El oro de nadie (Catlow)
1971
Gran Bretaña/USA
Director: Sam Wanamaker
Reparto: Yul Brynner, Richard Crenna, Leonard Nimoy, Daliah Lavi, Jo Ann Pflug, Jeff Corey, Michael Delano, Julián Mateos, David Ladd, Bob Logan, John Clark, Dan van Husen, Cass Martin, José Nieto, Angel del Pozo, Victor Israel, Tito Garcia, Antonio Padilla, Rafael Albaicàn, Alejandro de Enciso, Ralph Brown, Walter Coy, Allen Russell, Per Barclay, David Thomson, Jose Laurens, Florencio Amarilla, Raúl Castro
Guión: Scott Finch, J.J. Griffith
Fotografía: Edward Scaife
Música: Roy Budd
Coproducción británica-estadounidense de 1971 dirigida por el actor secundario Sam Wanamaker basada en una novela de Louis L’Amour autor estadounidense de familia canadiense y francófona especialista en relatos del oeste cuyas obras han sido llevadas a la pantalla en bastantes ocasiones (“Hondo”, “Shalako”).
Catlow es un vaquero que con un grupo de hombres se dedica a capturar reses sin dueño y venderlas como propias, por lo que es perseguido por un sheriff (antiguo compañero del ejército) y un pistolero que ha sido contratado por los grandes ganaderos de la región. Los problemas aumentarán cuando pretenda apoderarse del oro abandonado durante la Guerra de Secesión en territorio mejicano.
Película entretenida pero un tanto irregular escrita por un tal J. J. Griffith y por Scott Finch, que también intervino en la adaptación de “Shalako”, que cuenta con un buen comienzo para volverse mucho más aburrida en la parte central, sobre todo con la estancia en el pueblo mejicano que sirve, entre otras cosas, para apuntar una historia de amor bastante tópica entre el sheriff y la sobrina de un general, y que no desarrolla algunas cuestiones que plantea inicialmente, como la actitud de los grandes propietarios que explotan a sus vaqueros verdadera razón de que persigan a Catlow puesto que sus hombres podrían hacer lo mismo que él (en definitiva establecerse por su cuenta capturando ganado libre) o exigir mayores salarios, ya que en un giro de guión se abandona todo el tema del ganado para relatarnos su aventura en pos del oro. A todo esto hay que añadir algunas escenas poco creíbles, como el robo por parte de los mejicanos de los colts y los winchesters de los pistoleros, y un final bastante decepcionante e inverosímil.
Tampoco ayuda en nada una dirección correcta pero carente de brillantez y de imaginación del habitual actor secundario Sam Wanamaker, más inspirada en autores como Burt Kennedy que en la estética del spaghetti, y en la que, como por ejemplo ocurría en “Pistolero” película del director anteriormente citado, las escenas humorísticas cobran bastante importancia. Si algo hay que destacar de su labor, gracias también al trabajo de su director de fotografía, es toda la parte final con los aventureros siendo perseguidos en el desierto por indios y militares mejicanos
Técnicamente la película se beneficia de un presupuesto bastante decente y superior a la media en este tipo de producto Europeo (el productor, Euan Lloyd, también intervino en “Shalako” y la película fue distribuida por la Metro) lo que permite el rodaje en multitud de localizaciones y la correcta ambientación de la película.
Por lo que respecta a las interpretaciones cabe señalar que la película se apoya en los dos actores principales y en la relación de camaradería, más propia de los westerns clásicos, existente entre ellos. Y es en ese aspecto, junto con alguna escena de acción, cuando el film funciona mejor, con un expansivo y ya maduro Yul Brynner como el caradura pero simpático pistolero y un sobrio y contenido Richard Crenna como el sheriff amante de la ley y de la justicia, hombres enfrentados pero que se ayudarán e incluso se salvarán la vida uno al otro sin pedir nada a cambio y sin darle demasiada importancia. Junto a ellos un adusto Leonard Nimoy, ya famoso por su intervención en “Star Treck”, como Miller un pistolero que se caracteriza por llevar al cinto un winchester recortado (arma que popularizó Steve McQueen en la serie “Wanted”)
(TEXTO: 800 SW)
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