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DJANGO EL REGRESO DE UN HEROE


TÍTULO ORIGINAL: Django 2: il grande ritorno
AÑO: 1987
DURACIÓN: 88 min.
PAÍS: Italia
DIRECTOR: Nello Rossati
GUIÓN: Franco Reggiani, Nello Rossati (Personajes: Sergio Corbucci)
MÚSICA: Gianfranco Plenizio
FOTOGRAFÍA: Sandro Mancori
PRODUCTORA: National Cinematografica

REPARTO: Franco Nero, Donald Pleasence, Christopher Connelly, Licinia Lentini, William Berger, Roberto Posse, Alessandro Di Chio.

En plena oleada de spaguetti western en los años 60, uno de los máximos exponentes de aquel cine fue Sergio Corbucci, creador de uno de los westerns más violentos y logrados que existen. No era pretencioso, pero si que cumplió con sus intenciones, que era emular la historia de Yojimbo (Akira Kurosawa, 1961) y que Sergio Leone aprovechó en su primera incursión a la trilogía del dólar con Por un puñado de dólares (Sergio Leone, 1964).

Fue dos años después cuando apareció el citado "exploit", Django (1966), radicalizando el argumento con momentos de gran crudeza visual, y una puesta en escena asquerosamente sensacional, con ese barro por las calles que incluso hoy en día sorprende y crea la gran pregunta de cómo se pudo rodar en esas condiciones la película. Pero es que nada tenía que envidiar a la obra de Leone, Corbucci dotó la película de otro protagonista carismático, un Franco Nero simplemente espectacular que encarnó un personaje machista a rabiar y silenciosamente inesperado, un antihéroe de durísimas reacciones. Incluso la música tenía gancho, creada por Luis Enrique Bakalov, es hoy en día pegadiza, algo complicado y siempre buscado cuando se hace una producción cinematográfica.

Pero Italia fue Italia, y si no te llamas Sergio Leone dentro del western no eres nadie en el exterior. Muy tristemente Django cayó en el olvido aunque Corbucci siguió haciendo westerns y solamente quizás Franco Nero triunfó minimamente en el exterior (hoy es ya actor de culto, actuando en Hollywood aún). Tuvo que ser un japonés quien la recuperó del olvido, un Diós llamado Takashi Miike y que hizo su propio remake libre, llamado Sukiyaki Western Django (Takashi Miike, 2007), con Tarantino actuando. Una obra maestra.

Pero antes de llegar a este remake, 21 años después del estreno de Django, se hizo una segunda parte prácticamente desconocida por el público y que llegó a estrenarse en España en contados cines. El regreso de un heroe (Nello Rossati (a.k.a Ted Archer),1987), daba un giro radical a la historia y al tipo de producción. Para empezar Corbucci ya no estaba en la dirección (ser retiró del cine en el año 1983), la dirigió un tal Nello Rossati con el seudónimo de Ted Archer, claramente influenciado por la década en que se rodaría la película, los ochenta, creando así un producto ochentero, más cercano a la acción que al western pero que seguía las bases de los westerns de carácter modernista. Ya no encontramos las típicas villas, el saloon, prostitutas, etc. sino una historia completamente diferente a lo que se vio en el año 1966:

Django, ahora convertido en un hombre pacifico de monasterio, se ve obligado a empuñar las armas (y su característica ametralladora) nuevamente a causa de la sinceridad de su antigua amante, quien antes de morir le confiesa haber tenido una hija de ambos. La muchacha, una adolescente, ha sido raptada por el sádico y cruel príncipe Orlowsky, un alemán.Franco Nero repite como Django, y esa es la base de lo que podría funcionar, sin él esto nunca funcionaría. Para empezar, con ese argumento perdemos uno de los tiros más característico de Django, su carácter, ahora, el antihéroe que fue se convierte en héroe, luchando contra la tiranía y la esclavitud como si de un defensor de la justicia fuera. No es Django, pero se acepta esa nueva personalidad, no se corta un pelo a la hora de matar y ser alguien cargado de violencia interior, una especie de Rambo del western. Incluso otro actor clásico aparece en el reparto, un Donald Pleaseance que siempre se agradece aunque lógicamente se ve relegado a un personaje secundario y sin interés.

Otro aspecto diferente respeto a la de Corbucci es la música. La inolvidable canción de Luis Enrique Bakalov cae en el olvido y se apuesta por otra música, creada por Gianfranco Plenizio, un músico creador de obras menores, pero con un largo currículum a sus espaldas. Si bien no estamos ante otra canción pegadiza y que nos haga olvidar la original, si que se consigue una excelente banda sonora que le da un mayor aspecto de producto de calidad. Lógicamente, 21 años son muchos para los tecnicismos.

En resumen, esta secuela es una muy digna continuación, que aunque poco tenga que ver con la original apuesta por el cine ochentero de acción aprovechando esa obra de culto que fue la de Corbucci. Quizás más que un western es más una película de lucha de clases, de la pobreza, y a los más puritanos del género quizás les defraudará, pero a lineas generales, una secuela es lo que tiene que ofrecer, más de lo que había, aunque haya desproporción. Una pequeña joya a descubrir, con sus fallos (como la mala introducción de la historia al principio) pero que su violencia, y un Franco Nero espectacular, hará que no se olvide en el tiempo.


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