Título original
The Gunfighter
Año 1950
Duración 84 min.
País Estados Unidos
Director Henry King
Guión William Bowers & William Sellers
Historia: William Bowe rs,André De Toth)
Música Alfred Newman
Fotografía Arthur Miller (B&W)
Reparto
Gregory Peck, Helen Westcott, Millard Mitchell, Jean Parker, Karl Malden, Mae Marsh, Richard Jaeckel, Skip Homeier
Sinopsis
Jimmie Ringo, un legendario pistolero, se siente tan viejo y cansado que está decidido a retirarse y llevar una vida más tranquila como granjero. Sin embargo, sus propósitos tropiezan con la incomprensión y la intolerancia de la sociedad. Aunque ya no será perseguido por la ley, la región está llena de jóvenes pistoleros que desean demostrar que son más rápidos que él para ocupar su lugar y heredar su fama.
La confrontación entre la fascinación de las masas y el cansancio del héroe, es el tema sobre el que gira este western donde niños y adultos muestran sin recato su asombro o temor ante la figura del pistolero Jimmy Ringo (Gregory Peck). El duelo más implacable se libra entre la fama de Ringo y el hombre ya desengañado que apenas soporta al personaje, entre la vida pública y los sentimientos que ésta ahoga.
El plano que con más claridad representa esa desmitificación muestra al pistolero en silencio, a una mesa de un saloon del viejo Oeste, sin compañía mientras en el exterior una muchedumbre de niños impacientes aguardan por su héroe, y los hombres conversan en la barbería sobre sus hazañas y las mujeres acuden al sheriff, temerosas por los asesinatos a sus espaldas. Ringo espera en ese saloon, pero el tiempo no aplaza el enfrentamiento inevitable —como en Sólo ante el peligro o El tren de las 3:10—, sino que es ya derrota, mera constatación de la vida no disfrutada, añoranza. Ringo espera por su hijo, pero cuando se encuentran no sabe qué decir, pues el niño ve también sólo al personaje, no al hombre, apenas una sombra.
El pistolero (The Gunfighter) es una película tan concisa, sobria y bien narrada, que de no ser por las palabras finales de Ringo podría hasta escaparse el sentido de la tragedia que esconde: una verdad patética, casi un augurio de los derroteros del género —de lo que se ha dado en llamar western crepuscular— cuando todavía le quedaban muchos años dorados por delante. Tan amarga como el olor a pólvora.
Dirigida por Henry King, se basa en un argumento de William Bowers y André de Toth. Rodada en los estudios de la Fox, en B/N, fue producida por Nunnally Johnson ("Las tres caras de Eva", 1957). Obtuvo una nominación a los Oscar (argumento) y otra a los WGA (guión).
La acción tiene lugar en la década de 1880/89, a lo largo de 12 horas (de 10 pm a 10 am) en una pequeña localidad próxima a Santa Fe, en Cayenne y en el camino entre ambas. Narra la historia de Jimmy Ringo (Gregory Peck), de 35 años, el pistolero más rápido y certero del Oeste, cansado, desilusionado y perseguido por su fama, desea reunirse con la esposa, Peggy Walsh (Helen Wescott), y el hijo de ambos, Jimmie (B.G. Norman), de 8 años y medio, a los que abandonó 8 años atrás, movido por la ambición de notoriedad y fortuna.
La película opta por un relato dramático, que enfrenta al mejor pistolero del Oeste con su propio destino. Famoso, reconocido y respetado, la leyenda que rodea su figura y que exagera sus gestas, se convierte en un lastre mortal, proque muchos jóvenes pistoleros desean matarle para ocupar su lugar y heredar su fama. Los propósitos de abandonar la vida de forajido y los deseos de retirarse como granjero pacífico topan con la incomprensión de la sociedad y la intolerancia de muchos que quieren verle "muerto como un perro", pese a que no existen cargos contra él en Cayenne ni constan órdenes de búsqueda y captura en su contra. La ayuda que recibe del sheriff, antiguo compañero de fechorías, se limita a un plazo de 2 horas para visitar a la esposa y conocer al hijo, porque no puede garantizarle ni la vida ni la integridad física. La presencia de Ringo en el pueblo levanta una expectación inusitada, que llena las calles de curiosos, envidiosos y de personajes ávidos de venganza. Además, le persiguen tres pristoleros de otra localidad. La exclusión social de que es objeto, las dificultades para reunir a la familia y la desolación que siente por su pasado, le sumen en la desesperación.
La música, de Alfred Newman y Dimitri Tiomkin, introduce y cierra el film con composiciones de metal y percusión, de tono solemne, aires épicos y resonancias dramáticas. La fotografía reproduce espacios cerrados y opresivos, reforzados por el B/N. El guión da gran importancia a los diálogos, especialmente a los que evocan los recuerdos del protagonista, sus ambiciones, desilusiones y miserias. Son destacables el que Jimmy mantiene con su hijo Jimmie; con Tommy, que ha levantado una próspera granja; con Mark Strett, sheriff de Cayenne; con Peggy, la esposa que abandonó y otros. La interpretación de Gregory Peck es magnífica y profunda. La dirección construye un "western" psicológico con elementos de thriller.
Película del Oeste clásica, de gran sobriedad, sugestiva profundidad y gran dramatismo. Los encuadres de relojes (péndulo y bolsillo) en el plazo de las 2 últimas horas introducen un eficaz elemento de tensión, que Zinnemann recoge y amplía en "Solo ante el peligro" (1952).
KARL MALDEN
Karl Malden (Chicago, 22 de marzo de 1912 - Brentwood, Los Angeles, 1 de julio de 2009),1 cuyo nombre real era Mladen George Sekulovich, fue un actor estadounidense. Ganó el premio Óscar y el Premio Emmy. Su carrera duró más de setenta años actuando en películas clásicas como Un tranvía llamado deseo, La ley del silencio y El rostro impenetrable, todas con Marlon Brando, también participó en superproducciones como Patton. Otras interpretaciones destacables fueron en el papel de Archie Lee Meighan en Baby Doll y de Zebulon Prescott en La conquista del Oeste ambas con Carroll Baker. Su papel más popular en televisión fue el del teniente Mike Stone en la serie de los setenta Las calles de San Francisco, junto a un joven Michael Douglas.
Karl Malden nació en Chicago, Illinois, el 22 de marzo de 1912, era el mayor de tres hermanos en una familia modesta; su padre Petar Sekulovich era de origen serbio y su madre Minnie Sekulovich, de la República Checa. Su nombre original era Mladen George Sekulovich (Mladen George Sekulović, en serbio: Младен Секуловић). Cuando comenzó su carrera como actor cambió su nombre a Karl Malden. En 1917, cuando Malden tenía cinco años, la familia se trasladó desde Chicago a Gary en Indiana, donde su padre trabajó como obrero siderúrgico y lechero. Malden hablaba serbio hasta que fue a la escuela. En el colegio era un chico bastante popular, estrella del equipo de baloncesto del instituto y actuaba ya en algunas obras escolares y en las que su padre organizaba en la iglesia. Fue en estos partidos de baloncesto donde se rompió la nariz en dos ocasiones, dejándosela deformada tal como fue conocido durante toda su carrera.
Tras su graduación en 1931 del Emerson School for Visual and Performing Arts estuvo trabajando como obrero siderúrgico al igual que su padre, hasta 1934. En septiembre de 1934, con una beca y los pocos ahorros de que disponía prosiguió sus estudios de arte dramático en el Goodman Theater, más tarde DePaul University, donde conoció a la que sería su esposa, la actriz Mona Greenberg (conocida como Mona Graham) con quien se casaría en 1938. Se graduó en el Chicago Art Institute en 1937 pero pronto, sin trabajo y sin dinero, debió volver una vez más a Gary.
Su primera aparición como actor se produjo en 1937 en Broadway y en 1940 debutó en el cine en la película They Knew What They Wanted. También trabajó en teatro donde conoció un joven desconocido Elia Kazan, con el que unos años después rodaría algunas de sus películas más afamadas. Su trabajo como actor se vio interrumpido por la Segunda Guerra Mundial, pues Malden participó en las Fuerzas Aéreas del ejército norteamericano. Tras la guerra retomó su carrera, participando en una obra Truckline Cafe, junto a un joven y desconocido Marlon Brando. Durante esta época aunque no tenía un exceso de ofertas para trabajar, participó en algunas otras obras teatrales, hasta que recibió la invitación para interpretar un importante papel en la obra All My Sons con la ayuda del director, Elia Kazan. Con este éxito, logró el salto definitivo al cine. La carrera de Karl Malden tomó gran impulso en los años cincuenta comenzando con El pistolero (The Gunfighter) a la que siguió Halls of Montezuma, ambas en 1950. Al año siguiente trabajó en Un tranvía llamado deseo (1951), donde interpretaba a Mitch, el mejor amigo de Stanley Kowalski y protagonizaba un romance con Blanche DuBois (Vivian Leigh). Por esta película ganó el Óscar al mejor actor de reparto.
En La Ley del silencio (1954), interpretaba a un predicador que influía en Terry Malloy (Marlon Brando) para testificar contra el mafioso Johnny Friendly (Lee J. Cobb). Baby Doll (1956), donde interpretaba a un ardiente marido, frustrado por una esposa casi adolescente. Antes y después de su llegada a Hollywood, actuó en docenas de películas desde finales de los cincuenta hasta principios de los setenta como: Fear Strikes Out (1957), Pollyanna (1960), El hombre de Alcatraz (1962), La conquista del Oeste (1962), The Cincinnati Kid (1965) y Patton (1970). En esta última interpretó al general Omar Bradley, quien aún vivía y asesoró en el rodaje sobre cuestiones históricas. Después de su película Summertime Killer (1972), se le fue haciendo más difícil encontrar nuevas películas, sin embargo también protagonizó la película televisiva El secuestro del Achille Lauro (1989).
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