martes

SI QUIERES VIVIR DISPARA


Título original
Se vuoi vivere... spara
Año 1968
Duración 97 min.
País Italia
Director Sergio Garrone
Guión Franco Cobianchi
Música Vasili Kojucharov, Elsio Mancuso
Fotografía Sandro Mancori

Reparto
Ivan Rassimov (Sean Todd), Giovanni Cianfriglia (Ken Wood), Isabella Savona, Franco Cobianchi, Tom Felleghy, Cristina Penz, Aldo Cecconi, Enzo Consoli

Sinopsis
Un joven vaquero, Johnny, se ve obligado a matar a un contrincante de póquer. Mientras huye de la ley, se queda con una familia. Cuando esta resulta asesinada por una banda de mexicanos, Johnny se encega con vengarse. La primera película como director de Sergio Garrone fue este spaghetti western protagonizado por uno de los vengadores más famosos del género: Django. El personaje popularizado por la cinta de 1966 de Sergio Corbucci, no fue encarnado en esta ocasión por su actor original, Franco Nero, sino por el serbio Ivan Rassimov, un rostro conocido del cine de terror europeo de serie B, gracias a cintas como "Terror en el espacio", "Mundo caníbal" o "Las diabólicas del amor". Garrone le debió gustar el personaje, pues lo retomó en secuelas como "Una larga fila de cruces" o "Django, el bastardo", aunque en estas ocasiones con Anthony Steffen en el rol del legendario antihéroe.

Película mala de solemnidad, a cuyo título "Si quieres vivir, dispara" se le añadió el nombre de Django, cuando el personaje no tiene nada que ver con el original. El director, que más adelante dejó algún spaghetti interesante, debuta en el género con un film mal narrado, inverosímil y con poco nervio, cayendo a veces en el ridículo, como el personaje y las situaciones de un tal Donovan, que acompaña a Django en sus enfrentamientos varios: contra una banda de forajidos mejicanos, contra los hombres del ferrocarril que alquilan pistoleros y contra quien se les ponga por delante. La historia sentimental de Django y una jovencita, una niña más bien, es absurda, y la de Donovan con una mejicana ex mujer del jefe de la banda, burda y tonta.

Lo único destacable es un par de duelos y la actuación de Giovanni Cianfriglia (Ken Wood), cuyo rostro pétreo e inquietante le da un cierto aire de verosimilitud a su papel de pistolero cazarrecompensas. Porque Iván Rassimov es un Django de pacotilla, muy lejos de Steffen o Nero, y el actor que hace de Donovan, un italiano que parece sacado de una película de Fellini y trasplantado al Oeste sin darle ni siquiera agua oxigenada en el pelo (como a Rassimov), una calamidad.

IVAN RASSIMOV

Actor italiano nacido el 7 de mayo de 1938 en Trieste (Venecia), aunque sus padres eran de Serbia.
Tuvo una carrera ligada sobre todo al fantástico italiano, en el que normalmente hacía de villano, y trabajando con directores como Sergio Martino, Mario Brava, Umberto Lenzi o Bruno Mattei, entre otros.

Sin duda el publico italiano de la época y el cinéfilo del terror de siempre lo puede conocer por su trabajo en tres películas sobre el canibalismo "El País del Sexo Salvaje"-1970 de Umberto Lenzi; "Mondo Caníbal, Mondo Salvaje"-1976 de Ruggero Deodato y "Comidos Vivos"-1980 de Lenzi tambien.

Sobre sus trabajos en el spaghetti, Ivan normalmente usaba el nombre de "Sean Todd", y aunque llegó a protagonizar algunas películas, normalmente eran westerns de poco presupuesto, como es el caso de "Cjamango", que pese a todo tuvo cierto éxito en su estreno. Su hermana Rada también se dedicó al mundo del cine. En el año 1987, Rassimov abandonó el cine, dedicándose al mundo literario en su parte editorial.

El 14 marzo de 2003 moría Ivan Rassimov en Roma.

Filmografía SW:

1967- Cjamango
1967- Non aspettare Django, spara
1968- Se vuoi vivere... spara
1968- El vengador del sur
1971- La venganza esperó 10 años

UN POCO DE HISTORIA

En la década de los cincuenta, en Estados Unidos, la película “western” no solo gozaba de vigencia, sino que se producía en dos categorías: los grandes “western” (grandes directores, grandes estrellas, grandes presupuestos y gran público) y la serie B: bajos presupuestos, actores secundarios, explotación de complemento (casi siempre en programas dobles, “telonera” de producciones más importantes).

A principio del año 1959 se inició, sin embargo, un tercer modelo de producción de este tipo de películas, llamadas originalmente de caballistas, más tarde de vaqueros y, finalmente, del Oeste: nos referimos al “western spaghetti” o “spaghetti western” (tanto monta…). “Western” porque, en los años sesenta se generalizó en nuestro país el uso de la palabra inglesa que definía al género; y “spaghetti” porque los italianos, cuando se aliaron con los españoles, lo bautizaron con este término, inicialmente despectivo (igual que habían bautizado a la película histórica de romanos con el de “péplum”).

Y fue España el origen de la idea (con la colaboración anglosajona) y el decorado donde va a transcurrir la acción. Ocurrió en 1959, cuando el productor y director José G. Maesso se topa con el paisaje almeriense en un viaje hacia el mar Mediterráneo. “La vista de este paisaje extendiéndose ante mí a lo largo de kilómetros y kilómetros, me inspiró la idea de hacer una película del oeste en él”. Sería la primera, y para ello se marchó a Londres para convencer de su visión a su amigo y productor (de la Hammer) Michael Carreras hijo. Juntos, hicieron otro tanto con el guionista Jimmy Sangster para que escribiera un guión previo, que cuajaría en una película que se llamaría “Tierra brutal”. En ella participaban los actores Richard Basehart y Don Taylor, “Quienes aceptaron –nos dice Maesso– la experiencia de trabajar en esta película incierta, viajando hasta Almería, un lugar que nadie conocía entonces y que nosotros haríamos famoso a partir de esos momentos”.

“Tierra brutal” es el primer “western spaghetti” de la historia y costó rodarlo 250.000 dólares de la época, que puso la MGM del Reino Unido un tanto escéptica del éxito de la película, aunque Carreras se hizo responsable de las pérdidas, en caso de que fueran superiores a las previstas por la compañía norteamericana. Pero al final “The Savage Guns” (título con el que se estrenó en todo el mundo distribuido por la major, salvo en España), fue un éxito enorme que “Aun hoy –nos dice el autor de la idea– me sigue reportando ingresos porque sigue estrenándose en vídeo en numerosos países”.

A partir 1960, el “western spaghetti” inició su imparable carrera que le ha llevado a seguir rodando películas durante las décadas de los sesenta y setenta (con algunos títulos de última hora en los ochenta). Y España prestándole sus escenarios: Almería sobre todo; pero también Granada, Madrid y algunas zonas de Cataluña. La producción se la repartieron los españoles e italianos, unas veces en colaboración y otras por cuenta de cada país, aunque detrás de los actores y cineastas italianos siempre estaban las industrias cinematográficas españolas construidas en varias de las localidades citadas.

La más rentable fue la almeriense, levantada en las cercanías de la población de Tabernas. Pero también fructificaron las madrileñas de la Sierra de Guadarrama o de Torrejón de Ardoz; e incluso a 8 kilómetros de Barcelona se levantó un poblado “”western” donde se rodó en 1964 “El rancho de los implacables” con la dirección de Alfonso Balcázar, iniciándose así una de los negocios más rentables para la familia Balcázar quien, a lo largo de los siguientes años, filmaría en esta localización o en las antes citadas, decenas de “western spaghetti”, con o sin los italianos.

Y de esta la industria salió fortalecido el ex sargento de Caballería Medina que abandonó el ejército para dedicarse a lo que se le daba mejor: la doma y gestión del negocio de caballos. Fue precisamente él, quien con su cuadra, proporcionó a los varios centenares de películas que se rodaron a partir de 1959 en Almería los mejores caballos y jinetes para las escenas donde eran necesarios su presencia (y ya sabemos que sin caballos y caballistas estas películas no existirían).

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