al mismo tiempo que retomará su carrera en el teatro con obras como “Pacífico Sur”, “Mr. Roberts” con Henry Fonda (que fue adaptada a la gran pantalla por John Ford en 1955 con también Henry Fonda de protagonista) o en 1956 “La gata sobre el tejado de cinc caliente” en la que sustituyó a Ben Gazzara y con la que obtuvo notables críticas.

Contratado por la Universal, su debut en el cine tendrá lugar en 1950 en el thriller de George Sherman (director con el que estuvo muy ligada su carrera durante estos años) protagonizado por Richard Conte “The sleeping city”. Durante los tres años siguientes trabajará a un ritmo frenético (solamente en 1951 participa en cinco films) en películas de temática variada con directores como el mencionado Sherman (“La piel roja” con Van Heflin, actor con el que coincidiría en varios films, o “The lone hand” protagonizada por Joel McCrea), Joseph Pevney (“Te presento a Danny” con Frank Sinatra y Shelley Winters) o Bud Boetticher (“Red Ball Express” protagonizada por Jeff Chandler). Pero descontento con la forma en que estaban enfocando su carrera y con las condiciones económicas rompe con la Universal y se convierte en freelance. Tras una breve estancia en Inglaterra en donde participará en dos películas será llamado por Daniel Mann en 1954 para formar parte del reparto de “About Mr. Leslie” que contaba con Robert Ryan como protagonista, volviendo de nuevo a la Universal pero con un sueldo mayor para de nuevo ser dirigido en 1954 por Sherman en el western “Dawn at Socorro” con Rory Calhoun y un joven Lee Van Cleef.

En 1955 Anthony Mann le brindará su mejor papel en el excelente western protagonizado por James Stewart “El hombre de Laramie” en el que dio vida al sicótico y débil hijo de un gran terrateniente interpretado por Donald Crisp; y en 1956 interviene en otro notable western dirigido, en esta ocasión, por Jacques Tourneaur, “Una pistola al amanecer”.

No obstante al comprobar que su carrera no despegaba, y tras haber dirigido su primera película, decide marchar a Italia donde intervendrá en tres largometrajes en 1960: “Cinco mujeres marcadas” dirigida por Martin Ritt y con un gran elenco: Silvana Mangano, Jean Moreau, Vera Miles, Van Heflin y Richard Basehart entre otros, el film bélico “Bajo diez banderas” de nuevo con Van Heflin y con Charles Laughton y el magnífico drama bélico dirigido por Luigi Comencini “Todos a casa” protagonizada por Alberto Sordi.

En 1961 dirige la que quizás sea su mejor película “Then there were three” un largometraje bélico que también protagonizó, y ese mismo año tiene lugar su debut en el eurowestern en “Tierra brutal” con Richard Basehart en el rol principal; para protagonizar en 1964 tres eurowesterns más, curiosamente todos ellos antes de producirse el boom leoniano.

De regreso a su país alternará su labor como director en producciones de bajo presupuesto, así dirigirá a Ron Ely en dos películas sobre Tarzán y en diez episodios para la serie de televisión, con su aparición como actor en películas como “Mama sangrienta” (1970) del maestro de la serie b Roger Corman, en el que interpretaba al marido de Shelley Winters, actriz con la que había coincidido en varias películas en el inicio de su carrera, mientras que un jovencísimo Robert de Niro daba vida a uno de sus hijos.
Su último film fue “Woman in the rain” en 1976, viviendo desde ese momento, y hasta su fallecimiento, lejos del mundo de Hollywood gracias a sus importantes inversiones inmobiliarias.

Filmografía SW:

1961.- Tierra brutal.

1964.- Relevo para un pistolero.

1964.- Los pistoleros de Casa Grande.

1964.- Brandy.

sábado

¡DESENFUNDA!


Título original
Draw!
Año 1984
Duración 98 min.
País Estados Unidos
Director Steven Hilliard Stern
Guión Stanley Mann
Música Kenneth Wannberg
Fotografía Laszlo George
Reparto
Kirk Douglas, James Coburn, Alexandra Bastedo, Graham Jarvis, Derek McGrath, Jason Michas, Len Birman, Maurice Brand, Graham McPherson, Vladimír Valenta, Linda Sorenson
Sinopsis
Un ex presidiario, que perteneció a la banda de Jesse James, se ve envuelto en una pelea en la que se comete un asesinato del que es acusado. El antiguo reo es perseguido por la justicia, pero escapa y se refugia en una habitación de un hotel, tomando como rehén a una actriz. Los habitantes del pueblo deciden buscar a un famoso sheriff, ya que creen que es el único hombre que puede apresarle... Un western con toques de comedia realizado para la televisión por cable.

La década de los 80 fue la peor para ese género que tanto queremos como el western sin lugar a dudas, sin embargo si se pueden rescatar del abismo alguna pequeña joya como esta película titulada “Desenfunda” que es de lo mejor que se hizo en su tiempo.

A pesar de estar rodada para televisión, nos encontramos con un western crepuscular, pero que le suma un tono de comedia ácida con ironía, muy elegante e inteligente.

La gran baza son los actores, ni más ni menos que dos veteranos como Kirk Douglas y James Coburn, dos de los más grandes actores del western, baste recordar “Pacto de honor”, “Duelo de titanes”, “El último tren de Gun Hill”, “Ataque al carro blindado” en el caso de Douglas y “Los siete magníficos”, “Mayor Dundee”, “¡Agachate maldito!”, “Pat Garret y Billy the Kid” en el caso de Coburn. Ambos se reúnen en esta cinta sorprendente donde se habla de muchas cosas como el amor y el sexo en la vejez, la violencia de la sociedad, la modernidad y sus artefactos...

Como curiosidad es el último western que hizo Kirk Douglas que con 66 años se conservaba con una forma física mejor que muchos veinteañeros. Por su parte James Coburn, uno de los más grandes, da un verdadero ejemplo de actuación. Los secundarios también están fenomenales destacando Linda Sorenson.

El director de esta interesante cinta es el canadiense Steven Hilliard Stern, uno de esos directores de televisión, que sin tener una filmografía especialmente destacada sí que posee algunos títulos apreciables como “El fantasma del vuelo 401” o “Zona de guerra: El parque”. Pero su mejor trabajo sin dudas es este western titulado “Desenfunda” Aunque es verdad que más que por su pericia por contar con un plantel de actores excepcionales, una fotografía y sonido más que bueno y sobre todo con un guión de Stanley Mann fantástico. No olvidemos que este guionista había trabajado con William Wyler, Alexander Mackendrick, Richard Marquand, Richard Fleischer o Don Taylor, casi nada.

En definitiva película muy recomendable para amantes del western y del buen cine en general, y que el propio Clint Eastwood reconoció en su momento esta película había sido una de sus inspiraciones para su obra maestra “Sin perdón”, al abordar la tercera edad de los pistoleros en el oeste. (TEXTO FILM AFFINITY)

DOS VECES JUDAS


Dos veces Judas (Due volte giuda)
1969
Italia/España
Director: Nando Cicero
Guión: Jaime Jesus Balcazar
Fotografía: Francisco Marín, Aristide Massaccesi
Música: Carlos Pes

Reparto:
Antonio Sabato, Klaus Kinski, José Calvo, Franco Leo, Cristina Galbó, Emma Baron, Linda Sini, Franco Beltrame, Claudia Rivelli, Gastone Pescucci, Narciso Ibanez Menta, Damian Rabal, Maite Matalonga, Carlos Ronda, Gianni Pulone, Gaetano Scala, Jose Palomo, Ettore Bruson, Nini Nini, Antonietta Fiorito, Giuseppe Sciacqua, Sergio De Vecchi, Jose Palsmo, Lina Franchi.

Coproducción hispano italiana dirigida en 1969 por Nando Cicero que cuenta con un tono más sombrío que su anterior spaghetti “Los profesionales de la muerte”, a pesar de estar realizado prácticamente por el mismo equipo.
En esta película nos narra una historia con puntos en común con otro spaghetti más afortunado realizado al año siguiente “Ciakmull” o también conocida como “La puerta abierta al infierno”, ya que como en ésta el protagonista, Luke Barret, sufre de amnesia, en este caso por haber recibido un disparo en la cabeza. Una vez que se recupera de la herida y, para su sorpresa, al llegar a su pueblo se encuentra que un siniestro pistolero le ha contratado para acabar con su propio hermano Victor. Arrepentido en el último momento, salvará a su hermano para poco a poco descubrir un terrible secreto.

La película se inicia con una escena impactante y un tanto efectista con dos hombres que han sido tiroteados y varios buitres abalanzándose sobre ellos, momento en que uno de los pistoleros despierta y comienza a dispararlos; a partir de ahí el film desarrolla una historia un tanto confusa, con abundantes lagunas e incongruencias escrita por Jaime Jesús Balcázar en la que se mezcla la trama principal con el protagonista que intenta saber quién es y qué ocurrió en el pasado, con otra en la que se ven enfrentados su hermano y el banquero del lugar al pretender quedarse con la mayor parte de las tierras de los colonos de la localidad, y que da la sensación de ser un relleno de la principal para poder llegar a los noventa minutos puesto que apenas queda esbozada al principio, olvidándose de la misma en el tramo final.

Todo ello, además, dirigido, para mí, de forma rutinaria y un tanto descuidada por Cicero, salvo en contadas escenas como el tiroteo que se desarrolla en el rancho de los padres del protagonista. El resultado creo que es un film lento, aburrido, lioso y sin casi progresión (la verdad la conoceremos de forma abrupta a través de varios flashback casi al final de la película) cargado de los peores tics del spaghetti, como el abuso del zoom, un montaje precipitado con saltos bruscos entre escenas y planos que no casan bien, escenas en las que apenas se habla y los actores se limitan a mirar mucho con lo que se ralentiza la acción, etc.

Además al resultado final de la película no le ayuda un presupuesto que se aprecia muy escaso (quizás podríamos estar hablando de un spaghetti de serie b, dentro de un subgénero que no se caracterizaba por su holgura en este aspecto) y una banda sonora realmente desafortunada obra de Carlos Pes, que también remite a films de serie b o, incluso, z.

En cuanto a los actores, Ernesto Sabato encarna con su inexpresividad habitual a Luke, el amnésico pistolero que sólo cuenta con un nombre tallado en la culata de su winchester, Dingus, para conocer la verdad. Da la sensación de estar desganado y creo que no transmite en ningún momento el desconcierto y el dolor que le supone a su personaje el conocimiento progresivo de su pasado, que incluye el asesinato de su esposa que esperaba un hijo. Frente a él su hermano, un individuo avaricioso, traicionero y resentido, interpretado por Klaus Kinski que se limita a mirar de forma aviesa y a repetir sus típicos gestos amenazantes.

Además aparece Cristina Galbó, en un papel totalmente prescindible, que se dedica a mirar mucho y a hablar muy poco (creo que sólo tiene una escena con línea de diálogo); y dos veteranos que elevan un poco el nivel de la película, José Calvo como el alcoholizado médico del que sale la mejor frase de la película aunque un tanto pretenciosa: “Cuando un hombre llega a saberlo todo en la vida es como si hubiese muerto”, y Narciso Ibáñez Menta el codicioso banquero que se vale de una argucia legal para enriquecerse y controlar la región (los inmigrantes ilegales mejicanos que trabajan como peones en los ranchos son expulsados con el fin de que los propietarios de las tierras no puedan ocuparse de ellas, por lo que éstas son asignadas a nuevos colonos que se endeudan con el banco.

En resumen, un mediocre spaghetti solo apto para los muy adictos al género. (TEXTO 800SW)

KLAUS KINSKI

Klaus Kinski (18 de octubre de 1926 Zopot - 23 de noviembre de 1991 California) está considerado como la ultima gran estrella alemana del cine.
Con un aspecto físico bastante especial, entre el que destacaba su mirada perdida y enloquecida, suyo eran los papeles de asesinos y psicópatas.Despues de participar en la segunda guerra mundial en las fuerzas alemanas (aunque obligado por las Juventudes Hitlerianas), comenzó pronto a actuar en obras de teatros, y a lograr una cierta fama por sus buenas interpretaciones.

Pronto decidió pasarse a la industria del cine, muchisimo más rentable, sin duda.
Su primer trabajo en el cine fue en el film Morituri (1948). Kinski apareció a lo largo de su carrera cinematográfica en un numero elevado de películas, muchas de ellas de una calidad ínfima. Y es que el actor no tenía ningún reparo en trabajar en cualquier film, por malo que este fuera, solo para poder ganar dinero, como el mismo se encargó de señalar a lo largo de su vida.

Pese a todo, Kinski también tuvo grandes películas, en las que pudo demostrar todo su talento y genialidad, una genialidad a un paso de la locura. Y es que, si por algo es conocido el alemán, es sin duda por su personalidad paranoica y desquiciada, como un reflejo de los personajes a los que tenia que ponerle rostro en sus películas. Un ejemplo de esto es la relación tan especial que mantuvo con Werner Herzog, uno de los directores con los que mejores trabajos realizó el actor, pero que siempre se estaban insultando ya que ambos se acabaron odiando, tanto en privado durante los rodajes como en publico, con unas memorias sobre el director de Kinski y una película de Werner Herzog sobre el genio alemán cuando este ya nos había dejado.

Sobre sus trabajos en el Spaghetti western, Klaus Kinski comenzó destacando como pistolero jorobado en "La muerte tenía un precio". Después, el actor apareció en más de una veintena de cintas, entre las que alternaba su protagonismo como villano de la historia, o hacia una aparición corta, aunque importante. A la edad de 65 años, y mientras preparaba sus memorias, la muerte acabó con su vida por medio de un ataque cardiaco. (TEXTO 800SW)

Filmografía SW:

1964- El Sheriff implacable
1964- La Carabina De Plata
1965- La muerte tenía un precio
1967- Yo soy la revolución /// Reseña Adicional
1968- Si te encuentrás con Sartana reza por tu muerte
1968- Los Profesionales del Oro
1968- El Gran Silencio /// (Reseña adicional)
1969-Dos veces Judas
1969- Yo soy vuestro verdugo
1969- ...Y Dios Dijo a Cain
1970- La Belva
1971- Black Killer
1971- Su nombre era Rey
1971- Giù la testa... hombre
1971- Por un ataúd lleno de dolares
1971- Reza al muerto y mata al vivo
1971- La venganza esperó 10 años
1971- Persecución mortal
1972- El Retorno de Clint el solitario
1973- Mi nombre es Shanghai Joe
1974- El retorno de Shangai Joe
1975- El genio

viernes

CAZADOR DE RECOMPENSAS


Cazador de recompensas (Per il gusto di uccidere)
1966
España/Italia
Director: Tonino Valerii
Guión: Victor Auz, Tonino Valerii
Música: Nico Fidenco
Fotografía: Stelvio Massi

Reparto:
Craig Hill, George Martin, Piero Lulli, Fernando Sancho, George Wang, Rada Rassimov, Lorenzo Robledo, Diana Martin, Frank Ressell, Graham Sooty, Jose Marco, Sancho Gracia, José Manuel Martin, Jose Canalejas.

Hanks Fellows es un cazador de recompensas que ultimamente se dedica a recuperar el dinero que los bandidos roban a los bancos, cobrando después un gran salario.
Ahora va detrás de la banda de Gus Kennebeck, que además también es el asesino de su hermano. Con el paso de los años, ya se ofrece por Kennebeck una gran recompensa, y es el momento para que Fellows lo atrape...
Primer western dirigido por Tonino Valerii. En él ya empezamos a ver las cualidades que lo irán acompañando a lo largo de su trayectoria en el genero; las virtudes del western clasico mezclado con el nuevo western europeo de su maestro Leone.

Comienza la película con una escena al atardecer con el protagonista avanzando a caballo por una ladera en el desierto con el sol detrás, para después acercarse hacia la cámara, y a continuación los créditos iniciales. Este primer destello de calidad a la hora de poner la cámara continuará a lo largo de la casi hora y media de la cinta. Y es que pese a que pueda tener un guión normalito en sus manos, Valerii demuestra que sabe sacarle partido.
Hanks Fellows es el personaje central, al que le pone cara el actor Craig Hill, una de las "estrellas" consideradas de la segunda categoría del genero, pero que aquí esta a un buen nivel, siempre con una sonrisa irónica en su rostro.
Fellows es un hombre de la "ley", pero no trabaja precisamente por amor al arte. Fellows se dedica a recuperar dinero robado a los bancos, y también a cazar a buscados por la justicia. Su única obsesión es el dinero, y solo por él se dedica a este trabajo tan peculiar. Incluso cuando aparece en escena Gus Kennebeck (George Martín), pese a ser el asesino de su hermano, realmente parece como si Fellows hubiera dejado pasar los años solo para cazarlo cuando valiera mucho dinero, más que una venganza.

Pese a no ser un frío asesino, Fellows demuestra en los primeros minutos que los sentimientos no son precisamente su fuerte; oculto en las montañas, observa desde lejos gracias a su mira telescópica como una banda de mexicano asalta y mata a toda una caravana de soldados, mientras él ni se inmuta ni actúa, ya que sabe que para poder ganar dinero tienen que robar el dinero del banco. Tampoco duda en golpear a mujeres, o en proponer secuestrar niños...
Gus Kennebeck es el líder de la banda más peligrosa de la zona, y su intención de robar el oro de una mina a toda costa le puede costar caro con Fellows en la ciudad.
Kennebeck si es realmente un hombre sin escrúpulos, capaz de golpear a sus propios familiares y secuestrarlos por lograr información. El actor español George Martín es el encargado de este papel de villano.
Especial mención para Fernando Sancho, en una colaboración de pocos minutos, y Sancho Gracia con un extraño teñido en el pelo.

En el lado negativo, un sencillo guión con algunos puntos oscuros, que pese a todo es fácil de seguir y no chirría demasiado. Algunas acciones de muchos personajes son bastantes dificiles de considerar como lógicas, entre ellas que un forajido entre en el pueblo a plena luz del dia, o que una madre abandone a su hijo...

La banda sonora de estilo más clásico, pese a no ser muy rompedora, es correcta, y hasta queda muy bien en las cabalgadas a lo largo de las montañas.

Tonino Valerii rueda de forma bastante hábil, y sabe añadirle algunos toques de humor, que pese a que no están muy logrados, si consiguen rebajar un poco el nivel de violencia de tanto tiroteo y muerte, que supongo que el propio director consideraría necesario para no atosigar a sus espectadores. Sus mejores momentos son sin duda los frecuentes tiroteos, y sobre todo como nos enseña la manera de "trabajar" de Hanks Fellows.
Con todo ello, se puede considerar a "Cazador de recompensas" un gran spaghetti western, con los mejores ingredientes del genero, y que ya nos avisaba del gran titulo que iba a dirigir el mismo director unos años después.

jueves

CON FURIA EN LA SANGRE


Título original
The Deadly Trackers
Año1973
Duración 110 min.
País Estados Unidos
Director Barry Shear, Samuel Fuller
Guión Lukas Heller (Historia: Samuel Fuller)
Música Jerry Fielding, Fred Steiner
Fotografía Gabriel Torres
Productora Cine Films Inc. / Warner Bros. Pictures

Reparto
Richard Harris, Rod Taylor, Al Lettieri, Neville Brand, William Smith, Paul Benjamin.

Sinopsis
Un pacífico sheriff deja de serlo cuando una banda de forajidos a los que busca, toman a su mujer y a su hijo como rehenes y los matan. El sheriff los perseguirá hasta México para vengar la muerte de su familia.

Magnífico western de Samuel Fuller, aunque figure el desconocido Barry Shear como director. Dramático, violento, profundizando en unos personajes sólidos en sus diferentes comportamientos, especialmente en la figura del pacífico sheriff que se vuelve implacable juez y verdugo de los asesinos de su familia.

Gran interpretación de Richard Harris y Rod Taylor, unos espléndidos secundarios, una fotografía que realza la puesta en escena y una tensión creciente que desemboca en un amargo y melancólico final, hacen de esta cinta una de las mejores del género en los años setenta.

Western un tanto atípico, del que siempre se dice que es mediocre, que no convence, que es muy desigual...Pues puede que sea cierto, pero la verdad es que a mi me gustó mucho cuando la vi por televisión, hace ya bastantes años.Cuando los críticos argumentan su descontento, se amparan, en su gran mayoría, en que este curioso film comenzó a ser dirigido por Sam Fuller, autor también del guión,pero en medio del rodaje fue despedido por diferencias creativas siendo sustituido por Barry Shear, un director que tiene algún valorable trabajo pero que, logicamente, está muy por debajo de Fuller, todo fuego y vivacidad narrativa.

Dicho esto, que es todo cierto, y centrándome en cómo acabó el trabajo, confieso que me pareció muy disfrutable todo el metraje, siendo la historia poco original, sin duda, la venganza está presente en muchísimos westerns, pero está bien llevada, con momentos pausados de estudio psicológico de los dos protagonistas masculinos, y otros de explosiva violencia (estas escenas sn duda ninguna fueron rodadas por Sam Fuller dado que tienen su indudable sello...), a cargo de algunos de los malos, entre los que destaca el inolvidable "Falconetti" William Smith.

Entre éste y el jefe malo de la película, Rod Taylor, hay en todo momento una relación picajosa, ya que Smith tiene un sentido del humor muy peculiar, de ese que toca las narices a quien le acompaña.

Por ello, en un momento dado, y tras uno de los chistes sin gracia de Smith, le espeta Taylor: "Presiento que ese sentido del humor tuyo será algún día la causa de tu muerte". No diré si estas palabras son premonitorias o no, para no dar más pistas de las necesarias.

Excelentes interpretaciones de Richard Harris, Rod Taylor y un Al Lettieri, en el bonito papel del agente de la justicia que persigue tanto a asesinos como al justiciero, sintiendo un aprecio indudable por este último, que ha tomado el doloroso camino de la venganza implacable.Como curiosidad, parte del film se rodó en España, aquellas escenas que se supone tienen luga en México. Supongo que será por ello que hay algunos actores patrios como Antonio Mayáns.En resumen, que no está bien considerada por la crítica especializada, pero creo honestamente que está bastante bien. (TEXTO VICTOR BILBAO)

CHATO EL APACHE


CHATO EL APACHE
Año: 1972
USA
Director: Michael Winner
Guión: Gerald Wilson
Fotografía: Robert Paynter
Música: Jerry Fielding

Intérpretes:
Charles Bronson, Jack Palance, Richard Basehart, James Whitmore, Simon Oakland, Ralph Waite, Richard Jordan, Victor French, Sonia Rangan, William Watson, Roddy McMillan, Paul Young, Raúl Castro, Lee Patterson, Peter Dybeley, Hugh McDermott, Verna Harvey, Sally Adez, Clive Endersby, Rebecca Wilson, Rudy Ugland, Roland Brand, Florencio Amarilla, Luis Amarillo, Celestino Gonzalez.

Esta es una demostración de como los americanos intentaron copiar los spaghetti cuando estos estaban tan de moda.

Un indio mata en defensa propia a un sheriff y una partida de ciudadanos, liderados por un antiguo capitán del ejercito del Sur, intenta darle caza para ahorcarlo. Charles Broson en su nivel, es decir, la misma cara en toda la cinta. El mejor sin duda Jack Palance como el oficial sureño que echa de menos tiempo mejores.
La pelicula es una pena, porque mejor rodada hubiera quedado pasable, pero tiene algunos fallos muy grandes, como la iluminación. En las escenas de noche no hay quien vea nada, ni los rostros de los actores. Lo que si que está muy bien son los exteriores, con esa tierra dura y seca del verdadero oeste que tenemos en Almeria.

El guión en si tiene poquito que contar, solo que los vaqueros quedan muy mal en la historia, vamos, que son los malos. La violación de la mujer del indio y cuando queman el cadáver del amigo del indio así lo confirma. Realmente, todos no son tan perversos, pero el miedo a unos pocos hacen que los demás sean cómplices de las brutalidades. Eso hace que el chato se mosquee, y uno a uno los va matando a todos, aunque al final, con la desesperación de la situación, casi acaban matándose entre ellos.
Resumiendo, una cinta entretenida, de cuando los americanos quisieron copiar a los europeos que les estaban copiando a ellos pero con un poco más de violencia...
Pese a que en un principio no la quería considerar como western europeo, en varios sitios la apuntan como una coproducción USA/GB, así que al final he decidido incluirla como Spaghetti western. (TEXTO 800SW)

CHARLES BRONSON

Actor estadounidense (Pensilvania 1921-California 2003) cuyo verdadero nombre era Charles Dennis Buchinski.

Nacido en el seno de una familia inmigrante lituana de origen tártaro, parecía que su destino era seguir los pasos de los miembros de ésta como minero, pero tras su participación en la II Guerra Mundial decidió probar suerte en el mundo del teatro como decorador (la pintura fue uno de sus hobbies que nunca abandonaría) y actor.

Su debut en el mundo del cine tuvo lugar en el film de Henry Hathaway de 1951 “You’re in the Navy now” con Gary Cooper como protagonista. Durante estos primeros años y con el nombre de Charles Buchinski apareció en papeles muy secundarios en gran número de películas (sólo en 1952 intervino en doce largometrajes y episodios para televisión), que casi siempre, debido a su peculiar físico, eran films de acción (principalmente westerns). Así interviene entre otras en “Los crímenes del museo de cera” del húngaro André de Toth, “Apache” en un rol de indio y “Veracruz” ambas de Robert Aldrich, “Tambores de guerra” y “Jubal” las dos realizadas por Delmer Daves o “Yuma” de Sam Fuller en la que de nuevo hacía de piel roja; pero su papel más destacado le llegará en 1960 con el excelente western de John Sturges “Los siete magníficos” en el que encarnaba a un pistolero mitad irlandés y mitad mejicano.

En la década siguiente sigue trabajando con regularidad pero sin alcanzar el estatus de estrella con películas como “La gran evasión” (1963) de nuevo con Sturges y en la que participaron otros dos de los siete magníficos: Steve McQueen y James Coburn, “Castillos en la arena” (1965) melodrama rodado por Vincente Minelli a mayor gloria de la pareja Richard Burton-Elizabeth Taylor, el film bélico rodado en España “La batalla de las Ardenas” (1965) o “Doce del patíbulo” (1967) otra vez con Aldrich, película de gran éxito que le hizo muy popular (era el único condenado que no moría).

A partir de 1968 aparecerá en films rodados tanto en EEUU como en Europa (ese mismo año rueda “Los cañones de San Sebastián” o “Adiós amigo”, un gran thriller con Alain Delon) alcanzando, por fin, el estrellato.

En 1969 se casará con Jill Ireland, hija del también actor John Ireland, a la que conoció durante el rodaje de “Villa cabalga” (1968) y con la que formará, hasta la muerte de ella en 1990, una de las parejas sentimentales y profesionales más sólidas de Hollywood, protagonizando alrededor de quince films juntos como “El pasajero de la lluvia” (1970), “Los secretos de la Cosa Nostra” (1972) o “El luchador” (1975)

En 1974 encarnará a Paul Kersey, un peculiar justiciero, en el controvertido film “El justiciero de la ciudad” dirigida por Michael Winner, con el que había trabajado en “Chato el apache” y “Fríamente… sin motivos personales”. Fue tal el éxito de la película que volvería a interpretar a este violento personaje en otras cuatro ocasiones, dos de ellas dirigidas por Winner y otra por J. Lee Thompson, director con el que también colaboró en varias films en los años ochenta.

En la década de los noventa siguió protagonizando películas de acción, sobre todo para la televisión, siendo su última aparición en el telefilm de 1999 “Family of cops III: under suspicion”.

Su debut en el spaghetti western se produjo en 1968 con la mencionada “Los cañones de San Sebastian” película dirigida por Henri Verneuil y protagonizada por Anthony Quinn, y ese mismo año participaría en una de las cumbres de este subgénero, “Hasta que llegó su hora” dirigida por Sergio Leone, que le dio la oportunidad de interpretar a Harmonica un personaje por el que siempre será recordado.

Filmografía de SW:

1968- Los cañones de San Sebastián
1968- Hasta que llegó su hora/// Reseña Adicional
1971- Sol rojo
1972- Chato el apache
1973- Caballos salvajes

EL BUENO, EL FEO Y EL MALO


El Bueno, el Feo y el Malo (The Good, The Bad and The Ugly) (Il buono, il brutto, il cattivo)
1966
Italia/ España
Director: Sergio Leone
Guión Sergio Leone, Age, Furio Scarpelli, Luciano Vincenzoni
Música Ennio Morricone
Fotografía Tonino Delli Colli

Reparto:
Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Eli Wallach, Aldo Giuffrè, Mario Brega, Luigi Pistilli, Antonio Casas, Chelo Alonso, Antonio Ruiz, Livio Lorenzon, Al Mulock, Antonio Molino Rojo, Aldo Sambrell, Rada Rassimov, Lorenzo Robledo, Frank Braña, Ricardo Palacios, José Terrón, Silvia Bacci, Sergio Mendizabel.

Tres hombres buscan un botín de 200.000 dolares.
El "Bueno", un gringo rápido con el revolver y amante de los cigarros.
El "Feo". un mexicano mal hablado, capaz de cualquier cosa por un centavo.
El "Malo", un asesino a sueldo con un peculiar código de honor.
Cada uno intentará encontrar el dinero antes que los otros, a lo largo de un oeste que agoniza con la guerra civil.

Final de la trilogía del "Hombre sin nombre" , también conocida como la Trilogía del Dolar, que llevó a cabo Leone en los inicios del genero con Clint Eastwood. Está es de las tres la más ambiciosa, la mas cara, la mas larga, y posiblemente, la más famosa. Leone rompe una regla del cine, en la que el uno, o como mucho el dos, son los números idóneos, y arriesga con el tres, tres personajes fascinantes que luchan por conseguir los 200.000 dolares enterrados en alguna tumba olvidada.

Con el paso de los años, "El Bueno, el Feo y el Malo" ha pasado a formar parte de la historia del cine, logrando ser la película del genero del spaghetti western más vista, hasta por el publico que por norma general no se suelen acercar al western. Todo es perfecto en este titulo, desde la actuación de los tres protagonistas, hasta la dirección de Leone, pasando por la genial banda sonora, y terminando en un solido guión. Es en esta cinta donde el director termina por enseñarnos como es el oeste que él ve, un nuevo y extraño universo, y es aquí donde termina de apuntalar las bases del genero que nació a partir de su obra:

Música inconfundible, sonidos extraños, disparos que suenan como disparos de verdad, personajes sin moral, muertes, muchas muertes, violencia, mucha violencia, encuadres únicos, una fotografía impresionante, y una puesta en escena sucia y polvorienta.

Es difícil quedarse o resaltar una escena de la misma, ya que en dos horas y media hay miles de momentos que se quedan en la retina, y miles de pequeñas historias que forman la obra maestra que es "El Bueno, el Feo y el Malo".
Solo diré que es posiblemente una de las pocas películas que a uno no le importa ver una y otra vez, ya que siempre encuentras algo nuevo en ella. Si acaso, resaltar la importancia que tiene en la cinta la guerra civil, y sobre todo, la crudeza con la que la retrata Leone. (TEXTO 800SW)

miércoles

VIVO PARA MATARTE



VIVO PARA MATARTE (VIVO PER LA TUA MORTE)
Italia
1968
Director: Alex Burks
Música: Carlo Savina.
Fotografía: Enzo Barboni
Guión: Roberto Natale, Steve Reeves

Reparto:
Steve Reeves, Wayde Preston, Guido Lollobrigida, Aldo Sambrell, Mimmo Palmara, Silvana Venturelli, Nello Pazzafini, Franco Fantasia, Enzo Fiermonte, Rosalba Neri, Giovanni Ivan Scratuglia, Spartaco Conversi, Franco Balducci, Bruno Corazzari, Mario Maranzana, Emma Baron Cerlesi, Sergio de Vecchi, Aldo Berti, Remo de Angelis, Rafael Albaicin, Tito Garcia, Simon Arriaga.

Un par de hermanos son acusados de un atraco que no han cometido, y son encerrados en la temible prisión de Yuma. Allí el más pequeño pronto muere, con lo cual el hermano mayor escapar con la intención de demostrar su inocencia.

Todas las criticas coinciden en dar a esta película un rotundo suspenso, aparte que después de rodar este spaghetti western, su actor principal Steve Reeves dejó el cine, así que muy bien no le tuvo que ir.
Si no conocéis a Reeves, es un actor que consiguió mucho éxito en los 60 como Hercules, pero que ya por aquellos años estaba en caída en picado, e intentó un ultimo golpe de efecto para revitalizar su carrera con una peli del nuevo genero que estaba pegando fuerte, pero ni aun así lo logró. Y la verdad es que el pobre no pasaba de ser un fuertote, pero lo que era actuar, actuaba poco. Mira que el guión le permitia poder usar muchos registros, pero nada, siempre tiene la misma cara de palo.

Pues sabiendo eso, yo me olia que la peli iba a ser un western infumable de esos que tantos hay (no tantos como los destructores del genero dicen, pero alguno si hay, para que negarlo), pero mira por donde, no ha sido el caso.
A ver, no es que la cosa sea una maravilla, pero entretiene, y creo que con un actor algo mejor, la peli hubiera ganado bastante, pero el resultado se puede ver para echar una buena tarde.

Comienza bien con una buena escena de el robo por parte de una banda de forajidos de una manada de caballos, con una masacre por parte de estos a los pobres vaqueros. Los caballos son de los hermanos Sturges, que deciden ir en busca de los ladrones. Pero son confundidos por los forajidos por un sheriff corrupto, y son condenados a trabajos forzados en la prisión de Yuma. En ella, reciben los malos tratos de los guardias, en la mejor parte de la película. Los malos tratos de los guardas a los presos son muy duros y violentos, hasta que el hermano menor muere. Mike, el mayor, escapa de la prisión, y va en busca del sheriff para intentar aclarar el asunto.

Ya la cosa pierde un poco de ritmo, aunque aun hay un par de buenos momentos, como cuando unos mexicanos cazarrecompensas atrapan al compañero de huida de Mike, y este le ayuda a escapar de nuevo (aunque no lo logra del todo, ya que el compañero muere).

La historia, en la que participa el propio Reeves, está a un nivel bueno, sin aporta nada nuevo u original.
La dirección de Alex Burs es tambien al uso, poco llamativa, pero cumplidora.

La verdad es que no se por qué "Vivo para matarte" no tuvo éxito, ya que yo no la vi tan mala, aunque bueno, Reeves hace mucho por hundirla...(TEXTO 800 SW)

Wayde Preston

Actor estadounidense (1929 Colorado-1992 Nevada) cuyo verdadero nombre era William Erskine Strange.
De familia de clase media (sus progenitores eran maestros), estudia farmacia en la Universidad de Wyoming. Con gran talento musical, en los años cuarenta tocará el bajo en varios grupos y. tras su participación en la guerra de Corea en la que combatió durante un año con el grado de teniente, desempeñará diversos oficios como guardabosques o cowboy de rodeos. Su primer contacto con el mundo de la interpretación tuvo lugar en la serie “Cheyenne” protagonizada por Clint Walker al haber sido descubierto por un cazatalentos mientras ejercía como piloto de la TWA.

En 1957 le ofrecen el papel por el que siempre será recordado Christopher Colt en la serie “Colt”, que se mantendrá en antena hasta 1960, en ella interpreta al sobrino del creador del Colt que haciéndose pasar por vendedor de armas era en realidad un agente encubierto que llevaba a cabo un seguimiento de los convictos buscados en 1880. Fue tal su popularidad que apareció, entre 1958 y 1959, en cuatro episodios de otra serie “Sugarfoot” interpretando a este mismo personaje.

Desavenencias con la productora Warner Brothers (reclamaba, como James Garner o Clint Walker, un mayor salario y mejores condiciones laborales) le empujaron a abandonar la serie, siendo sustituido por Donald May en el papel de su primo.

Por esta época también participa, en el rol de Waco Williams, en dos de los episodios con más éxito de la serie protagonizada por James Garner “Maverick”, pero viendo que su carrera estaba estancada en los EEUU decidió en 1967 trasladarse a Europa en donde, tras protagonizar un film de Juan de Orduña (“Anónima de asesinos”), intervendría en apenas tres años en nueve spaghetti westerns, de entre los que destacan “Vivo para matarte” (única aparición en este género de la estrella del peplum Steve Reeves) y “Cabalgando al infierno” (1970) de nuevo junto a su amigo Garner, films que alternaría con otros como “La batalla de Anzio”, película bélica dirigida por Edward Dmytryck y protagonizada por Robert Mitchum, Robert Ryan y Mark Damon.

Tras superar parcialmente un cáncer que le alejó de la gran pantalla, a finales de los años ochenta retomó su carrera con pequeñas apariciones en películas como “Capitán América” (1990), para en 1993 sucumbir ante el cáncer de colón que le habían diagnosticado veinte años antes.


Filmografía SW:

1968- Ojo por ojo
1968- Vivo para matarte
1968- Hasta la última gota de sangre
1969- Dio perdoni la mia pistola
1969- Pago cara su muerte
1969- La colina de las botas
1970- Sartana en el valle del oro
1970- Cabalgando al infierno
1970- Ei amigo…sei morto