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UN LUGAR LLAMADO GLORY


Un lugar llamado Glory (Die Hölle von Manitoba)
1965
España/Alemania
Director: Sheldon Reynolds
Guión: Jerold Hayden Boyd, Edward Di Lorenzo, Fernando Lamas
Fotografía: Federico G. Larraya
Música: Ángel Arteaga

Reparto:
Lex Barker , Pierre Brice, Marianne Koch, Gèrard Tichi, Ángel del Pozo , Aldo Sambrell , Antonio Molino Rojo, Víctor Israel , Wolfgang Lukschy, Hans Nielsen, Alfonso Rojas , Jorge Rigaud , Carlos Casaravilla, Santiago Ontañón, Alberto Dalbes, Miguel Angel Gil, Luis Barboo, Roberto Martín, Ángel Menendez, Gaspar Gonzalez

Coproducción hispano-alemana de 1965 dirigida por Sheldon Reynolds (director, guionista y productor estadounidense que desarrollo su carrera básicamente en el medio televisivo) en la que demuestra su apego y conocimiento de los westerns clásicos y ha supuesto una agradable sorpresa para mí.

Nos encontramos ante una propuesta muy alejada de la exitosa “Por un puñado de dólares” al tomar como modelo a los westerns norteamericanos, hecho al que no fue ajeno el estar involucrada en el proyecto la Central Cinema Company, productora alemana creada en 1946 por Artur Brauner que en los años sesenta intentó recuperar para Europa a algunos de los talentos que emigraron a Estados Unidos como Fritz Lang con su excepcional díptico situado en la India (“El tigre de Esnapur” y “La tumba india” ambas con Debra Paget de protagonista), William Dieterle o Robert Siodmack el cual dirigió un par de westerns basados en novelas del escritor alemán Karl May también protagonizadas por Lex Barker; además de participar en grandes producciones, al estilo de las realizadas por Samuel Bronston en España, como la saga de los Nibelungos dirigida por Harald Reinl o el film “La invasión de los bárbaros” que, filmada por Siodmack, contó con un gran elenco, y de recuperar una figura clave en el cine fantástico alemán, el Doctor Mabuse.

En esta ocasión trató de explotar el éxito que en Europa y sobre todo en Alemania, donde se había convertido en un gran fenómeno, estaban teniendo la serie de películas basadas en los personajes de Old Shatterhand y Winnetou creados por el mencionado novelista alemán (en concreto se habían estrenado cinco de ellas y la propia CCC había participado en la que constituyó el proyecto más ambicioso, “La última batalla de los apaches” dirigida por el argentino afincado en los EEUU Hugo Fregonese); para lo que contó con sus dos intérpretes principales, auténticos ídolos a mediados de la década de los sesenta, el norteamericano Lex Barker y el francés Pierre Brice y planteó, desde el punto de vista cinematográfico, un western continuista de los protagonizados por ambos.

El film cuenta con dos tramas diferenciadas:

-La primera y más interesante nos muestra a un pueblo, Glory, que todos los años el 4 de octubre, para celebrar el día de su fundación, organiza un duelo a muerte entre dos pistoleros, así se banaliza a la muerte al aparecer ésta, en una gran escena final, como un mero espectáculo en el que tan sólo importa el éxito del mismo (tema tristemente de actualidad con la política de producción de muchas cadenas televisivas en las que se mercadea con las miserias humanas de índole privado de los personajes entrevistados y a las que prácticamente sólo les queda vender la muerte de éstos). Esta interesantísima idea (el tratamiento de la muerte como espectáculo sin ningún tipo de connotación moral), que en principio podría parecer desorbitada, sería retomada por otros dos westerns norteamericanos: la dramática “El gran duelo” dirigida en 1971 por Lamont Johnson y la más desenfadada “Rápida y mortal” que dirigió en 1995 Sam Raimi.


-La segunda apunta a un tema clásico tratado profusamente por el western estadounidense, el enfrentamiento entre colonos (como símbolo de las alambradas y de las cercas) y ganaderos (representantes de los grandes espacios abiertos) en el que se verán involucrados los dos protagonistas durante su estancia en Powder City.

Lo primero que me llamó la atención de la película es su empaque formal con una cuidadísima dirección en la que abundan elegantes movimientos de cámara y bellos encuadres, un acertado montaje, una magnífica fotografía (los escenarios naturales están bellamente retratados, sobre todo los correspondientes a dos escenas que se desarrollan en torno a un río) de Federico Larraya que ya había dado muestras de su buen hacer, junto a Massimo Dallamano, en “Por un puñado de dólares”; así como la gran labor de ambientación para la que se aprovechó el estudio que los hermanos Balcázar tenían en Esplugues de Llobregat y a la que también contribuyó un presupuesto que se antoja superior a la media. Y a ello hay que añadir una adecuada y estupenda banda sonora compuesta por Ángel Arteaga que cuenta con un gran y pegadizo tema principal también de sonoridad clásica.

Como aspectos menos afortunados creo que nos encontramos con el ritmo de la película, así durante parte del desarrollo de la historia en Powder City el western se me hizo un poco lento sobre todo por un guión, en el que intervino el otrora galán Fernando Lamas, que alarga en demasía las situaciones (buena parte del metraje consiste en los repetidos conatos de enfrentamiento entre los hombres de Jack Villaine y los dos protagonistas). Por otra parte el director creo que no consigue dar con el tono adecuado respecto a la tensión creciente entre ambos bandos.


Por lo que respecta a los actores, los astutos productores jugaron con la sorpresa del posible enfrentamiento en un duelo entre los dos protagonistas, Lex Barker y Pierre Brice, que hasta el momento habían aparecido en cuatro películas de la mencionada saga basada en novelas de Karl May como inseparables y leales amigos y hermanos de sangre. Pero mientras el apolíneo Barker se muestra bastante cómodo en el papel de Clint, un pistolero que se gana la vida aceptando duelos y se caracteriza por no llevar sombrero; Brice, un actor con cierto parecido físico con Rock Hudson, no me gustó como el pistolero de origen francés Reese, aliado de Clint en Powder City pero posible rival en Glory, al haber acabado con el pistolero contratado para enfrentarse a Clint. Junto a ellos una más que correcta Marianne Koch (actriz habitual por esos años en los westerns coproducidos por Alemania: “Por un puñado de dólares”, “Tierra de fuego”, “Clint el Solitario”) da vida a Jade, antiguo amor de Clint e hija de Seth un buen hombre que al dejar asentarse a los colonos en sus tierras y, como corresponde a su nombre, protegerlos (el dios Seth en la mitología egipcia era el protector de las caravanas) provoca la ira de Jack; el también alemán Gerard Tichy está estupendo como el malvado y traicionero Jack Villaine, mientras que George Rigaud se muestra convincente como el bondadoso Seth, un antiguo pistolero que ha abandonado las armas. Además aparecen rostros muy conocidos dentro del subgénero como Aldo Sambrell y Antonio Molino Rojo que dan vida a dos de los secuaces de Jack, Ángel del Pozo en el papel de un colono, Víctor Israel en el rol del recepcionista del hotel o Luis Barboo como un espectador-pistolero de Glory.

Por último comentaros que la película obtuvo un gran éxito y gracias a que contó con la distribución de la Embassy Pictures Corporation de Joseph E. Levine fue uno de los primeros euro westerns estrenados en los EEUU, intentando la CCC repetir el éxito al año siguiente con la, para mí, inferior “La balada de Johnny Ringo” en la que volvió a reunir como amantes a Lex Barker y Marianne Koch.

En resumen, un interesante euro western, cercano tanto en uno de sus temas como en el diseño de producción al western clásico, que cuenta con una factura técnica impecable a la altura de las producciones de tipo medio realizadas en los EEUU.

LEX BARKER

Actor estadounidense (Nueva York 1919-Nueva York 1973) cuyo verdadero nombre era Alexander Crichlow Barker Jr.
Procedía de una familia aristocrática (uno de sus ascendientes fundó Rhode Island y otro fue gobernador de Barbados) que le desheredó por dejar sus estudios y dedicarse a la interpretación teatral.

Tras participar en la Segunda Guerra Mundial en la que alcanzó el grado de Mayor y fue herido en la campaña de Sicilia, comienza a trabajar en el cine siendo sus intervenciones más destacados en la década de los cuarenta en “Encrucijada de odios” (1947) gran film noir con una fuerte carga antirracista de Edward Dmytrick que tuvo como protagonistas a Robert Mitchum y Robert Ryan, ”Los inconquistables” (1947) gran western de Cecil B. de Mille con Gary Cooper y Paulette Godard y ”El retorno de los malvados” (1948) otro western con Randolph Scott como protagonista.

Su gran oportunidad le llegó en 1949 cuando Sol Lesser le contrató gracias a su imponente físico (medía más de un metro y noventa centímetros) para sustituir a un avejentado Johnny Weissmuller en el personaje, creado por el escritor Edgar Rice Borrougs, de Tarzán. Lex interpretaría en cinco ocasiones al rey de los monos lo que le otorgaría una gran popularidad, por lo que en la década de los cincuenta protagonizaría un buen número de películas de temática variada de bajo presupuesto (básicamente de aventuras y westerns) como el western del húngaro afincado en los EEUU André de Toth “La última patrulla” (1953) que le volvió a emparejar con Randolph Scott, “Zafarrancho de combate” (1956) film bélico con Jeff Chandler o “Tambores de guerra” western de 1957.

Cansado de participar en producciones de serie b y gracias a su conocimiento de varios idiomas (hablaba inglés, francés, español y alemán) decide regresar a Europa (en 1954 había participado en dos películas de aventuras italianas) donde tras protagonizar varias películas de época en Italia, intervenir en “La dolce vita” (1960) de Federico Fellini en la que interpretó el papel de novio de Anita Ekberg y ser dirigido dos veces por Harald Reinl en películas basadas en el personaje del doctor Mabuse, vivirá una segunda época dorada al dar vida al personaje, creado por el escritor alemán Karl May, de Old Shatterhand al que interpretó en siete ocasiones desde 1962 a 1968, personaje que tenía como fiel amigo al apache Winnetou (al que dio vida el modelo francés Pierre Brice). Por la serie, que tuvo un grandísimo éxito, aparecieron actores tan característicos del spaghetti como Terence Hill, Klaus Kinski, Guy Madison o Walter Barnes y en ella fue ocasionalmente sustituido por Stewart Granger (en tres películas) y Rod Cameron (en una).

Lex siguió trabajando a buen ritmo sobre todo en Europa (de sus más de ochenta películas para la gran pantalla y para la televisión, alrededor de cuarenta fueron rodadas en el viejo continente) hasta el momento de su repentino fallecimiento por un ataque al corazón.
Como anécdota contaros que su última esposa (estuvo casado en cinco ocasiones) fue Carmen Cervera, actual baronesa Von Thyssen.

Filmografía en Eurowestern:


1962.- El tesoro del Lago de Plata.
1963.- Furia apache.
1964.- La última batalla de los apaches.
1964.- Carabina de plata.
1965.- Winnetou-3. Teil.
1965.- Un lugar llamado Glory.
1965.- Der Schatz der Azteken.
1965.- Die Pyramide des Sonnengottes.
1966.- La balada de Johnny Ringo.
1966.- El día más largo de Kansas City.
1968.- El valle de los héroes.