Título original
Acquasanta Joe
Año 1971
Duración 94 min.
País Italia
Director Mario Gariazzo
Guión Mario Gariazzo, Ferdinando Poggi
Música Marcello Giombini
Fotografía Franco Villa
Productora Cineproduzioni Daunia
REPARTO
Ty Hardin, Richard Harrison, Lincoln Tate, Giulio Baraghini, Silvia Monelli, Pietro Ceccarelli, Tuccio Musumeci, Mario Novelli, Fedele Gentile, Alfredo Rizzo
Jeff Donovan y su banda sustraen a un grupo de confederados un cañón para robar un banco que contiene las ganancias del famoso pistolero Acquasanta Joe. La reacción del cazarrecompensas no se hace esperar, persiguiendo a la banda de Donovan para recuperar su dinero, tarea ardua porque trabaja solo. Después de diversas aventuras, encuentros y desencuentros del pistolero y Donovan, la banda de este último le abandona y tendrá que aliarse con Acquasanta para defenderse de sus propios hombres.
Spaghetti Western tardío, con dos figuras del subgénero en decadencia (Richard Harrison y Ty Hardin)y un protagonista desconocido (Lincoln Tate), que cumple bien su cometido, aunque este actor desapareció enseguida, quizá porque el género se encontraba ya en su recta final.
La película está bien ambientada, aunque adolece de bajo presupuesto, y la escenografía de los duelos de Acquasanta merecen una notable calificación. Sin embargo, el guión es muy endeble, casi inexistente, y el director Mario Gariazzo, habitual del género y coautor del guión junto a Ferdinando Poggi, poco puede hacer para sacar adelante la estulticia de la historia. Por otro lado, y como sucede con mucha frecuencia en los spaghettis posteriores a la saga "Trinidad", incluye un tono de comedia, de farsa humorística, que acaba por destrozar lo poco bueno que tiene la película. El abuso de los primeros planos, aprovechando los ojos azules de los tres protagonistas, es reiterativo y sin sentido, pues este lenguaje cinematográfico inventado por Sergio Leone debe sustentarse en situaciones dramáticas vividas por los intérpretes, y no en unos simples parches cinéfilos.
Silvia Monelli está totalmente desaprovechada en su papel de amante de Donovan, con apenas diálogo, y Richard Harrison, cuyos spaghettis anteriores pueden calificarse de correctos, resulta patético en un papel que quiere ser cómico y resulta ridículo (memorable la escena de su abrazo al ataúd de su presunta madre). Ty Hardin, muy entonado en "El día del juicio", cumple en un papel que también bordea lo cómico, aunque ya se nota en el actor una decadencia que le haría abandonar Italia y regresar a los Estados Unidos, donde desapareció poco a poco hasta acomodarse en secundario de series de televisión.
Resumiendo, un spaghetti muy mediocre, con un guión sin fuelle y una dirección de Mario Gariazzo inferior a otros de sus filmes anteriores.
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